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—Bien, entonces de nuevo ¿Por qué nosotros? —hitoshi pregunto por sexta vez en esos cinco minutos que llevaban caminando hacia el salón de clases.

—Porque decidiste ocultarle a tu papá que éramos pareja —Izuku se cruzó de brazos mientras miraba a todos lados buscando a alguien —Y sabe que odias a kaachan, así que, que mejor que ser tu quien tengas que decirle lo de shoto.

—Lo de nosotros es reciente por eso no le dije —Suspira —Bien, tendré que decirle al señor explosiones que si puede fingir amar a alguien mientras buscamos la forma en que no muera.

—Si lo dices así, suena mal— Izuku lo regañó.

—Es que está mal, sigo pensando en que mi opción era mejor —Izuku simplemente soltó un "ujum" como respuesta.

Hitoshi lo miro un segundo antes de abrazarlo por los hombros y darle un beso en la frente, Hitoshi no era bueno con las palabras pero si con las acciones.

Izuku se derritió ante su toque y sonrió levemente, el peliverde sabía que Hitoshi amaba demasiado a shoto como para dejarlo morir, incluso podría decirse que lo concideraba parte de su familia, como si fuera un hermano y haría cualquier cosa por él.

Pero tampoco iba a ignorar los sentimientos de izuku, por lo que si izuku decía que le molestaba esa idea, buscaría otra solución.

—Ya sabes, si te molesta algo que digo, dímelo —Hitoshi susurro justo antes de que llegarán al salón de clases, Hitoshi se separó de izuku y respiro ondo para poder calmarse, abrió la puerta y vio el panorama general, buscando una cabellera rubia y puntiaguda.

Cuando la encontró, estuvo a dos segundos de darse la vuelta y mandar todo a la mierda, pero se contuvo.

—Bakugo —Llamó — Necesito hablar contigo afuera —Todas las conversaciones pararon derepente, dejando en un silencio incómodo antes de que bakugo abriera la boca para contestar— Antes de que digas que no tienes nada de lo que hablar conmigo, si, si tienes y es importante, así que si no quieres que llame a aizawa-sensei para que él hable directamente contigo, vas a sacar tu maldito culo de esa silla y vas a venir —Silencio.

Hitoshi se impacientó, esperando una respuesta que nunca llegó, bakugo simplemente se levantó de la silla y lo siguió, Hitoshi sintió que pudo respirar de nuevo, no quería tener que llamar a su papá y molestarlo por culpa del rubio.

Los de encontraron en el pasillo, una mirada interrogativa de bakugo fue enviada a izuku pero luego de que el peliverde lo mirara seriamente simplemente no preguntó nada.

—Lo haré rápido, shoto se está muriendo y es tu culpa —Si izuku le dió un golpe en el brazo a Hitoshi nadie dijo nada.

—¿Que?— Bakugo preguntó sin entender bien lo que estaban tratando de decir.

—Rechazaste a shoto, kaachan, ustedes son destinados, su lobo está en duelo y está muy débil si no encuentra un alfa que lo marque pronto o su destinado lo acepta, morirá —Dijo izuku un poco más calmado que el pelimorado, quien parecía quererle saltar al cuello a bakugo.

El rubio se quedó en silencio durante unos segundos, Hitoshi se impacientó más, porque mientras más tiempo perdían más posibilidades habían de que a shoto le ocurriera algo o aún peor, de que endeavor se hubiera dado cuenta de que su hijo no regreso a casa la noche anterior y peor aún, se quedó en la casa de Hitoshi, donde hay dos alfas.

—No puedo —Fue lo que dió en respuesta.

—No tienes que hacerlo público, se que te da asco que los demás sepan que estás con un omega como él —hitoshi escupió con rabia.

—No es —bakugo empezó pero se quedó en silencio.

—Es solo para que su lobo sienta al tuyo, sabes que cuando son destinados es porque se han amado en otras vidas, tu no amas a shoto y el lo entiende pero su lobo no, solo quédate cerca de él, porfavor kaachan —Izuku suplicó.

—No, es que no puedo, lo juro —Bakugo continuaba.

—¿Tanto asco te da shoto eh? —Hitoshi se rió —Bien, no es como si te hubiera escuchado decir que no sabías cómo demostrarle tu amor ¿Eso incluye matarlo eh, bakugo? —Izuku sostuvo al otro alfa, casi gruñendole para que parara ya que estaba tratando de amenazar a bakugo.

—Ustedes no entienden, no es que no quiera, no puedo.

—¿Que te lo impide bakugo, tu ego?.

—¡Su maldito padre!

Ninguno de ellos esperaba esa respuesta, bakugo se miraba frustrado, como si decirlo fuera más doloroso que pensarlo, Hitoshi no sabía cómo reaccionar e izuku lo veía venir.

Bakugo no era tan malo como para hacerle eso, sabía que había algo que estaba pasando y claro que tenía que ser el actual numero uno.

—Si quiero, creeme, pero tampoco quiero que ese hombre arruine mi carrera —Bakugo continuó —¿Saben cuánto poder tiene no es así? ¿Que les hace pensar que no puede arruinar hasta la vida de mis padres si así quiere?

bakugo tenia razón, siendo el héroe número uno, respaldado por la comisión de héroes, era bastante lo que podía hacer con solo mover un dedo.

—Puedo ayudarte con eso —el pelimorado dijo está vez más calmado — Conozco a alguien que puede hacer que lo que sea que endeavor quiera hacerte se borre en un segundo —Y si izuku no supiera de quién estaba hablando, tendría miedo, porque la mirada que tenía Hitoshi en su rostro era simplemente aterradora.

Bakugo lo miro entre confundido y desconfiado, pero una sola mirada de izuku lo hizo aceptar.

—Eso no significa que me agrades, vas a tener que demostrar que lo que dices es verdad y que si quieres a shoto —Hitoshi amenazó.

—No eres quien para decirme que hacer —El rubio regreso a su actitud normal.

—Ya lo veremos —Dijo Hitoshi levantando una ceja mientras se daba la vuelta y le hacía una seña a ambos para que lo siguieran, irían a la enfermería donde ahora se encontraba shoto—Mi papá va a tener un dolor de cabeza con esto —Hitoshi murmuro mientras se desordenada el cabello.

—Ya sabía que aizawa era tu padre —Dijo bakugo burlándose.

—Descubriste américa —el pelimorado respondió e izuku sonrió a su lado.

Incluso si no fueras tú •Bakutodo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora