Capítulo #1

342 13 1
                                    

-Albert, ¿todavía falta mucho para llegar?- le pregunté con un poco de nerviosismo al mayorsomo de mi familia.

Albert -Faltan alrededor de diez minutos para llegar a su destino.- ambos nos miramos a través del espejo retrovisor. -¿Está nerviosa señorita Leila?- volvió su mirada a la carretera.

-Así es Albert, estoy un poco nerviosa.- llevé la mirada a mis manos las cuales tenía sobre mí falda, estaban húmedas por el sudor que me generaba mis nervios.-No sé qué sucede, no es la primera vez que cambio de escuela.- dejé escapar un suspiro cansado.

-Creo que puede ser el hecho que se quedará lejos de su familia.- lo miré nuevamente por el espejo retrovisor.

-Puede ser, no estoy acostumbrada a hospedarme en las facilidades educativas.- cerré mis ojos y dejé caer mi cabeza hacia atrás.

Me llamo Leila Okazaki Greenwood. Soy estudiante de segundo año de ahora mi nueva institución educativa la Jujustu High School en Tokio. Mi padre es Moi Okazaki, uno de los más importantes empresarios del país y mi madre, Haylee Greenwood directora de Médicos Cirujanos del Hospital de Tokio.

Durante mis primeros diez años los viví aquí en Japón, mi tierra natal y luego me moví a los Estados Unidos con mis padres por cinco años. Decidimos regresar a casa, estaría en una de las mejores preparatorias del país en donde solo los mejores estudiantes pueden ingresar.

Lo que no me gustaba mucho era el hecho de que debíamos hospedarnos en las instalaciones de la escuela, gracias al cielo solo tenían una matrícula de 145 estudiantes lo que me daba un alivio ya que no me gustaban los tumultos de personas.

Albert -No se preocupe señorita, los días que usted desee pasar en la casa con sus padres solo debe llamar y vendré por usted.-

Lo bueno era que podíamos tener los fines de semana para ir a nuestros hogares y disfrutar con nuestra familia si así lo deseábamos.

-Por supuesto que te llamaré. - me sinceré.

Amaba pasar tiempo con mis padres cuando están en casa, lo cual es poco tiempo debido a sus respectivos trabajos, pero aún así me deleitaba en ese tiempo en familia y mucho más con Albert. Él era más que el mayordomo de la familia, él era como mi hermano mayor, siempre jugaba conmigo cuando era pequeña, para ese tiempo Albert tenía unos veinticinco años, por eso lo de hermano mayor.

En pocos minutos llegamos a nuestro destino, mis manos aún estaban sudorosas. Albert estacionó el auto y abrió la puerta por mi, bajé del auto y acomodé mi falda. Esperé al lado del auto en lo que Albert sacaba mis maletas y luego de eso nos adentramos en las instalaciones. Era una escuela tradicional religiosa, eso no me molestaba en lo absoluto. Llegamos a una oficina donde una mujer nos atendió y nos llevó hasta el edificio de los hospedajes para instalarme.

-Albert.- llamé su atención mientras me ayudaba a desempacar mis pertenencias.

Albert -¿Sí, señorita?- habló sin dejar de desempacar.

-Te voy a extrañar.- realmente lo quería mucho. Sus ojos celestes se toparon con los míos con un ligero sentimiento de cariño.

Albert -Y yo a usted.- me regaló una hermosa sonrisa.-Usted para mí es como mí pequeña hermana.- su mirada ahora fue algo nostálgica.

-Recuerdo cuando jugabas a las escondidas conmigo.- reí al recordar todas las travesuras que le hacía a Albert.-Siempre me encontrabas pero fingías no verme para dejarme ganar.-

Albert -Era divertido verla correr mientras reía como hiena.- ambos nos miramos y reímos a carcajadas por su comentario. Cuando era pequeña tenía una risa peculiar, parecía una verdadera hiena. Gracias al cielo que al crecer fue cambiando porque era realmente espantosa.

Destinados (Suguru Geto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora