21| Times flies

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—BILL! —Jadde saltó a los brazos de Bill y este la recibió.

—Niña, cuanto has crecido. —Bill acarició el cabello de Jadde y esta sonrió.

—Bill, qué tal si ayudas a Jadde. —Tom bajo la última maleta. —Jenn y yo tenemos unos asuntos que atender.

—Claro, vamos, ven conmigo linda. —Bill y Jadde se asentaron a la casa y yo volteé a mirar a Tom algo confundida.

—Tienen que estar por aquí. —Tom volteó a mirar por todos lados como un loco.

—De que hablas? —Me acerqué a él y este me tomó entre sus brazos.

—Escaparon Jenn. —Lo supuse.

—Pero ya los están buscando no? no llegarán lejos este lugar es enorme y lleno de seguridad. —Pensé en todas las posibilidades durante el camino pero jamás me imaginé esta.

—Pueden escapar por el río. —Que.

—Mierda. —Susurre, y Tom me tomo del brazo para meterme en el auto y luego subirse el.

—En cuanto los encontremos los mataremos Jenn. —No dije nada, simplemente asentí. —No tendré piedad de ellos.

—Bien. —Dije.

Dimos unas cuantas vueltas por el lugar los hombres de Tom ya estaba buscándolos también por el río y demás lugares, pero no estaban como si se hubieran esfumado.

Llegamos de nuevo a casa, Tom decidió deja todo en mano de sus hombres, los mismos que los dejaron escapar irónico cierto, pero nosotros teníamos un vuelo al día siguiente y muy temprano.

Al entrar vimos a Bill y Jadde durmiendo muy plácidamente en la sala, reímos al ver esto y subimos a la habitación.

Daba vueltas en la cama sin poder dormir cuando Tom me abrazo por detrás.

—Tranquila, lo resolveré. —Dejó un suave beso en mi cuello. —Por que no duermes, mañana será un día largo.

—Mhh.—Asentí y me acerqué aún más a él.

—Descansa mocosa... —Susurró.

~

Nos adentramos al avión privado de Tom, jodidamente enorme, las cosas ya habían estaba en su lugar, el viaje fue bastante corto a decir verdad, jugamos juegos de mesas entre los cuatro, contamos anécdotas de los otros y reímos demasiado, ya saben, esos pequeños momentos de felicidad.

El primer día en Paris salimos a cenar junto a Jadde, Bill no pudo venir con nosotros pero aquí estábamos, Tom Jadde y yo.

—Tom por que no me cuentas a cuántas personas has matado? —Jadde no paraba de hacer este tipo de preguntas bromeando pero no se si era la situación pero realmente me molestaba, aún que al parecer a Tom no.

—Incontables. —Bromeó y Jadde sonrió.

—Como es posible que nadie sospechara de ti? —Tom elevo los hombros.

—Por que soy un guitarrista bastante sexy tal vez. —Jadde carcajeó y yo me encontraba mirando a un chico en una mesa de enfrente, pelirrojo, algo tétrico, como si estuviera loco, su miraba estaba posada en mí desde que llegamos.

—Por favor! no me hagas reír! —Volví a la realidad.

—Que son esos flashes? —Pregunte mientras miraba hacia la entrada.

—Paparazzis, dah! —Jadde chasqueó los dedos frente a mi. —Despierta! sales con Tom Kaulitz, un guitarrista sexy. —Dijo esto último en broma.

—Basta niña. —Tom tiró el envoltorio de su chicle hacia Jadde y esta se quejó.

Double Sided; Tom Kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora