Capítulo 39 "Llamada a larga distancia."
¡Día de piscina!
Susana me despertó temprano de nuevo, aún no logro acostumbrarme. Por lo menos hoy no hay otra misa. Hoy a todas las chicas del primer piso nos toca un día en la piscina. Wow, al fin algo interesante.
—¿Lauren, me queda bien este vestido de baño? (dice Susana modelando un bikini verde).
—Wow, sí, te sienta bien el estar sin ropa.
—(Risas) ¿eso crees?
—Eh, lo siento, no quise que sonara así, es que con el hábito no se ven tanto tus atributos.
—Pasamos de un piropo insinuante a un insulto (dice Susana en broma).
—No, (risas) sabes lo que quise decir. Me pondré mi vestido de baño.
Me traje dos vestidos de baño en la maleta, uno de color negro y otro de puntos blancos con fucsia, he decidido ponerme el negro. Susana se pone una camisa blanca y un short encima de su vestido de baño. Yo hago lo mismo.
Ella tiene un buen cuerpo, es una lástima que no pueda mostrarlo con el hábito encima.
Salimos del edificio y desayunamos. Arepas con huevo y chocolate caliente.
—Es una lástima que no podamos acompañarlas hoy (dice Paula).
—Estamos en el quinto edificio (añade Tatiana).
—Oh, que mal (dice Lauren bebiendo su chocolate).
—Ahora tenemos misa y después clases de jardín, os veremos desde ahí (dice Paula).
«Sus acentos españoles y sus jergas me sacan de quicio, espero que no se me pegue.»
—Cuidado hacéis algo malo (dice Tatiana y se echa a reír).
—Vosotras podéis vigilar todo lo que queráis (dice Susana seriamente, Tatiana para de reír).
Momento incómodo, afortunadamente suena la campana y las chicas se retiraran para ir a su misa, Susana y yo nos juntamos con otras chicas de nuestro edificio.
—¿Qué tal tus primeras noches aquí? (pregunta Carla a Lauren).
«Carla es una chica de 16 años, delgada y de estatura media, cabello rubio ondulado.»
—Aún no me acostumbro, pero las camas son cómodas (Lauren sonríe).
(Risas).
—Vamos, ¿qué esperáis? Todas a la piscina, moveos (dice una monja instructora).
Todas corrimos hacia la piscina, nos cambiamos en los baños. Dejo mi ropa colgada en un gancho. Todas nos lanzamos a la piscina rápidamente.
Clases de natación por parejas, yo me pongo con Susana. Ella es una gran nadadora, yo no tanto pero sé defenderme en mar abierto.
En media hora todas estamos relajadas nadando libremente. La instructora está leyendo un libro en una silla.
—Juguemos algo, ¿que os parece? (propone Carla).
—Ya sé, juguemos a la que más aguante bajo el agua (comenta Susana).
—¿Jugar eso un Martes 13?
—Vamos chicas, ¿sois supersticiosas?
«¿13 escuché? Mierda, hoy es el cumpleaños de Camz»