12. Colapso ☆★

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En la tarde, Diego y Jorge estaban en la habitación del primer nombrado dibujando y pintando. Jorge estába muy concentrado en lo suyo, y cuándo se detuvo algunos segundos para mirar al mayor, notó que no estába pintando, solo miraba un punto fijo con la mirada pérdida.

Diego... Estás bien? - preguntó con un tono de preocupación.

Si... Bueno... No tanto que digamos, pero no te preocupes~ . - dijo forzando una sonrisa intentando ocultar toda la tristeza que sentía

Yeyo~ si me preocupo, si necesitas algo... Yo estoy contigo. - agarró sus manos y las entrelazó con las suyas.

Podemos seguir dibujando? - mencionó Diego intentando cambiar el tema repentinamente.

lo que tu me pidas yey~

Halagaron sus dibujos mutuamente, charlaron y rieron un poco.

Se detuvieron unos minutos, en los que se mantuvieron contemplando el atardecer, con sus manos entrelazadas y ambos con su mirada fija en la ventana.

El atardecer se ve tan lindo cómo tú. - dijo dulcemente el menor.

Jorge! Jajaja, te quiero mucho, lo sabes cierto? - Dijo Diego despegando su vista del hermoso paisaje, para mirar al menor directamente a los ojos.

Claro, y tu sabes que yo también te quiero? - Respondió mirando también al contrario, haciéndo contacto visual.

Por supuesto!... que será lo primero que haremos al salir? Yo había pensado en ir a una casa del terror! - Dijo mientras se reía, sabía lo mucho que Jorge odiaba las casas del terror.

Jajaja! Claro que no menso~ podríamos hacer tirolesa, ese plan me gusta más! - se rió de forma burlona.

Jajaja, tonto~ Tengo una mejor idea, podríamos ir... A un teatro! - Se iluminaron los ojitos de ambos al nombrar ése tema que tanto disfrutaban.

Oh! Éso sí es una buena idea! Trabajaremos juntos en un teatro en algún futuro! Te parece? Yo quiero ser bailarín~ - Decía Jorge con una sonrisa de oreja a oreja.

Bailarín? No sabía que te gustaba bailar! Me lo hubieras dicho, eres... Eres muy talentoso en todos los sentidos! -

Jaja, no exageres! Ni me has visto bailar! - Dijo rodando los ojos.

Bueno, cambiemos éso. Levántate y baila! - mencionó el mayor mientras se reía.

Claro que no! Jajaja, bueno, si bailas conmigo quizás acepto~ - dijo Jorge levantándose y extendiéndole la mano a Diego, quién aceptó.

Ambos estaban muy cerca, el menor agarraba de la cintura al contrario, mientras Diego se apoyaba en sus hombros, Jorge moviéndose con sentido y el mayor siguiendo sus pasos cómo podía con gran torpeza, pues no era muy bueno bailando, hacía lo que podía, con tal de estar al lado de su enamorado, frente al atardecer, bailando, haciéndo cosas que a ambos les hacía feliz.
Después de mucho tiempo...Diego se sentía plenamente feliz.

Se acostaron uno al lado del otro, ambos miraban al techo, pérdidos en sus pensamientos, que por el lado de Diego, eran positivos, y con una sonrisa en su rostro, habló:

Sabes que más haremos cuando salgamos? Podríamos ir a un museo! - dijo entusiasmado.

Éso es... Muy lindo, sería hermoso que lo logremos, pero porfavor no te hagas muchas ilusiones antes de tiempo. - Mencionó Jorge mirando al mayor.

Jorge! Sé perfectamente que lo lograremos, cada día que pasa, estamos mas cerca del día en el que podamos salir de aquí, no te abrumes!

Ambos se encontraban cenando en la habitación de Diego, con una enfermera a sus espaldas que los vigilaba a ambos.

Te ves hermoso mientas comes. - mencionó Diego con su mirada fija en los hermosos ojos del de chinitos.

Hm, gracias... Tu también yeyo~ - respondió nervioso mientras reía tímidamente.

Ambos se dedicaron una sonrisa angelical, en la que Diego se sintió perdido, y lentamente se acercaba al rostro de Jorge, más específicamente a sus labios.

N-No yeyo... - dijo Jorge alejándose evitando un posible beso.

P-Perdon, sé lo que has de pensar de mí ahora... Y-yo lo siento- dijo apenado el mayor.

No yeyo! No te preocupes, estas bien?

Te doy asco? Sabes... Sabes lo que me pasa? Sabes por qué estoy aquí, cierto?
- Diego se empezaba a exaltar.

No! No me he enterado de nada, pero sea lo que sea yo te ayudaría a mejorar!

No... No me ayudarías, te daría asco, cómo a todos los demás. - Diego empezó a llorar aunque lo intentaba evitar, no fue capaz.

Diego yo... - La enfermera que los había estado vigilado se acercó rápidamente.

Jorge creo que debes irte, yo hablaré con Diego, okay? No te preocupes. - dijo acariciando el hombro del menor, quién con la cabeza baja salió de la habitación hacía la suya.

Apenas entró se tiró a su cama para llorar ahogando sus sollozos con la almohada, y con su vista nublada, agarró ése sacapuntas que tenía escondido desde hace varios días.

Queda muy poco para el final, disfruten éstos últimos capítulos ;)
Recuerden votar y comentar! Me sirve muchísimo, gracias por el apoyo ♡

Era El Destino | DIORGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora