Capítulo 23 "Deseos."
Sorprendida, me quedo callada por varios segundos.
Ella me toma suavemente por la cara y me besa. Entre besos y caricias nos desvestimos lentamente hasta quedar totalmente desnudas. Nos vemos gracias al fuego. Camz se sienta sobre mí y besa mi cuello, yo mientras tanto toco sus senos.
Cambio de posición, yo arriba. Ella aprovecha para llevarse mis senos a su boca y juega con su lengua. Los gemidos se escapan de mi boca, alcanzo a verla sonriendo.
Con mi mano busco su intimidad y la toco un poco. Ella en un suspiro deja caer su cuerpo sobre la toalla, me acerco a su cuello y paso mi lengua sobre el. La tomo suavemente por la cara y la beso, ella me abraza durante un par de segundos y me vuelve a besar. Me da una mordida traviesa que me invita a continuar. Me acomodo buscando la forma perfecta para entrelazar nuestras piernas. Camz parece no entender nada, pero está quieta esperando.
Cuando nuestras partes se junta, al sentirla con el primer roce una corriente eléctrica sube por mi espalda, ella muerde sus labios y asiente con la cabeza como queriendo decir "continua".
Empiezo a moverme lentamente provocando un roce suave, oh no pensé que eso sería tan bueno.
Ambas estamos húmedas y demasiado rápido. Yo me acerco para besarla y continuo con el movimiento.
No sé, pero esto es tan sexy. Ella sonríe todo el tiempo sin despegar su vista de mí. Toco sus senos y empiezo moverme un poco más rápido.
Escucho un pequeño gemido escaparse de su boca.
—¿Te gusta? (Lauren pregunta).
—Mmm demasiado (Camila lucha con sus gemidos para responder).
Acelero mis movimientos, cada vez son más rápido pero directos.
Ambas gemimos.
Camz se aferra a mí, nos besamos mientras ocurre, dejamos de ser dos para ser una sola, en una unión total. Tenemos un delicioso orgasmo al mismo tiempo, pero no uno normal, este diferente.
Las dos estamos demasiado mojadas. Nos miramos fijamente, entre sonrisas aparto un mechon de cabello de su cara y la beso.
—Te amo (dice Camila).
—Yo también te amo, princesa (LAuren besa a Camila en la frente).
Me acuesto junto a ella y nos besamos durante un par de minutos. Entonces la mano de Camz baja por mi espalda hasta llegar a mi trasero, me agarra suavemente. Me enloquece cuando hace eso.
—¿Qué haces? (Lauren muerde su labio). Si me enciendes de nuevo no creo que terminemos a tiempo.
Camz suelta una pequeña traviesa y en vez de parar, ágilmente se abre paso entre mis piernas hasta mi intimidad. Jadeo.