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LA HIJA DE SHAN-YU SE SENTÓ EN SU DORMITORIO, junto a Mal y Evie mientras leía otro libro para su clase, oyendo de vez en cuando a Mal gruñir por lo ajustado que le quedaba el vestido. Sam levantó la vista y vio que Evie se lo apretaba aún más, haciendo que Mal jadeara.
—¡Oh! Okay, Evie, ahora sí que no respiro—.Se quejó Mal, intentando recuperar el aliento mientras Evie arreglaba la parte trasera del corsé.
Evie se encogió de hombros descaradamente ante su amiga.—Bien, respira después del baile—.Afirmó Evie con seriedad, dando un paso atrás para mirar el trabajo que había hecho.
—En realidad lo dudo—.Murmuró.—Tengo como 20 eventos más después, y ya he olvidado cual es cada evento—.Mal gimoteó, dispuesta a estar en cualquier sitio menos en Auradon. Evie la ignoró, murmurando 'Impecable' mientras le daba un beso de chef a sus dedos.
—¿Evie? ¿Sam?—
—¿Hm?—Contestaron ambas chicas.
—¿No has pensado sobre que estaríamos haciendo en la isla?—.Preguntó, su voz tomando la consideración mientras sus amigas la miraban asombradas.
Evie dejó escapar una risa seca.—Si, que divertida—,se rió, antes de jadear.—Quien estará en la tele—.
—La pareja real continúa con su viaje por el reino y cenó con Aladdin y Jasmine. Hace seis meses, nadie pensaba que el rey Ben y su novia del lado equivocado del puente. Mal debe estar contando los días para el Baile Real... cuando se convertirá oficialmente en Dama de la Corte—.
Mal estaba en la cama con Sam, que seguía muy concentrada en el trabajo que tenía que terminar para su clase de inglés. Mal tenía que leer el mismo libro, ya que estaban en la misma clase, pero lo había olvidado por completo. Agarró su libro de encantamientos, Evie se giró para mirar.—Léelo pronto, no tardes mucho. No olvidemos lo que busco—.Cerró su libro de encantamientos, agarrando el otro y lanzando el hechizo, antes de hojear ampliamente el libro.
Evie se acercó a la cama.—Conozco tu secreto de Mal para ser una dama, y a Ben no le gustaría nada—.Mal puso los ojos en blanco ante el comentario de Evie, antes de volver a su libro.
—¿No ha habido ya suficientes secretos entre los dos?—.Sam finalmente habló, apartando los ojos del libro para mirar a Mal.
—Sam, recuerdas cómo era yo antes de usar mi libro de encantamientos. Era un completo desastre—.se quejó Mal, lloriqueando.
Evie la miró con severidad.—Bueno, me parece, como tu mejor amiga, que este libro de encantamientos...—.
Mal jadeó ruidosamente, tratando de alcanzar el libro.—-Pertenece al museo, junto con mi espejo—.
Mal puso cara de cachorrito, esperando hacer ceder a Evie.—Cambia esa mirada—.Mal empezó a hacer pucheros, haciendo reír a Sam.—Cambia esa cara. Mm-hmm.—Mal suspiró.—Es la verdad—.
Evie dejó el libro sobre una cómoda mientras Mal empezaba a hablar de nuevo.—¿No extrañas un poco hacer lo que quieres y no cumplir reglas?—,preguntó.
—¿Robar, engañar y pelear?—.preguntó Evie.
La cara de Mal se iluminó, con la esperanza en su corazón de haber convencido a Evie.—¡Sí!—
—¡No!—
—Un poquito—.Murmuró Sam.
—¿Qué?—Mal hizo un mohín; su voz se llenó de tristeza.
—¿Por qué extrañarlo? M, ven aquí—.Evie tomó a Mal de la mano y la obligó a mirar el cuadro de Auradon que había en su habitación.—Mira dónde estamos. Estamos en Auradon. Y somos chicas de Auradon ahora—.
—¿Lo ves? Ésta es la tierra de las oportunidades. Seremos lo que sea que desemos ser. Te lo suplico, dejemos atrás el pasado, ¿okay?—.concluyó Evie, observando cómo Mal asentía con tristeza.—A ver, ¿no te gustan? Son hermosas—,la miró boquiabierta, tratando de animarla.
—Mm. Hermosas—.Mal se rió un poco.
—Ahora cámbiate de vestido—.le ordenó Evie.—Cuando termine la prueba del vestido de Sam, ¡vamos a reunirnos con los chicos!—.
—Evie, no creo que quiera hacer el mío justo aho...—
—¡Sube al estrado Sam!—
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