17| the villain never dies

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— Por dios Jenna. — Bill me envolvió en un fuerte abrazo. —No sabes lo preocupado que estaba. — Me soltó y me adentro a la casa.

—Em... yo no creo que sea bueno que me quede aquí.— Pare en seco y volteé a mirar a Tom.

—Yo no tengo ningún problema. —Miró a Bill esperando su respuesta.

—Lo ves, ademas Jenn.— Bill me tomo de las manos y miro directamente a mis ojos. — Cada vez que estas lejos, las cosas salen mal.

Para mi era imposible decirle que no a Bill, y analizando mi situación no tenía mucho para elegir.

— Quieres cambiarte? bañarte? —Tom preguntó subiendo las escaleras.

—Bajera enseguida. —Me dirigí hacia Bill quien ya había echó planes de ver películas toda la noche.

Asintió y camine hacia donde Tom se dirigió, aparte de la herida en el cuello estoy segura que tenía más, me dolía el cuerpo inmensa mente, podía sentir como cada celular de mi ser dolía.

Tom me dio una remera suya, como en los viejos tiempos, y rápidamente me adentre en su baño.

Pare a sacarme la ropa que tenia frente al espejo, dejándome solamente en brasier y el jean que ya tenia, y ahí estaba, un horrible marca debajo de mi pecho y un vidrio clavado más abajo, si aún estaba el vidrio ahí.

—Mierda. —Con la remera que me saque antes envolví el vidrio y lo estiré, gemí ante el dolor y las lágrimas cayeron sin aviso. —Ah!— La sangre comenzó a brotar, la herida era enorme y profunda, intenté caminar a la puerta de nuevo y al abrirla pude notar a Tom frente a esta, caí en sus brazos y todo se volvió negro.

Tom.

Escuché como Jenna largaba breves gemidos dentro del baño, pero ya saben, no gemidos felices, me acerqué intentando escuchar un poco más y ahí fue cuando la puerta se abrió, Jenna cayó en mis brazos llenándome de sangre. Mierda.

—BILL! —Grite desesperadamente mientras Jenn yacía en mi brazos, desmayada. —MIERDA! — Cargue a Jenn en mi brazos y corrí abajo.

—Que mierda? qué pasó? —Bill se acercó y rápidamente palideció.

—RÁPIDO BILL PRENDE EL MALDITO AUTO!—Corri a la salida al igual que Bill, ya en el auto Bill se dirigió al hospital más cercano.

—Que fue lo que paso!— Bill esquivaba a todos los autos bocinando como un loco.

—Carajo Bill, no lo sé. —Y era cierto no sabía, pero vi las marcas de Jenna, una debajo del pecho y otra más abajo era esa la que estaba sangrando tanto, la del cuello también estaba ahí, la sangre estaba seca pero la herida era profunda.

Me sentí culpable, todo esto lo había causado yo, Jenna estaba así por mi culpa, y es que antes esto jamás hubiera pasado, yo protegía a Jenna no la mandaba al peligro.

Baje del auto corriendo adentro del Hospital.

—POR FAVOR, AYUDA! —Grite y rápidamente unas enfermeras llegaron con unas camillas.

—Que le pasó? —Mierda.

—MIERDA! NO LO SÉ! —Vi como llevaban a Jenna a sala de operaciones y la misma se llenaba de doctores, por un momento sentí que el mundo paró.

—Venga conmigo por favor. —Una enfermera me llevo a un cuarto y me sentó.

—Necesito los datos de la chica. —Explicó y yo aún no salía del trance, miré mis manos cubiertas de su sangre, y aunque estas ya estén manchadas de mucha sangre ahora tenían la suya, y eso no estaba en mis planes.

Double Sided; Tom Kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora