HEREDERO

INICIO DE SEGUNDO AÑO

Draco y Ryan llegaron a la estación siendo acompañados por Narcissa y Lucius, llegaron con media hora de sobra.
Ambos infantes se despidieron del matrimonio siendo Draco el primero en irse para apartar un lugar; el ojiazul se quedó para despedirse de ambos rubios.

-Muchas gracias por recibirme, he pasado unas magníficas vacaciones en la mansión Malfoy -él Grindelwald hizo una pequeña inclinación-

-Eres bienvenido a la mansión cuando quieras, después de todo eres una buena influencia para mi dragón -susurro la Lady al tener varios ojos viéndola-

-Será un placer visitarlos de nuevo -con eso último el menor se retiró-

Mientras el chico se retiraba ambos adultos veían la espalda de éste.

-Estoy segura de que logrará grandes cosas -susurra Narcissa a su esposo-

-Cuando lo veo, puedo ver el futuro de los magos de sangre pura -susurra devuelta el patriarca-

Ryan levito su baúl para subirlo al tren, mientras caminaba por los pasillos se topo con unos ojos plata bastante familiares.

-Hola Ryan -saludó Cedric-

-Cedric es un gusto verte de nuevo -saluda Ryan-

-No es justo has crecido más, pareces un alumno de cuarto -se queja el tejón-

-Culpa de mi genética -contesta simple- ¿vienes a nuestro vagón?

-Por supuesto.

Ambos chicos se comenzaron a dirigir al final del tren pues ahí se solían reunir los Slytherin, de camino varios chicos de otras casas los saludaron.
Cuando llegaron al último vagón tocaron la puerta para ser respondidos con un adelante.

En el vagón se ya encontraban Draco (que estaba pegado a la ventana), Blaise, Vincent, Gregory y Theo.
Los primeros 4 estaban sentados en ese orden en una de los asientos por lo que Theo se sentó en la orilla del otro quedando enfrente de Gregory.
Pansy y Daphne se encontraban en otro vagón junto con otras chicas que pertenecían a Slytherin.

Pero no eran los únicos en el vagón pues enfrente de Draco se encontraba sentada una chica de cabellos rubios platinados que tenía unos aretes en forma de zanahoria.

-Vaya, hasta que llegan -comenta Blaise-

Los recién llegado lo ignoraron mientras acomodaba sus cosas, Cedric preguntó si el asiento al lado de Theo estaba libre recibiendo respuesta afirmativa por lo que él castaño se sentó ahí.
Ryan se acercó donde estaba la chica que parecía perdida en sus pensamientos, con un pequeño carraspeo logró captar la atención de la chica; quién salio de sus pensamientos para voltear a ver al chico.

Ojos plata chocaron con ojos azules, el resto de personas en el vagón se había callado para ver lo que sucedería.
La chica parecía hipnotizada por los orbes azulinos, Ryan podía ver como estos ojos platas reflejaban otros sentimientos diferentes a los anteriores que ya había conocido.

Los ojos de la chica podían reflejar curiosidad, inocencia y cierta ausencia; aunque los rodeaba un poco de añoranza.
La rubia también había sido absorbida por los orbes azulinos que reflejaban calma y desinteres pero que eran rodeados por misterio, cuando reaccionó inmediatamente se disculpó.

-Lo siento -se disculpa la ojiplata- Nunca había visto a una persona tan brillante.

-No te preocupes, solo quería saber si el asiento junto a ti estaba libre -responde él ojiazul-

-Si esta libre -murmura bajito-

Él Grindelwald se presentó siendo seguidos por el resto de personas en el vagón, todos realizaron un pequeño saludo formal ante la única dama.