Determinación

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– Por favor Señor Tomioka, aun no estamos completamente seguros de que la herida no se volverá a abrir

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– Por favor Señor Tomioka, aun no estamos completamente seguros de que la herida no se volverá a abrir.- Suplico un kakushi mientras veian al pilar del agua vistiendose.

El rumor de que la pilar de la nieve habia ido por su propia cuenta a una mision que no le habia sido asignada corrio rapidamente llegando a sus oidos, al escuchar tambien que nadie en aquel monte habia sobrevivido causo que rapidamente se levantara y comenzara a vestirse al enterarse que el lider tenia planeado mandar a un Hashira como recluta.

Terminando de colocarse su haori tomo su katana y salio de la finca helada para poder dirigirse a la SEDE. En el camino se topo con la pilar del Insecto, quien habia sido llamada por el lider, pensando mandarla a ella.

– Todos mis niños fueron derrotados... estoy seguro que tiene algo que ver con las 12 lunas, creo que tendre que enviar a más de un Hashira...

Hambos pilares ya estaban listos para ir a ayudar en el monte Natagumo.

– Si tan solo los humanos y los demonos se llevaran bien, ¿no piensas lo mismo tomioka?.- Hablo la pilar.

– No creo que sea posible... al menos no mientras sigan comiendose a la gente...

En un parpadeo hambos pilares desaparecieron, dirigiendose a su proxima misión,  Tomioka iba a la cabeza, pues queria asegurarse de que la chica Satō estuviera bien.

(°°°)

Mi vista poco a poco fue enfocando el exterior, abri mis ojos completamente sorprendida cuando me di cuenta que estaba de cabeza

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Mi vista poco a poco fue enfocando el exterior, abri mis ojos completamente sorprendida cuando me di cuenta que estaba de cabeza. Una niña albina con haori negro estaba frente a mí.

– A Rui no le gusta que la paz de nuestra familia sea perturbada, crei que mamá se los habia dejado claro, pero a fin de cuentas termino siendo una inutil al igual que mi hermano mayor.- hablo mientras hacia un puchero y enredaba un hilo rojo entre sus manos.

- hablo mientras hacia un puchero y enredaba un hilo rojo entre sus manos

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𝘼𝙯𝙪𝙡 𝘾𝙞𝙚𝙡𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora