Incluso si no fueras tú •Bakutodo•

16

Izuku pensaba que Hitoshi hablaba de su padre cuando se refería a conocer a alguien que borraría lo que hiciera endeavor, no del director nezu.

Pero por alguna razón no le sorprendió tanto.

Hitoshi le había contado que lo conoce prácticamente desde que nacio, el director nezu tenía de alumno personal a aizawa y cuando se enteró de su pequeño "accidente" no pudo expulsarlo y aizawa no quería abortarlo, por lo que terminó teniéndolo.

La ayuda de su madre, su pareja y nezu hicieron que Hitoshi pudiera conocer el mundo. –incluso si a veces aizawa bromea con que nezu solo quería ver la combinación de quirks que resultaría—

Hitoshi aiyama shinsou.

El apellido shinsou venía de la madre de su padre, su apellido de soltera, ella murió cuando él tenía cuatro años por culpa de su destinado.

Él la dejo por otra Omega más joven después de haberla marcado y siendo su destinado, la sentenció a muerte, duró seis años antes de morir.

Aiyama es la combinación de los apellidos de sus padres, shota aizawa y hizashi Yamada.

Y así como ayudo a tiempo después dejar sin trabajo al padre biológico de aizawa, teniendo este que dejar el país para poder conseguir uno, posiblemente lograría ayudarlos.

Izuku se preguntaba porque habían tardado tanto en pedirle ayuda, quizás el miedo, quizás la insistencia de shoto de que estaba harto de su padre pero sin ponerle un alto.

Quizá el que shoto no les dijera que su padre lo golpeaba.

Aunque a veces hace más daño actuar que callar.

Para su suerte el directo estuvo de su lado, parecía que ya esperaba que lo buscarán así que cuando entraron les dijo que estaba con ellos y que no se preocuparan, para izuku y bakugo fue alivio y Hitoshi solo sonrió mientras agradecía.

Para izuku y bakugo –aunque no lo admitió– fue aterrador el intercambio de sonrisas que tuvieron ambos durante los segundos antes de abandonar la habitación.

Izuku se replanteo todas sus decisiones de vida y bakugo simplemente temió enojar aún más al pelimorado.

Con el directo nezu de su lado faltaba la parte más difícil, el que shoto aceptará la ayuda de bakugo.

Para bakugo no fue difícil decidir ayudarlo, no estaba enamorado de kirishima, nunca lo estuvo y esperaba haberle dejado claras las cosas en la pelea que tuvieron y de todas formas aún le debía una disculpa por humillarlo así en los pasillos.

Y sabiendo que la persona –¿rata?– más inteligente, director de una de las escuelas más prestigiosas de todo Japón estaba de su lado y lo ayudaría si endeavor quisiera hacerle algo, lo hizo sentirse mucho mejor.

Pero sabía que le había hecho daño a shoto y no lo aceptaría tan fácil, estaba seguro que posiblemente iba a rechazarlo tan pronto como lo viera e iba a inventar mil escusas y lo entendía.

Claro que lo entendía, bakugo se arrepintió de la forma en la que lo rechazó, pero endeavor lo obligó, y tenía miedo, era un cobarde.

Pero no iba a serlo más, iba a demostrarle que era verdad, que no estaba ahí ayudándole solo por alguna amenaza, solo porque era un héroe.

Lo ayudaría a confiar en él y no solo a shoto, también a izuku y Hitoshi, sobre todo el pelimorado, parecía tener algo en su contra y lo entendía Hitoshi siempre fue protector con los suyos y con shoto parecía tener un algo especial que no se podía explicar.

No era romántico, eran más como hermanos, como si Hitoshi lo concideraba parte de su familia, de su manada si hablamos de algo más primitivo.

Haría que los tres confiaran en el, les demostraría que si quería a shoto, y al mismo tiempo enmendaria sus errores del pasado, arreglaría su amistad con kirishima o al menos se disculparía con él y se ganaría el amor de shoto de nuevo, el bakugo de hace años no lo haría, posiblemente nisiquiera hubiera estado con kirishima en primer lugar, posiblemente le hubiera explotado la cara a shoto cuando de declaró.

Pero está vez no sería así, había crecido, madurado, las experiencias lo hicieron más inteligente, quizás no lo suficiente pero al menos sabía aceptar sus errores ahora y eso haría.

Y era momento.

Los tres llegaron a la enfermería, Hitoshi entro primero, pasaron algunos minutos dónde bakugo se sintió nervioso por saber de qué estaban hablando. Cuando salió se supo del que.

—Nezu acaba de enviarme un mensaje, la escuela tiene la tutela de emergencia de shoto todoroki mientras abrimos un caso de abuso físico en contra de endeavor —Aizawa habló y Hitoshi solo sonrió levemente a su lado—Bakugo —El rubio miro al profesor un poco asustado pero sin demostrarlo— Todoroki está bastante cansado ya que se está enfermando más, confío en que logres arreglar la situación sin alterarlo demasiado.

—Si sensei —Respondio el rubio con firmeza y luego le dejaron entrar.

Aizawa, Hitoshi e izuku se quedaron atrás, dándoles privacidad.

—¿Crees que este bien que los dejemos solos?— izuku cuestionó.

—Si shoto se altera más voy a golpearlo —amenazo Hitoshi mientras cruzaba los brazos.

—Sin violencia —aizawa lo regañó, provocando que Hitoshi soltará un "perdón papá" en voz baja y con vergüenza.

Solo hacía falta esperar, los tres estaban nerviosos y eso no iba a disminuir, muchas cosas podían salir mal, bakugo podía alterar más a shoto y él terminaría en el hospital, o peor aún, muriendo.

Shoto podría rechazar la ayuda y quedarían en un callejón sin salida, sin saber a dónde correr.

Esperaban que todo fuera bien.

Dentro de la habitación bakugo sentía que iba a explotar todo por los nervios, estaba sudando más de lo normal y eso es decir mucho a sabiendas que su don de por si lo hace sudar más que el resto, saludo a recovery girl en la entrada y ella solo lo miro de arriba a abajo señalando dónde se encontraba el chico.

Cuando llegó casi quiso volver en el tiempo y golpearse a si mismo, en la camilla se encontraba un shoto bastante pálido y con ojeras, comiendo un yogurt con fruta.

Apenas podía sostener la cuchara y si no lo hubiera visto ayer, pensaría que está en la fase terminal de alguna enfermedad, simplemente todo él gritaba "enfermo" no sabía que el duelo podía hacer eso tan rápido pero le daba miedo.

—¿Bakugo?—escuchó una voz rasposa preguntar, cuando dirijio su vista hacia los ojos heterocromaticos noto la mirada confundida en ellos.

—Hey...