Faltaban un par de horas para el amanecer, pero algo ya se movía entre las aguas del estanque de la Gran Arboleda.
La villa estaba todavía en calma, pues la mayoría de las criaturas aún dormían, pero había una que no, y aquello que se movía en la oscuridad, lo sabía.
-¿Insomnio de nuevo?-preguntó recostado en una roca bajo el agua, observando con gracia cómo su amigo se incorporaba sobresaltado.
-¡AURON! ¿¡Quieres que me dé un infarto!?-protestó-¡Has vuelto!-celebró casi al instante en el que terminó su frase anterior, apresurándose en abrazar al tritón tentacular que le miraba con sorna.
-Sí... creo que mis días de explorar se acabaron-suspiró llamando la atención del tritón, el cual se acercó nadando.
-Pasa-lo invitó en un tono de voz tan bajo que casi parecía un susurro.
El pulpo se adentró en la pequeña cavidad de aquella cueva subacuática en la que su amigo vivía y buscó un lugar cómodo para reposar.
-Llevabas mucho tiempo sin venir por aquí-le ofreció algo de comer mientras se sentaba a su lado.
-Pensaba deshacerme de mis instintos antes de volver pero...-suspiró nuevamente-Quise atacar a alguien hace unos meses... un cambiaformas con aspecto de tigre... pero, en el último momento logré contenerme, y lo dejé ir... lo estaban persiguiendo Lolo... yo no lo sabía... lo mataron a la orilla del río, su sangre tiñó las aguas... ya no sé si estoy haciendo lo correcto-se abrazó a sí mismo con pesar.
-No es tu culpa que lo atraparan, tú no sabías nada-trató de hacerle ver la verdad.
-Si no me hubiese contenido estaría vivo-apretó el puño, no quería admitir que sus vomitivos instintos eran una opción mejor-Ya no sé qué debo hacer... solo quería volver a casa-le miró abatido.
-Bueno... ¿Te apetece quedarte en mi casa? Últimamente me he estado sintiendo algo solitario... a los dos nos vendría bien la compañía-sugirió el pelirrojo.
-Claro...-murmuró con cierto tono de desánimo, no es que le apeteciese o no hacer nada en específico.
Ambos tritones se recostaron en la cama, reconfortándose mutuamente con su compañía hasta quedarse dormidos.
El amanecer no tardó en llegar, y con él un inusual bullicio en la Gran Arboleda.
La gente llenaba las calles y los adornos cubrían el camino hasta el pequeño palco de eventos que la Gran Arboleda tenía.
Todos parecían especialmente ocupados en múltiples tareas, aparentemente algo se aproximaba.
-¡Merly!-el brujo la llamó curioso por saber qué era lo que estaba pasando. Cuando la anciana se aproximó, le preguntó-¿Ocurre algo especial?-cuestionó sorprendido por el gentío.
-Pues sí muchacho, hoy recibiremos la visita de alguien muy especial-se giró repentinamente a darles unas voces a un par de jovenes que intentaban colgar unos banderines, para que los cambiaran de lugar.
-¿Alguien especial?-curioseó Fargan, a espaldas del brujo.
-Sí, me gustaría presentártela, Rubius, así que espero que estés disponible esta tarde-informó retirándose a dar más indicaciones.
El hechicero se quedó allí estático, en compañía del omega y del dragón que tenía por pareja.
¿De quién se trataría?
El día transcurrió normalmente a pesar de todo el ajetreo que había en el pueblo esa mañana, hasta que finalmente, la misteriosa persona especial, llegó a la Gran Arboleda.
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Metamorfosis - KarmalandAU - Final Alternativo
Fanfiction¿Qué habría pasado si las cosas hubiesen sido diferentes? Ellos estaban a punto de averiguarlo...