El frío hospital era completamente blanco, con cada paso que daba, su cuerpo se sentía aún más cansado, sosteniéndose en las blancas y lisas paredes, sentía que se caería en cualquier momento.
Las luces empezaron a parpadear con rudeza, sus ojos can...
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Capítulodos
«" Ventana del alma "»
• And i love her – The Beatles•
" ¿Cómo te explico que morí accidentalmente el día en que la curva de tu sonrisa apareció?
Sonreíste, bajé la guardia, sucedió.
Mi perdición... Es tu amor."
– Manuel Ignacio
El cielo se encontraba totalmente despejado, sin embargo, el sol no daba con todo su poder aquella luz que lo caracterizaba, podía no estar haciendo frío gracias a aquella estrella enorme, sin embargo, estaba haciendo algo de viento y eso ocasionaba que el frío pegara en las personas, sin importar que estuvieran dentro de sus casas o en las calles llenas de nieve blanca que había caído, como era normal durante los días de ese mes.
Muichirou se encontraba caminando entre las blancas paredes de los pasillos del hospital, justo había decidido salir de su habitación después de tanto tiempo y quería ir a por algo dulce de comer, justamente había tenido un repentino antojo.
Cuanto estaba frente a la máquina expendedora de dulces y botanas, se quedó pensando en más cosas que no tenían nada que ver con la actividad que estaba realizando, por eso, no pudo notar como la enfermera Kochou se acercó a él y habló.
— ¡Muichirou! Buenos días, parece que al fin saliste de tu habitación. — Exclamó feliz la azabache de pelo corto, el nombrado volteó en cuanto escuchó la voz ajena y reconoció de inmediato a la mujer de estatura bajita que estaba parada a su lado. — ¿Cómo te encuentras? — Preguntó la joven al notar que su paciente más cercano tenía su atención puesta en ella por haberle dirigido la palabra.
— Shinobu, buenos días también. — Correspondió a su saludo sin alguna indiferencia en su rostro. — Estoy bien, siento que he mejorado un poco. ¿Cómo está usted? — Habló educadamente a la azabache.
La muchacha sonrió ante el menor, desde que Muichirou había llegado al hospital, Shinobu se había encargado de supervisarlo, con el pasar del tiempo, realmente le había tomado cariño, como si fuese su hermano menor.
— Yo me encuentro también muy bien, mucho mejor al ver que has mejorado, me da mucho gusto. — Se acercó al pelimenta y se posó sobre su lado. — ¿Viniste a buscar algo de botana? — Miró al joven, este solo tenía la mirada dirigida hacía su principal objetivo.
— Sí, siento que he olvidado como sabían y se me antojaron un poco, hace mucho que no las comía. — Se acercó a la máquina que estaba frente a él, dispuesto a meter unas monedas del monedero en forma de gatito que había agarrado del mueble que se encontraba a su habitación, junto a su cama.
