La gota que colma el vaso

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No había sido nada fácil para Hela acabar el bachillerato, o como fuera que lo llamarán allí. Estaba harta de América, y de tener que fingir, y de sólo hablar con sus amigos en videollamadas. De esconder su verdadera naturaleza cuando su padre se quejaba del matrimonio homosexual. Estaba harta de todo.
Estudiar fue duro, sobre todo en las asignaturas que necesitaba notas sobresalientes, y a la vez tenía que lidiar con su continuo estado de ánimo apático y sin energía. A veces se preguntaba si había algo malo en ella. Es como si aunque nada fuera mal, no consiguiera ser feliz. Como si simplemente no le quedarán ya energías.
Pero cuando se graduó y por fin supo que ese título era suyo, y que con ello construiria su futuro, se alegró de verdad. Podría salir de allí de una vez por todas, tras dos largos años. Y ver el orgullo en la mirada de su madre, aplaudiendo desde el público en la ceremonia de graduación, hizo que viera que habia merecido la pena.
Enseguida comenzó a enviar solicitudes a universidades, y con los ahorros que habia ido ganando de trabajos como profesora particular o monitora, buscó esperanzada un lugar para mudarse.
Pero la vida nunca iba a ponerselo fácil. No había sido facil cuando perdió a sus amigos.
No había sido fácil cuando Thor trajo a Jane a cenar y supo q ella no podría hacer lo mismo si tuviera novia.
No había sido fácil ocultar que odiaba a su padre.
Y no fue fácil cuando Frigga murió.
Momento equivocado, lugar equivocado, pero el caso es que cuando entraron a casa a robar, ella se despertó y al ir a comprobar en el despacho, se encontró con dos hombres desconocidos y una pistola apuntandola. Hela se la imaginaba, aún en sus últimos momentos, con mirada desafiante, pidiendo ayuda para que llamaran a la policía y proteger a su familia. Pero eso no impidio que la dispararon.
Toda la casa se despertó. Le gustaría no haberlo hecho nunca, no esa noche.
Recuerda a su padre inclinado, abrazando su cuerpo inerte, Thor gritando furioso asomándose a la ventana para ver hacia dónde iban los asesinos, Sylvie simplemente dándole la mano a su madre y Loki pálida como una muerta.
La policía finalmente atrapó a los culpables, pero no le importo a nadie más que a Odin, que estaba convencido de que iban a por su portátil y papeles de su empresa. Su mente consporanoica tomó el control para no pensar en la muerte de su esposa.
Hela no podía de dejar de pensar en su madre, que la había apoyado, animado y querido ante todo...
Cuando por fin todos aceptaron que debían volver a la cama de puro agotamiento, lloro como nunca antes, de impotencia y rabia.
No hay mucho más que añadir.
El tiempo siguió su curso.
Durante el primer trimestre de clases del siguiente año escolar, Loki parecía un fantasma, ni rastro de su actitud burlona y desafiante, solo silencio y rutinas repetitivas. Thor buscaba consuelo en Jane y todos sus amigos, y aunque la mayoría habían vivido ya perdidas de seres queridos, no podían hacer mucho más que apoyarle. Sylvie se volvió más agresiva y dependiente y ella tuvo que seguir viviendo allí, sin ganas de pedir más puestos de trabajo, simplemente aguantaba los comentarios de su padre. Simplemente existía.
Hasta que llego el entierro.
Loki (al igual que ella, sería de los que más sufririan su ausencia), no pudo aguantar el entierro entero, como torturado por palabras no dichas, pero ella se quedó hasta el final, incluso cuando Odin, Sylvie y Thor se fueron, ella siguió allí, en el cementerio, evocando cada recuerdo feliz que tenía con su madre.
Los días siguientes fueron tensos, como si el funeral hubiera debido de ser un punto y a parte pero nadie quisiera pasar página, como si vivieran entre dos realidades.
La vida fue silenciosa, no hablaban mucho, hasta que Odin decidió empezar una conversación. A su manera, claro.

-Hoy a sido un buen día en el trabajo- empezó. - Puse a algunos empleados en su lugar.

Nadie preguntó, pero el siguió hablando.

-Uno de ellos pretendio ser mujer, tuve que dejarle claro que no quería ese tipo de juegos en mi zona de trabajo y finalmente tuve que despedirlo.

Un silencio pesado se impuso sobre los menores. Thor se removió incomodo, preparado para cambiar de tema, y el resto se mantuvieron inmóviles, gracias a años de experiencia.

Familia OdinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora