A primera hora de la mañana salieron de la casa para dar un paseo: Jungkook llevaba una cesta de picnic y ella una manta. ________ se había llevado muy poca ropa, y para salir al campo se había tenido que poner un vestido de doncella que Jungkook había encontrado en las habitaciones del servicio. No se ajustaba nada a su cuerpo, pero por una parte le gustaba más que sus vestidos habituales. Estaba sorprendida de estar tan relajada, sabiendo lo que les esperaba.
Aquella mañana, tras otra sesión de amor apasionado, Jungkook había intentado convencerla de que se fuese al pueblo y lo esperase allí, pero ella se había negado rotundamente. No estaba dispuesta a retirarse. Él calculaba que aún faltaba más o menos un día, tal vez más, para que Avendale apareciese. ________ no estaba segura de que llegase a hacerlo.
Pero estaba encantada ante la perspectiva de ir de picnic con Jeon.
Anduvieron durante un rato hasta que llegaron a un estanque. Mientras él tendía la manta, ella le preguntó:
—¿Hay peces aquí?
Jungkook se detuvo, la miró y luego miró el agua.
—Supongo que sí.
—¿Nunca has venido a pescar?
Él cerró los ojos y negó con la cabeza.
—Creo que no. No.
—¿Tienes jaqueca?
Jungkook abrió los ojos y sonrió.
—Sólo un poco. Pronto se me pasará.
—Me pregunto qué será lo que te la provoca.
—La gente sufre jaquecas continuamente. No es nada raro.
—Yo no las tengo nunca.
—Pues eres muy afortunada.
La cogió de la mano y la ayudó a sentarse en la manta. ________ miró a su alrededor.
—¿No crees que deberíamos estar más alerta?
—Ya lo estaremos esta noche. Tengo varios hombres vigilando las carreteras. Imaginemos que no pasa nada sólo algunas horas más.
Sirvió un poco de vino para cada uno y sacó un trozo de queso de la cesta.
________ bebió un sorbo de vino.
—¿Quieres escuchar una tontería?
Él se le acercó a ella y le dio un beso.
—No creo que nada de lo que digas sea una tontería.
—Quizá sólo sean ilusiones mías, pero no creo que a Frannie le parezca mal lo que ha pasado entre nosotros.
Jungkook apretó los dientes.
—No tengo ninguna intención de contárselo.
—No, no esperaba que lo hicieras. Sólo te lo comento por algo que me dijo.
Él entrecerró los ojos.
—¿El qué?
—Cuando le dije que no quería que te enfrentases solo a Avendale, me animó a venir contigo. Incluso añadió que no debía dejarte por las noches. Creo que me estaba dando permiso. —Al decirlo en voz alta, sonaba incluso más absurdo de lo que se lo había parecido cuando sólo era una idea a la que daba vueltas en su cabeza — . Suena un poco ridículo, ¿no? Si fueras mío, estoy segura de que nunca le daría a otra mujer... —Se calló y miró a su alrededor—. Me estoy metiendo en un pozo bastante profundo, ¿verdad?
—¿Te sientes culpable por lo que ha sucedido esta noche? —preguntó él.
—Ya sé que es extraño, pero no. ¿Y tú?
—Sé que debería, pero no. Supongo que es porque Frannie aún no me considera suyo. Estoy empezando a darme cuenta de que para ella sólo soy uno de los chicos de Feagan y de que tú tenías razón en lo que dijiste. Tengo que pasar más tiempo a su lado. Me temo que nuestros sentimientos están basados en nuestra infancia y no en nuestra madurez.
Oh sí, el pozo en que se había metido era monstruosamente profundo. Tan profundo como para ahogarse en él. Ojala se hubiese guardado sus pensamientos.
—¿Si te pregunto por tu niñez me dirás que no es la mejor conversación para un picnic?
Él sonrió. A ella le encantaba verlo con aquel aire tan despreocupado. Suponía que no debía de disfrutar de muchos momentos como ése y se deleitaba con cada uno de los que compartían. Jungkook se tumbó a su lado, se apoyó en un codo y la observó un momento antes de preguntarle:
—¿Qué quieres saber?
________ estaba aturdida y... ¡maldita fuera!, no se le ocurría ni una sola pregunta. O no se le ocurría ninguna que no pudiese estropear el buen humor de él. Pero había tantas cosas que quería saber...
—Tú mataste a Geoffrey Jeon.
Él hizo girar el vino dentro de la copa, bebió un sorbo y asintió.
—¿Cómo?
—Lo apuñalé.
—¿Cómo supieron que habías sido tú?
—Había un testigo.
—¿Me vas a obligar a hacer todas las preguntas? ¿Por qué no me cuentas la historia?
Jungkook se bebió todo el vino de la copa y se sirvió un poco más.
—No es una historia bonita, ________.
Ella alargó el brazo y le rozó la cicatriz del dedo.
—Nada de lo que me digas podrá cambiar la opinión que tengo de ti.
—Pero lo que pasó no me atañe sólo a mí.
—Por favor. Ya sé que le mataste por Frannie, así que sé que algo terrible tuvo que sucederle. Ya me imagino qué pudo ser.
—Pero no creo que puedas imaginarte lo brutal que fue. — Bebió otro sorbo, como si lo necesitara para tener el valor suficiente—. Algunos hombres prefieren estar con mujeres vírgenes. Así les es más difícil contraer enfermedades venéreas. Y las niñas suelen ser vírgenes. Hay hombres que raptan a las niñas de la calle y las llevan a un burdel; una vez allí, las atan a la cama para que les resulte más sencillo arrebatarles la virginidad.
________ estaba horrorizada.
—¿Y eso fue lo que le ocurrió a Frannie?
Él negó con la cabeza.
—Geoffrey Jeon no la ató porque prefería que las chicas se resistieran. Y Frannie se resistió. Nosotros, Jimin, Tae y yo, sabíamos dónde estaba, pero llegamos demasiado tarde. Cuando la encontramos estaba herida y no dejaba de sangrar. Yo la llevé en brazos hasta casa de Feagan. No derramó ni una lágrima. Siempre he pensado que debería haber llorado, pero no lo hizo.
________ deseó no haberle pedido que le contase los detalles, pero ahora que los sabía, le entendía mucho mejor; y no sólo a él, sino también su relación con los demás. El vínculo tan intenso que tenían.
—¿Cómo identificaste al culpable?
—Cuando Frannie se recuperó, Jimin y yo la volvimos a llevar al burdel. Nos escondimos en la calle y observamos a los que entraban y salían. Jimin sabía lo que yo iba a hacer, pero Frannie pensaba que sólo íbamos a darle una paliza al hombre. Cuando ella señaló, yo hice lo que había planeado. Crucé la calle y antes de que pudiese abrir la puerta, le clavé el cuchillo. Por desgracia, ya había llamado y la madame salió a abrir. Me vio y gritó, y el destino quiso que hubiese un maldito policía justo en la esquina.
»Ni siquiera intenté huir. Poco después, Tae averiguó que Geoffrey Jeon iba cada miércoles al burdel en busca de una virgen. Pero sus pecados no eran tan graves como los míos porque él era un noble, así que lo que me esperaba a mí era mucho peor.
—Se merecía lo que le hiciste.
Esbozó una sonrisa burlona.
—Siempre lo he creído. Ahora ya conoces mi sórdido pasado. Cuando el anciano conde llegó a Scotland Yard para enfrentarse al chico que había matado a su hijo, decidió que yo era su nieto.
—¿Por qué?
—Por mis ojos. Todos los miembros de la familia los tienen de este color.
—Es verdad. Conozco a Marcus Jeon y los tiene como tú.
—Sí.
—Pero seguro que hubo algún otro motivo.
—Me hizo preguntas. «¿Recuerdas a un hombre alto de pelo oscuro?» «Oh, sí señor, lo recuerdo.» «¿Tu padre?» «Oh, sí, señor.» Me cogió de la mano. —Jungkook negó con la cabeza —. En realidad me lo puso muy fácil.
—No recordabas nada de eso.
—Claro que no. — Se empezó a frotar la frente.
—¿Tienes jaqueca?
—Sí, creo que son las flores de este sitio. El olor es demasiado intenso.
—Ven, apoya la cabeza en mi regazo.
Él no vaciló. Se acercó a ella e hizo lo que le decía. ________ empezó a masajearle las sienes y Jungkook emitió un suave ronroneo.
—Casi podría decir que vale la pena tener estos dolores para gozar de tus tiernos cuidados.
—Tus jaquecas me preocupan.
—Hace años que las tengo. Aparecen y desaparecen. No tienen ninguna importancia. Si se tratara de algo grave, ya estaría muerto.
Ella le sonrió mientras observaba su rostro y deslizaba los dedos por encima de su nariz.
—¿Qué te pasó aquí?
Me metí en una pelea. En la cárcel no separan a los niños de los adultos, así que estábamos a merced de los peores delincuentes de la sociedad. Algunos de los presos merecen sobradamente estar allí. Pero ahora sí te digo que ésta no es una conversación agradable para un picnic. Háblame de tu hermano.
—¿De Sterling?
—¿Acaso tienes otro?
Ella se inclinó y le besó la punta de la nariz. Luego siguió masajeándole las sienes.
—Ya te lo dije. Él y mi padre se pelearon, pero no sé por qué.
—¿Cómo está tu padre?
—No muy bien. Cada día se lo ve más pálido y delgado. No puede hablar, no puede decirme lo que quiere. Yo quería sacarlo un ratito al jardín, pero su médico no está de acuerdo.
—Si le diesen a elegir entre pasar sus últimos días postrado en una cama o en un jardín, estoy convencido de que cualquier hombre inglés elegiría el jardín.
—¿Crees que debería ignorar los consejos del médico?
—Creo que deberías hacer lo que tu corazón te diga que es lo correcto.
________ le rozó los labios con los suyos.
—Gracias.
Jungkook se incorporó, se dio la vuelta y cubrió su boca con la suya; la besó con apetito al tiempo que la acostaba sobre la manta. Sabía a vino. ________ pensó que jamás volvería a beber vino sin pensar en él.
Ella hundió los dedos en su pelo y se lo imaginó correteando por las lúgubres calles de Londres siendo sólo un niño; supuso que entonces debía de ir muy despeinado.
A lo lejos se oía el mar y _________ pensó que si caminaban un poco más, llegarían a los acantilados.
Se separó ligeramente de él.
—¿No hay ningún retrato de cuando eras niño?
—No.
A veces resultaba muy difícil sacarle información. No porque fuese obstinado, que lo era, sino porque cuando ella lo miraba, veía al conde de Jeon Jungkook, en cambio cuando él se miraba al espejo veía un impostor.
—¿Hay algún retrato del nieto del conde anterior a tu llegada?
Él le dedicó una indulgente sonrisa.
—Estás intentando encontrar algo en mí que no existe.
—Entonces hay uno.
—Sí, en la estancia que el anciano llamaba el Salón de la Condesa.
—¿Me lo enseñarás?
—________...
—Por favor. No intento demostrar que seas Jeon, de verdad. Pero el conde debió de ver algo en ti, y si me enseñas el retrato, podré imaginar mejor cómo eras de niño.
—¿Para qué quieres...?
Ella le puso un dedo en los labios.
—¿Acaso te estoy pidiendo demasiado?
Jungkook arqueó una ceja y ________ se echó a reír al tiempo que ponía los ojos en blanco.
—Está bien. Supongo que sí.
Él la besó en la frente, en la nariz y en la barbilla.
—Pero no me has pedido nada que no esté dispuesto a concederte.
A ella le encantaba esa faceta de Jungkook. Adoraba esos momentos en que no se mostraba sombrío y meditabundo, cuando bromeaba, cuando la hacía sentir tan feliz de estar con él.
Se levantó y la ayudó a ponerse en pie. Luego recogieron las cosas del picnic.
El viento empezó a soplar y las hojas de los árboles susurraron. ________ miró en dirección a la carretera, tuvo un presentimiento y se estremeció. Sin embargo, no sabía cuál era el verdadero motivo de su inquietud: quizá fuese porque iba a ver al verdadero conde de Jeon, pero tal vez el motivo fuese más siniestro.
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EN LA CAMA CON EL DIABLO (JUNGKOOK)
RomanceEN LA CAMA CON EL DIABLO Le llaman el conde Diablo; un canalla acusado de asesinato, que creció en las violentas calles de Londres. Una dama decente arriesga mucho más que su reputación cuando se asocia con el diabólicamente apuesto Jeon Jungkook, p...