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(De momento os dejaré solo con los 5 primeros por hoy)

La mañana llegó antes de lo que él hubiera querido. Estaba soñado que vivían en un mundo de caramelo y conducía un auto hecho de galletas que estaba fuera de control y sin frenos. Al chocar cayó sobre malvaviscos y luego empezó a llover cerveza de raiz. Era dulce y le mojó la cara y cuerpo entero y estaba cálida.

Al abrir los ojos, lo unico cálido que sintió fue su entrepierna. Podía sentir una debil erección frotarse contra su grueso pañal. Cuando apartó las sábanas notó que no se podía aprecia el bulto de su virilidad en medio de toda la superficie amarillentada.

Se sonrojó, mordiendose los labios. Era como un sueño hecho realidad, se había mojado sin darse cuanta tan siquiera, pasó de largo la noche y se despertó con que su pañal estaba a reventar. Ni siquiera recordaba haber tomado liquidos la noche anterior. Una sensacion placentera lo hizo sonreír cuando tocó la superficie del pañal y la palpó. Cuando se movía, sentía la ligera estimulacion del material sintetico y suave contra la piel. Este era su premio, esta sensación. Se sentía pequeño e inofensivo, se sentía lindo, chiquito y necesitado... y de pronto se abrió la puerta. De un portazo.

"Oye mocajamas, hora de levantarse."

Era Wendy, ya alistada con su uniforme. El cabello largo le caía por los costados, enmarcando su rostro en una mirada de decisión.

"Wendy? Pero es... muy temprano todavia."

"A los bebés hay que prepararlos de antemano. Eres todo un costal de responsabilidad ¿sabías?" Ella le arrebató la manta. Dejando expuesto su pañal empapado.

Wendy lo tomó por los tobillos y jaló su cuerpo al borde de la cama. Las sábanas se desprendieron de sus esquinas en el proceso.

"We-Wendy. ¿Qué haces?"

Ella desprendió las cintas y le quitó el pañal. Su virilidad apuntaba hacia arriba, y temblaba. Pero, ¿quién podría darse cuenta si estaba teniendo o no una erección salvo él? Ciertamente Wendy no lo notaba.

Ella lo tomó en brazos. A Max casi le da un infarto. Era imposible lo fuerte que era ella. ¿O tal vez fuera que él era más ligero? No se notaba fisicamente más pequeño o con menos músculo pero la fuerza que su hermana mayor mostraba no la recordaba de antes.

Tiró a Max dentro de la tina del baño. El agua chapoteó y cayó fuera, mojando el suelo. Todo era tan rápido que al chico no le dio tiempo de protestar. Su hermana lo frotó vigorosamente y le puso champús para bebés en el cuero cabelludo.

"¡Ay! No seas brusca!"

"Tengo prisa, carajo."

Ella le enjuagó el cuerpo apenas lo suficiente y lo sacó de ahí envuelto en una enorme toalla. Esta vez lo empujaba fuera del baño y sobre la cama sin tender. Buscó ropa mas aceptable: pantalones azules, gorra, y camiseta roja sin dibujos. Era ropa de gente normal. Y juego cuando creyó que ella buscaría unos slips blancos de su cajon de slips blancos, porque eso era todo lo que él usaba antes... ella extrajo un pañal rosa. No tan grueso como el blanco que usó para dormir, pero suficientemente grueso para notarse un poco.

"¿ROSA? Hermana, yo..."

"Sin excusas" cortó ella antes de que el chico tuviera tiempo de protestar. Le dio un zape en la boca. "Este es el pañal de diario que te queda. Los demás son para dormir. Ahora abre las piernas."

Así lo hizo él, no sin cubrirse la cara de vergüenza. Ella hizo prácticamente todo el trabajo de vestirlo y prepararlo. Lo llevó a empujones a la parada de bus y le puso en una lonchera en la mano, una lonchera de Scooby-Doo.

"Estás por tu cuenta. Se me hace tarde. Te portas bien. Si necesitas un cambio le dices a la enfermera. Y nada de berrinches. En tu mochila hay un pañal para la piscina, hoy tienes entrenamiento, que no se te olvide."

"¿ENTRENAMIENTO?"

Un frio gelido le recorrió la espalda. Cierto que él pertenecía al equipo de notación... ¿lo obligarian a usar pañal en la piscina? Prefería usar un traje de baño, pero si lo hacía todos verían...

"Sabía yo que se te había olvidado. "Wendy puso los ojos en blanco". Que no se olvide ir. Tienes que competir en la final estatal de natación. Le prometiste a papá que ganarías."

"Yo hice eso... pero es que..."

Lo hizo antes de desear tener esta vida. ¿Qué dirían sus compañeros de él ahora? Antes les infundia respeto porque era el mejor nadando y todos le temían. En las duchas solía atraer miradas discretas porque no tenía reparo en caminar sin toalla, pues estaba orgulloso de su herramienta, pero ahora...

"Mira, se lo prometiste a papá. Si no ganas va a estar triste. Sabes lo importante que es para él que su bebé se lleve el oro. Si no ganas aparecerá el colombiano."

"Su bebé..." repitió él.

Su padre lo veía como su bebé, ya no como su muchacho, su hijo varón o el hombre de la casa, ahora era su bebé. El estómago se le revolvió pese a no tener nada dentro.

El autobús escolar apareció. Wendy le dio en besó en la frente y se despidió con la mano. Max se metió en el bus, y cuando se dio la vuelta para mirarla lastimeramente, ella ya no estaba.

EL DESEO DE MAX Donde viven las historias. Descúbrelo ahora