(Dos semanas después)
________ se sentó sobre la polla de su marido, hundiéndose en él con un suave empujón. Suspiró, gozando al sentir cómo su masculinidad la llenaba por completo.
-_______... - Dijo Aidan aun hundido en el sueño. Era medianoche. Y la primera vez que ella tomaba la iniciativa en el sexo. - ¿Que estás haciendo? Oh, cariño, sí, me encanta... - Ella sonrió con dulzura mientras montaba suavemente su miembro erecto. Bajó las manos para acariciarle el pecho, y sus dedos se deslizaron sobre sus pezones mientras le hacía el amor. Aidan respiró agitadamente y apretó los dientes con fuerza. - Oh nena joder, adoro tu vagina. -
Y ella adoraba su pene, y también a él. Esta revelación la había despertado en medio de un sueño apacible. Lo amaba. Siempre lo había amado. No importaba lo que hubiera sucedido en el pasado. Ya encontraría alguna manera de que las cosas salieran bien.
Durante las dos últimas semanas, Aidan había llegado a importarle más de lo que nunca se habría imaginado. Y si no se equivocaba en sus conjeturas, estaba casi segura de que ella también era una figura importante en su vida.
En claro contraste con los primeros días de su vida de casados, las dos últimas semanas habían sido maravillosas. Su marido le había revelado su lado apacible y amable, una faceta de sí mismo que al parecer sólo reservaba para ella.
________ se fijó en cómo se relacionaba con los demás. Era autocrático, dominante, reticente al compromiso pero, por alguna razón, con ella era diferente. Durante las últimas dos semanas no podría recordar una sola decisión personal que hubiera tomado sin consultarla primero. Desde lo que tomarían para desayunar, hasta en qué acciones pensaba ella que debía invertir su dinero. Valoraba su opinión.
Con otros sería gritón y un poco brusco, pero en todo lo que se refería a ella era apacible y le hablaba con delicadeza. No parecían interesarle los sentimientos de mucha gente, pero en cambio, los de ella parecían importarle más que los propios. A ella esto le encantaba incluso lo necesitaba. La hacía sentirse especial. Deseada. La hacía sentirse amada.
-Te extrañé... - Susurró, lanzando sobre su hombro un tirabuzón de sus cabellos cafes. Ella le sonrió mirando hacia abajo mientras continuaba cabalgando suavemente sobre su pene. - No quería esperar hasta mañana. -
La mirada de Aidan se cruzó con la suya. No sonrió, pero ella notó como sus ojos se suavizaban.
-Nunca te disculpes amor. - Murmuró, y sus manos alcanzaron sus caderas. - Yo también te extrañé, cariño. -
Sus miradas continuaron entrelazadas mientras hacían el amor. Él casi parecía vulnerable a ella, sí, algo así era posible en alguien como Aidan Gallagher. Quizás estaba siendo demasiado romántica, quizás lo que veía en esos turbios ojos verdes no era otra cosa que fatiga y excitación, pero le gustaba pensar que había algo más.
-Bésame... - Susurró ella. - Necesito estar más cerca de ti. - Una vez más percibió la ternura en sus ojos.
-Ven aquí. - Murmuró él, y con una mano fuerte le inclinó la cabeza para alcanzar su boca. Sus lenguas se entrelazaron. Se besaron durante mucho tiempo, sin prisas, y también así hicieron el amor. Se demoraron explorando sus cuerpos, y a ninguno de los dos les pareció necesario detenerse para dormir.
_______ levantó la cabeza, sonrió y luego deslizó los dedos entre su cabello oscuro. Continuó montándolo lentamente, y su sexo recorrió su pene, arriba y abajo, una y otra vez.
Así es cómo debería de ser, pensó ________. Así es cómo quería que fuera. No se había sentido tan cerca de otro ser humano en toda su vida.
________ suspiró con satisfacción mientras hacían el amor, deseando que esa noche no terminara nunca.
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ððððððšð¬ ððððð«ð§ðšð¬ [áŽáŽ áŽáŽáŽáŽáŽÉªáŽÌÉŽ] (ð. ð.) [âïž]
FanfictionElla era suya para embarazarla, suya para...poseerla. Aidan no tenÃa ninguna intención de conformarse con que era suya. Suya para tomarla, una relación frÃa y cortés con su esposa como sucedÃa en muchos matrimonios de la alta sociedad. Cuando le hab...