— Hija te traje pizza — se dirigió a mi cama y moviendo la caja de pizza para los costados — nosotras tenemos otra abajo, tu abuela está muy cansada por la larga caminata de hoy — bostezo, apoyo la caja en la cama y caminó hacia la puerta — si necesitas algo llamame, voy a comer y seguramente luego vaya a la cama, estoy igual que tu abuela — rió y salió cerrando la puerta.
— Gracias — sonreí y agarré la caja — Bonna noite.
Abrí la caja y el olor de la pizza invadió por completo mis fonas nasales, me abrió el apetito con aquel rico aroma. Es de mis favoritas, mucho queso con orégano, mucha albaca y tomate aunque no me gustan las aceitunas, por general se las dejo a mi mamá. Sebak corrió a la cama y empezó a maullar para que le diera un poco de pizza, empezó a frotarse en mi pierna ronroneando, me causó mucha ternura así que le dí un pedazo grande de queso y comimos juntos viendo la pelicula, me alegra estar acompañada.
11:00 A.m 21 de abril.
Desperté porqué Sebak me estaba mordiendo la nariz, lo corrí y troné mis dedos. Observé la hora y me levanté de la cama tambaleándome, aún seguía muy adormilada, me choqué la punta de la cama y gemí de dolor. La puta madre, ya empecé mal el día.
Agarré el conjunto que había dejado preparado la noche anterior, un pantalón blanco con un blaizer corto negro, me arreglé el pelo y me lave los dientes. Tenía mucha hambre, mi estomago comenzó a contraerse al mismo tiempo que lo podía oir rugir de hambre.
— ¿Berenice te despertarte? — escuché gritar a mi mamá cerca de la escalera — ya son las 11:00 hrs de la mañana.
— Si, ahora bajo a desayunar — me maquillaje un poco, bastante tranquilo, natural por así decirlo.Me acerqué a mi cama y agarré el celular, me acordé que aún no le conteste a Kyros, otra vez. Deposité un beso en la cabeza a Sebak y me dirigí a la cocina, les di los buenos días a mi familia y me preparé una taza grande de leche con cereal. Me senté en el comedor y puse pinterest, me gusta ver ropa o alguna qué otra pintura, tengo una carpeta grande donde guardo lo que me gustaría tener a futuro. Las primeras imágenes eran sobre el cuadro de la noche estrellada, animales y zapatos.
Mientras desayunaba guardaba algunas imágenes en esa carpeta pero algo llamó mi atención, mi celular se tildó y eso no suele pasar, tampoco estaba caliente, al cabo de unos minutos funcionó otra vez. Volvió a cargar la página y unicamente aparecían imágenes y videos de egipto, del dios anubis y sobre la espiritualidad, intente cargar la página otra vez pero sucedió lo mismo, no tenía sentido alguno.
Ni si quiera busqué eso antes ¿por qué aparecería ahora este tipo de algoritmo?
Intenté no darle importancia, terminé de desayunar y fuí con mi mamá, no sabía que haríamos hoy, ayer no hablamos sobre planear algo, quizás solamente quieran descansar por hoy. Tal vez vengan familiares, me acuerdo que mi madre quería ver a su prima, siempre jugaba con su hija, solíamos hacer pijamadas siempre que veníamos a visitarlos.
— Ma ¿qué hacemos hoy? — pregunté mientras acariciaba a Aceituna qué estaba en la punta del sillón.
— Hoy... Hmm, no lo sé, quería quedarme con tu abuela para pasar el rato ¿pero qué te gustaría hacer? — preguntó mientras me miraba con intriga.
— Cualquiera cosa, no tenía pensando algo.
— Podríamos salir más tarde — abrió los ojos como plato y abrió un poco la boca ligeramente — me olvidé, tu prima venía a buscarte a la noche para ir a una fiesta del pueblo.
— ¿Una fiesta? ¿Qué tipo de fiesta? — levanté una ceja e incliné mi cabeza ligeramente hacia el costado.
— Podrías preguntarle a ella, realmente no sé — rió y se dirigió al patio.

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Sangre Egipcia (en curso)
Novela JuvenilBerenice una chica de 17 años lleva una vida normal y tranquila con sus amigos Kyros, Kaiden y Cassie hasta que un día van a un viaje estudiantil a Egipto qué cambiará sus vidas, pero Berenice nunca ha estado sola, dos dioses llamados Horus y Anubis...