HEREDERO

El DRAGÓN

El ritmo en Hogwarts era tranquilo, aparentemente no habría ningún problema por el resto del año o así debía de ser, para el 14 de febrero solo hicieron una pequeño banquete en el comedor mientras que solo las parejas se encontraban regalos; Slytherin hizo un intercambio de regalos para conmemorar la ocasión.
Ya que solo quedaban 10 semanas para que el curso acabará se podía ver a algunos comenzar a estudiar para los exámenes de fines de curso y otros pues estaban dejando todo para el último momento.

Debido a eso los profesores se encontraban dejando tantas tareas que a algunos ya les empezaba a cobrar factura su irresponsabilidad, el grupo de primer año de Slytherin se encontraba en una mesa haciendo tarea.
Debido a que solo quedaban mesas cerca del área de criaturas mágicas no les quedo de otra que sentarse ahí.

-¿Alguien sabe para que sirve el díctamo? -pregunta Zabini-

-Es una planta mágica utilizada en la elaboración de pociones, es una hierba curativa poderosa y reconstituyente. Al aplicarse sobre una herida, crece piel fresca y le da un aspecto de varios días -responde Malfoy sin despegar la vista de su libro-

-¿Alguna característica particular? -ahora pregunta Greengrass-

-A veces libera vapores inflamables -contesta Ryan para cerrar el libro que sostenía-

Debido a su posición el rubio pudo notar como el guardabosques se encontraban revisando una sección específica de la biblioteca.
Al verlo distraído el resto de serpientes volteo a ver a donde miraba encontrando a Hagrid tomando unos libros de un estante para irse.

-¿Ésa no es el área de dragones? -pregunta Pansy-

-¿Por qué tengo el presentimiento de que algo saldrá mal? -Blaise menciona-

-Algo va a salir mal -declara Ryan-

Continuaron con sus tareas pero el ojiazul se quedó sumergido en sus pensamientos lo que quedó del día cosa que noto el Malfoy al ser el más cercano a este.
No insistiria de momento ya que era obvio que el Grindelwald no le diría nada y seguramente cambiaría de tema.

Al día siguiente el desayuno parecía tranquilo, algunos recibían lechuzas con paquetes de sus familias, pero cuando los Slytherin pasaban por la mesa de Gryffindor para salir e ir a clases Draco logró escuchar la palabra dragón por parte del trío de oro.
No se detuvo y siguió avanzando esperando que solo hablaran del tema y no de un dragón real, aunque no tenía mucha esperanza en que fuera la primera.

Apenas habían pasado una semana desde ese día cuando Draco, Theo, Blaise, Marcus y Ryan se encontraban cerca del lago negro.
Estaban recargados en el tronco de un árbol y alrededor se podían notar libros y pergaminos junto con las tunicas de Slytherin dobladas pues habían terminado los deberes y ahora disfrutaban de una siesta en la sombra.

Todo iba bien hasta que Ryan se comenzó a remover un poco, tenía los ojos cerrados pero desde hace un rato había sentido un peso extra encima de él; sus ojos se abrieron lentamente para ver que se encontraba en su abdomen.
Sus ojos azules se toparon con un reptil con alas puntiagudas enormes comparadas con su cuerpo, tenía un hocico largo con anchas fosas nasales y unos cuernos se asoman; no tardo mucho en reconocer la especie.

Era un dragón más específicamente un ridgeback noruego, este roncaba en su pecho profundamente.
Pensaba dejarlo así pero los ronquidos del animal comenzaron a despertar al resto por lo que reaccionando rápido Grindelwald atrajo la túnica de su uniforme para cubrir a la lagartija mientras usaba un hechizo para silenciar sus ronquidos antes de que sus compañeros vieran al dragón y llamaran la atención.

Cuando todos se despertaron comenzaron a guardar sus cosas para volver pero al ver ver el ojiazul seguía acostado se extrañaron.

-Puede que tengamos un problema -habla Ryan-