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Aria



—No hay mucho que contar —carraspea—. No es una buena persona.

—¿Qué pasó entre vosotros?

Luca baja la mirada e intento descifrar su expresión. Noto en sus ojos que quiere contarlo, o que necesita contarlo. Pero siento como si su garganta no le permitiese hablar del tema. Vuelve a carraspear y mira hacia los asientos, hacia los cientos de asientos vacíos que tenemos justo delante.

Sostengo su brazo mientras acaricio sus tatuajes y me doy cuenta de que llevaba mucho tiempo queriendo hacer esto. Sigo mirando hacia arriba, hacia sus ojos, que se encuentran con los míos. Respira profundamente y exhala el aire con mucha fuerza.

—Ella fue mi primera novia —comienza. Un sentimiento agrio se me instala en el pecho al oírle pronunciar esas palabras—. Tampoco estuvimos juntos mucho tiempo, digamos que yo estaba con ella, pero ella estaba con todos.

Me incorporo y me siento muy pegada a él, colocando mis piernas de lado sobre las suyas. Las sujeta, acercándolas a su abdomen.

—¿Te fue infiel?

Su mirada es indescifrable.

—Varias veces —admite—. Me enteré tiempo después. Ella era muy celosa y siempre quería saber donde y con quien estaba. Controlaba todos y cada uno de mis movimientos. Quien me iba a decir a mí que estaría con otros...

—¿Nunca sospechaste? —logro preguntar.

—Fueron mis amigos quienes me lo contaron. Tom fue uno de ellos.

—¿Uno de los que te lo contó?

—Y con quien también me engaño —murmura—. Darío insistió mucho en que debía contármelo y así fue como me enteré. El resto se destapó poco después.

—No me lo puedo creer —la angustia me come por dentro—. ¿Y seguís siendo amigos?

—Él no tenía pareja, no tenía compromiso con nadie.

—Pero era tu amigo.

—Nos hemos criado juntos, Aria. Es más complicado de lo que parece.

No estoy de acuerdo en absoluto. Pero no voy a decírselo, no sé si es el momento más adecuado. Al fin y al cabo, en este pueblo vive muy poca gente joven durante el año y entiendo que no quiera quedarse sin amigos. Yo no tengo amigos aunque... no sé que preferiría.

¿Estar sola o con malos amigos?

Estar sola es la sensación más vacía que he sentido nunca. Es algo que simplemente no se siente. Y lo otro bueno, no he tenido la oportunidad de averiguarlo.

—¿Qué hiciste cuando te enteraste? —me atrevo a preguntar.

—A ella la dejé, aunque no se lo tomo muy bien y por eso hoy en día sigue insistiéndome en volver.

—¿Y tú...?

—Aria, ni loco volvería con ella —su afirmación es realmente cortante—. En cuanto a Tom... estuvimos sin hablarnos un tiempo y luego todo volvió a la normalidad.

—¿Por eso te afecto tanto lo que paso ayer en la feria?

—Claro que sí. Sé que iba borracho y que no era consciente de sus actos, pero que se atreviese a tratarte de aquella forma... hizo que me replantease lo...

—¿Lo...? —mis ojos comienzan a humedecerse.

—Lo que sea que hay entre nosotros.

El corazón me da una voltereta. No, no, no.

Aquel conjunto de estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora