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El pañal para piscina era acolchado, algo vistoso, tomando en cuenta que era todo lo que traía puesto, con un color azul marino muy visible sobre el que estaban estampados delfines. Max se ruborizó al darse cuenta que era la primera vez que estaría así ante el equipo, gente que antes lo respetaba lo vería hacer el ridículo. Todos los estaban esperando, algunos compañeros incluso ya estaban dentro haciendo calentamiento.

El entrenador, un hombre con barriga prominente, alto, con una abundante mata de vello negro en pecho los vio entrar, acto seguido sonó su silvato, llamando la atención de todos.

Los chicos que nadaban y hacia ejercicios miraron a Max llegar.

Aquí viene… pensó Max. Seré la burla de todos.

"Vaya, vaya… el bebé del equipo se apareció por fin." Declaró el entrenador, poniendo sus amplias manazas sobre las caderas, la pose te hacia dirigir la atención sus pantaloncillos cortos de deportes y a su gruesa masculinidad que hacia bulto visiblemente tras la tela roja; era un señor muy intimidante. "Por la demora y por esos ojos llorosos intuyo que ALGUIEN hizo un berrinche otra vez."

Max bajó la cabeza, el entrenador estaba a punto de lanzar una pulla y herir su masculinad, como hacia con todos los del equipo que consideraba débiles o inútiles.

"Todo bajo control, entrenador." De adelantó Sam. "Ya tiene el pañal cambiando y está listo para los ejercicios."

"Conque sí. Qué eficiente, Sammy. Muy eficiente. ¡Entonces a entrenar! Ustedes dos, 15 vueltas a la piscina, 15 flexiciones, 10 sentadillas y un ciclo de estiramiento."

"¡SÍ SEÑOR!" dijeron Max y Samwel, quien se pusieron en marcha, trontando al rededor de la piscina.

El entrenador era el mismo de siempre, pero por alguna razon no sacó  a relucir lo patético que se veía en pañales. 

Mientras trotaban, los chicos del equipo se digirian a Max.

"Hey Max. ¿Pañal nuevo?"

"Hey Max, ¿viste la película de ataque alien? Deberiamos verla esta semana en casa de Henry."

"Max, amigo. No llores, sabes que el entrenador necesita apareto de audiodicion."

¿Que les pasaba a todos? En su tono de voz, pese a lo que decian, no encontraba burla. Pero mientras hacía sentadillas, Sam le dijo:

"Tienes mucha suerte, Max. El equipo te apoya mucho a pesar de todo."

Eso sorprendió al chico. No entendía nada. Antes, creía que todos le tenían envidia de algún modo, por eso no eran tan amigos, pero ahora le hablaban muy abiertamente y hasta sonreían.

"Pensé que no les caía bien…"

"¿Estás loco?" Dijo Sam. "Antes de que entraras en el equipo todos estaban tensos porque el entrenador nos torturaba. Pero cuando entraste el entrenador se hablando contigo y con el resto. Te da trato preferencial pero… oye eres como el concentido de todos."

"No hablas en serio." Max estaban muy confundido. "No es posible que los chicos me… me consientan."

"Aparte de tonto ciego. ¿Por qué crees que nadie te molesta si andas con nosotros? Nosotros te defendemos. Eres como el hermanito pequeño de todos."

"Pe-pero soy casi más alto que algunos."

"Tú sabes a qué me refiero… tus pañales, bobo. Eres el eslabón más débil y por eso te cuidamos. Por eso y porque eres el que mejor nada. Sin ti quizas no ganaremos la competencia. Con el dinero del premio vamos a poder repintar y remodelar  las piscinas y las duchas del gimnasio… estoy harto de ducharme con agua fría."

A Max casi le dieron ganas de llorar… de modo que era eso, le caía bien a los del equipo por su talento.

El entrenador los hizo hacer competencia de relevos. El equipo de Max ganó, pues aunque tuviera un bulto que le estorbaba, sus piernas aún eran fuertes y poderosas, de modo que era más rápido que todos. Sus brazadas le daban mucho impulso y sus zambullidas seguían dándole mucha ventaja.

Al final, el entrador hizo al equipo ganador dar 10 piscinada en estilo libre y los mandó a todos a las duchas.

"Buen trabajo, amiguito." Dijo Lucas, quien le dio una nalgadas sobre el plástico de su trasero. "Sigue así."

"Gr-gracias."

"Vas mejorando, bebote." Dijo Klark, dándole otra nalgada que lo hizo dar un respingo.

"¿Algún día nos dejarás ganar, Max?" Había dicho Waldor de camino a las duchas, revolviendole el cabello.

Max no estaba preparado para lo que pasaría después.

EL DESEO DE MAX Donde viven las historias. Descúbrelo ahora