9.
Notaba que su pañal estaba pesado, se ruborizó y ligeramente se exitó al darse cuenta que ni siquiera se dio cuenta. Estuvo tan ocupado que no supo si había ocurrido cuando el entrenador gritó o durante la competencia. Esto era ser incontinente. Un hormigueo de placer lo recorrió, la fantasía vuelta realidad tenía sabor agridulce. Y al final no importaba, porque todos en el equipo sabían que necesitaba pañales. Pero aún así…
Cuando todos empezaron a quitarse los trajes de baño y se metieron en las ducha a hablar en voz alta Max se quedó paralizado.
Vio el miembro de Klark, alargeado y fino. Tambien el de Waldor, gordo, chato y peludo, pero indudablente superior al suyo. Todos eran más grandes que él ahora. Se sentía el verdaderamente el eslabón más débil del grupo. Su estatura y porte major que el resto empeoraba la situación, ya que nadie esperaba que su entrepierna estuviera infradesarrollada en comparación a todo lo demás. De ser enano (pero bien dotado) como lo era Billy no se senria mal en las duchas, sin embargo…
"¿Qué esperas, Max?" Preguntó Sam frunciendo el ceño. "¿Te vas a quedar ahí parado? Ve a bañarte."
"Oigan, me acabo de dar cuenta de algo" dijo Klark. "Max nunca se ducha con nosotros. Siempre va a uno de los cubiculos privados.
"Es verdad" aseguró Waldor. "¿Qué te pasa Max, no somos amigos? Todos ya nos conocemos. Somos un equipo."
"Yo… no… eh… es que tengo verguenza."
"No seas tonto. Es para reforzar la amistad."
"Chicos, no creo que debamos obligarlo, recuerden lo sensible que es." Intervino Sam. "Si no quiere no deberiamos forzarlo"
"Por favor." Klark corrió detrás se Max y lo tomó por los brazos. "Es por el bien del equipo."
"¡A ver qué esconde!" Waldor corrió hacia él y le abrió el pañal mientras Max se retorcía. Todo pasó tan rápido que ni Sam ni Max reaccionaron a tiempo para evitarlo.
El pañal cayó al suelo revelando la lampiña superficie del pubis y la herramienta que apenas colgaba ahí; corta, erecta y patética.
Klark dejó de sujetarlo o Max se liberó por la fuerza.
Max se cubrió con ambas manos. Todos los chicos se quedaron en silencio durante unos segundo que se sintiero eternos.
"Es diminuto…" dijo Waldor. Su labios dieron forma a una sonrisa divertida y retorcina. "Awwwnn, ta chiquito, Klark, ¿te lo puedes creer?"
"Santo Dionisio. LO SABIA. Por algo no salía nunca por ahí sin toalla."
Max se sintió morir, resucidar y volver a morir, todo en breves instantes. Los comentarios de su dudosa virilidad eran como puñales que dejaban un rastro rutilante y doloroso. Se sintió humillado y tan abajo de todos como nunca antes estuvo. Ni siquiera el humillante momento en que su padre lo puso en su lugar azotando sus blancas posaderas fue tan traumetizante. Pues antes, por mísera que fueran sus diferencias, Max estaba en un estatus distinto, casi superior al de sus iguales, hoy ya no. Hoy era menos que un niño para ellos.
"Chicos, no es para tanto. Recuerden que Max es un bebé." Dijo Sam.
Max no sabía si lo estaba defendiendo o rebajando. Era como si le cabaran una fosa profunda y en la lápida no ponia su nombre, en la lápida decia "bebito." Así lo estaban viendo y así lo enterrarian.
"¡Ja! Es verdad. No sé que esperaba." Exclamó Waldor. Acercandose a Max para pellizcarle las mejillas. "Nuestro amiguito Max es un tierno niñito de mami… Por eso no creces, porque todos te miman ¿no? Max, de haberlo sabido te hubiera tratamo mejor. ¿Queries que te compremos un helado luego?"
En ese momento algo (un ente rabioso y cegado) se apoderó de Max, las cosas llegaron demasiado lejos, tanto que resultaba ridículo. Waldor no era nadie para hablarle así. Anteriormente ese cretino era las más corto de todos. ¿Ahora venía a chiquitearlo a él? QUÉ IMBÉCIL.
Max apretó el puño. Usando una gran fuerza bruta su mano voló por el aire; le dio un puñetazo a Waldor en la cara. Las articulaciones de los dedos de Max sonaron con un dulce tronido.
Waldor inmediatamente resvaló sobre los azulejos del baño; se despatarramó contra el suelo ruidosamente, el sonido de su carne al caer resonó como un eco por el lugar.
En lo que se demoran un par de latidos se llevó una mano al rostro. El ojo libre de daño veía asustado al agresor.
Todos los otros chicos se quedaron de piedra, congelados por la acción tan anticlimatica. 7 ojos observaron directamente a Max, el chico incontinente y aparentemente agresivo.

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EL DESEO DE MAX
DiversosMax y Billy son mejores amigos. Billy tiene problemas para mantenerse seco durando la noche y Max es todo lo contrario. Sin embargo, están en MiddleTwon. Y en MiddleTwon pasan cosas extrañas una vez al año. Max pedirá un deseo que llenará su vida...