Double Sided; Tom Kaulitz.

13| the night

Sábado 10:00pm

Eran las 10 de la noche y me encontraba supervisando uno de los clubs de Haeran, el no se encontraba pero de echo John si, me encontraba recorriendo el lugar con Michelle cuando escuché un alboroto en una de las habitaciones, ya saben esas habitaciones donde los hombres pagan por una noche con una puta. Me acerqué a ella y me encontré con una horrible escena.

-Que pasa? -Pregunté.

-Esta maldita zorra no sabe hacer su jodido trabajo. -Tom se levantó del sofá de esa habitación para pasar por mi lado. La chica ahí adentro solo lloraba.

Tome por el brazo a Tom antes de que se fuera. -Que pasa? necesitas que te reponga el dinero. -Intenté no hacer notar mi desagrado por toda esta situación.

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"Recuerda hoy ser bastante complaciente con los clientes Jenn, y más si son importantes."

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Recordé las palabras de Haeran. -Si, necesito una puta que sepa hacer su trabajo.-Gritó.

-Te la llevaré. -Tom sonrió y acortó el espacio entre nosotros.

-De preferencia quiero una puta pelirroja. -Me dedico una rápida mirada de arriba abajo y luego salió de la habitación.

Y así lo hice, lleve a una de mis chicas más caras, era la más linda y la más solicitada era por esto que era tan cara, Pelirroja 1.70 de altura, flaca y de grandes pechos. Entra a la habitación donde Tom estaba esperando su pedido, se encontraba sentado en la cama de piernas abiertas, clavó su mirada en mí y me sentí desnuda.

-Aqui está. -Dije entregándole a la niña. -Compórtate. -La amenace y está asintió.

-No era lo que esperaba a decir verdad. -Se levantó del lugar mirando a mi chica por un momento. -Pero lo dejare así.

Rodee los ojos y salí del lugar, me importaba muy poco con quien follaba o no, la noche fue bastante larga y agotadora, me crucé a Bill una dos veces pero estaba con su grupo de amigos así que no lo moleste, Michelle seguía vigilando a las chicas y yo decidí tomar aire en la terraza del lugar, estaba vacío. Prendí un porro y lo fumé, esperando que este me relajara.

-Sabes...-Escuché una voz masculina acercarse pero no volteé. -Recuerdo que a los siete lloraste el día que te dieron una guitarra eléctrica y no un bajo.

La voz de Tom era tan reconocible, sin embargo me quedo en shock al recordar a aquellos chicos con lo que aprendí a tocar la guitarra y el bajo, eran cuatro y tenían una banda, los cables se unieron, eran ellos entonces? como iba a recordarlo, tenía 7 años.

Antes de poder responder Tom volvió a hablar. -Cuando te recordé e iba contártelo, te fuiste. -Rio.

-Como terminaste siendo todo esto? -Pregunté, note la cara de desentendido de Tom y decidí seguir. -Ya sabes, el monstruo que eres ahora.

Tom agachó su cabeza y me sentí mal por un momento, pero eso es lo que era.

-No lo sé, tú cómo llegaste aquí? -Se defendió. Y tenia razón, yo también era un monstruo ahora.