Era una mañana tranquila como cualquier otra.
Todos habían estado viviendo unos días de paz después del asalto a la Gran Arboleda. Pero lo cierto es que algunos, como Fargan, tenían sus contratiempos.
No se encontraba demasiado bien, así que había decidido salir a dar una vuelta para respirar aire fresco y sentir el sol, para ver si mejoraba.
Estaba paseando por la plaza.
No había demasiada gente, era un día tranquilo, perfecto para relajarse. Lo cual le venía bien, dado que esa mañana se había despertado con un fuerte dolor de cabeza.
Caminó durante horas, tratando de despejar su cabeza, pero al cabo de un rato, empezó a sentirse algo fatigado, así que emprendió el camino de vuelta a casa.
Estaba todavía a medio camino cuando lo sintió, explotando desde su interior, el feroz instinto de apareamiento, promovido por su celo.
Se balanceó algo mareado.
Tenía que llegar a casa.
Siguió caminando, sintiendo como la debilidad se apoderaba de él, haciéndole flaquear las piernas.
Ya estaba cerca, solo necesitaba cruzar el camino principal y seguir el desvío hacia casa de Willy. El problema es que no había más puntos de apoyo desde donde se encontraba hasta el árbol que había junto al camino.
Miró a su alrededor, y en la lejanía, por un instante, creyó ver a Alex, pero antes de que pudiera estar seguro, otra cosa se interpuso en su visión.
-¡Fargan! Tienes mala cara-aquella voz...
-Dulce...-sintió cómo su pecho se encogía al reconocer a la alfa que se le había plantado delante.
Las feromonas que desprendía la muchacha lo debilitaron más aún, haciendo que sus piernas le fallasen y cayese al suelo de rodillas.
-Pero si eres un omega, haberlo dicho antes, este es mi día de suerte-celebró la alfa, inclinándose sobre el desprotegido muchacho, que no sabía dónde esconder la cara.
-Solo quiero irme a casa-murmuró en un intento de rogar que le dejase ir.
-Todo va a estar bien, en mi casa estarás seguro-se agachó junto a él, tratando de serenarlo con sus palabras, pero solo parecía tener el efecto contrario.
-Por favor...-suplicó dejando caer sus lágrimas... después de todo no podía escapar a su destino.
-No tengas miedo... esto es lo mejor-acarició su rostro, limpiando las lágrimas que rodaban por sus coloradas mejillas.
El omega sollozó, abrazándose a sí mismo, rindiéndose.
La mujer alfa se levantó y transformó sus brazos en alas, y sus pies en garras, con las cuales agarró el tembloroso cuerpo del omega antes de alzar el vuelo.
Pero antes de que el cuerpo del moreno dejase de tocar el suelo, un fuerte impacto tumbó a la alfa, deteniéndola en seco.
La gente se giró horrorizada a mirar la escena.
Un muchacho se había acercado corriendo, sosteniendo una robusta rama entre sus manos y había atizado a la mujer directamente en la cara, derribándola mientras despegaba.
-¿¡WILLY!?-se asustó el omega. ¿Qué hacía allí? Había golpeado a un cambia formas delante de todo el mundo siendo un humano ¿Estaba loco?
-¿Estás bien?-las lágrimas rodaban por su moreno rostro, pero aún así asintió.
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Metamorfosis - KarmalandAU - Final Alternativo
Fanfiction¿Qué habría pasado si las cosas hubiesen sido diferentes? Ellos estaban a punto de averiguarlo...