⊱Jay⊰
Entré en la fría habitación y vi su lindo rostro recuperado, sin ojeras, sin marcados pómulos, solo sus lindas mejillas con hoyuelos resaltantes por su sonrisa de pequeños dientes, y un hermoso color de piel. Sus ojos se veían grandes e iluminados y desbordaban felicidad, era el Jungwon que siempre había querido ver y estaba plasmado en una fotografía rodeada de flores.
Sentí la temperatura subiendo en mi nariz y ojos. Me arrodillé en el piso sin dejar de ver su rostro, apoyé las palmas de mis manos en el piso y luego mi frente sobre ellas, rompiendo en llanto otra vez.
Él ya no estaba más.
Todavía en mi mente martillaba el recuerdo del despertar de esa mañana. Su cuerpo frío entre mis brazos y el darme cuenta de inmediato de como ya no respiraba. Grité como un loco su nombre como si pudiera despertarlo, rogando que por favor solo se tratara de una horrible broma, pero ahí estaba... sin vida.
Lo abracé preguntándome qué es lo que había pasado, si todo había estado saliendo bien, él estaba feliz, todos estamos con él, y solo había tenido una recaída por la anemia. Entonces, mi mente hizo clic en ese instante, cuando revisé sus exámenes no todo estaba bien y yo me había confiado de ello. Podría haber hecho algo si me hubiese dado cuenta y eso era lo que más me pesaba.
Sentí una mano sobre mi espalda dándome palmadas suaves. Me incorporé nuevamente y vi a Haneul a mi lado, con el contorno de sus ojos rosados e hinchados, me dio una sonrisa que me transmitió mucha calma y luego me abrazó.
— Jungwon fue feliz, Jay — me dijo — él se esforzó mucho por mejorar, pero esto no estaba en sus manos — y yo asentí porque tenía razón, pero aun así me dolía demasiado. — Su madre ahora lo está protegiendo.
Más tarde, cuando estuve más calmado, presenté a Haneul con los miembros, todos le dieron una cálida bienvenida siendo muy agradecidos por su rol en la vida de Jungwon, uno muy importante, y además en nuestra propia vida. Esa noche cenamos todos juntos, recordando lo feliz que había sido Jungwon en el último tiempo, mientras que yo, podía entender ese sentimiento extraño de la última noche con más claridad. Parecía una despedida, él no pensaba en el futuro, él me confesó sus sentimientos por mí y fue valiente para pedirme hacer cosas que quería experimentar por primera y última vez, y me daba un gran alivio haberlo hecho, no estaba arrepentido porque pude verlo feliz en sus últimos instantes.
— Jay, quiero darte algo que Jungwon me pidió que guardara ese día — me dijo Haneul, apartándonos un poco del grupo en el que estábamos.
Me extendió una pequeña bolsa que contenía la libreta azul con el nombre de Jungwon en ella.
— ¿Por qué te la dio?
— Porque en ella escribió las cartas que dejaría antes de su intento de suicidio. — explicó en un murmullo suave — él no quería que nadie las leyera, pero creo que es correcto que tú las tengas.
Algo en mi pecho se hundió, pero guardé la bolsa y solo la quise ver hasta que llegué a casa, cuando ya nos habíamos despedido de él. El ambiente en casa era silencioso y lúgubre por lo que escapé a la que solía ser la habitación de Jungwon, quería darme privacidad junto a su recuerdo.
Dejé la bolsa con la libreta sobre la cama y la miré con algo de temor. No sabía a qué iba a enfrentarme, sus más tristes sentimientos estarían plasmados ahí y no quería tener esa imagen de Jungwon nuevamente. Revisé nuestra conversación de chat y repasé las imágenes que me había enviado ese día, las conversaciones eran breves porque él me había evitado la mayor parte del día, hasta que encontré la foto con aquella figurita de Tamama que me quería regalar. Lo cual despertó mi curiosidad por saber qué había sucedido con ella, quizás la había perdido entre todo lo que vivió, pero cuando por fin me di el coraje de abrir la bolsa, encontré en el fondo la pequeña figura. Eso me hizo tan feliz que lloré de nuevo, y entonces abrí la libreta, pasé un par de páginas hasta encontrar la primera carta, su letra era desordenada y temblorosa, imaginar el estado en el que estaría en ese momento me dolía. Era una carta para Junho.
"Querido Junho: sí, te quiero mucho, siempre protegiéndome como un padre, no imagino todas las preocupaciones que debí darte, perdóname por eso. Hiciste un gran trabajo cuidándome y encargándote de que tome todos mis medicamentos, pero ya no tendrás que preocuparte por eso, por favor consigue una novia y se feliz, lo mereces. Y no te culpes por esto, no es tu culpa, es solo mía ¿Bien? Soy el único que puede cargar conmigo mismo, así que me encargué de ello.
Tu hijo postizo, Jungwon."
De inmediato pensé en que Junho debía verla. Sin embargo, al pasar a la siguiente página me derrumbé cuando lo primero que leí fue mi nombre.
"Jay hyung, gracias por estar a mi lado, eras lo único que me daba fuerzas, pero no podía seguir estando a tu lado cuando tengo sentimientos por ti"
"Jay hyung... perdóname, no pude seguir"
"Quiero descansar..."
"Jay hyung... "
"Perdón... a todos, la colina está cerrada y la avalancha es muy pesada, destructiva, absorbente, o estoy al borde del acantilado, la bolas de nieve me empujan los pies, perdón a todos por no retroceder, por no intentar buscar una salida, yo... me dejo caer"
Sin embargo, a pesar de haber leído aquellas letras entre rayones de frustración y tristeza de Jungwon, me sentía feliz de que ese viaje cambió algo dentro de él, y de que Haneul había sido un factor muy importante para él, por lo que decidí estar en permanente contacto con ella.
Algún día nos reunimos a tomar un café y me contó todo desde su perspectiva, y fue lo más hermoso que pude haber escuchado alguna vez. Jungwon siempre fue mucho más fuerte de lo que él mismo sabía y creía, y vivió su vida dando lo mejor de sí mismo para él mismo. Eso me hacía sentir orgulloso de mi mejor amigo y aunque fuera difícil continuar sin él, por siempre lo llevaría dentro de mi corazón.
⊱🧷⊰
Muchas gracias por leer esta historia, es de mis favoritas que se me han ocurrido, jamás voy a soltar a este Jungwon, y siempre estaré de luto por él, es el personaje más fuerte que he creado, amenlo mucho también ♥︎
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𝖳𝗁𝖾 𝖡𝗈𝗋𝖽𝖾𝗋𝗅𝗂𝗇𝖾 › 𝙅𝙖𝙮𝙬𝙤𝙣
FanfictionEsta es la historia de cómo Jungwon emprende un viaje para acabar con su vida, en donde atraviesa un complejo espiral reflexivo sobre sus principales problemas y la manera en que su mente no le permite encontrar una salida, siempre llegando al mismo...