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Una vez dentro de la habitación Felix se vio en una emergencia. A su celular no paraban de llegarle mensajes y notificaciones de aplicaciones que no recordaba haber bajado.

- es algo urgente? - pregunto hyunjin al ver al chico de las pecas demasiado enfocado en la pantalla de su celular.

- nada especial, pero me gusta mas la adrenalina de los lugares públicos... que dices?

Lugares públicos? Pensó silenciosamente hyunjin, era algo que nunca habia probado, pero nunca estaba indispuesto a nuevas experiencias, en especial si era con alguien caliente como el infierno. 

- que tan público debe ser el lugar?

- muy publico, tal vez un lugar pequeño que pueda hacer que nos descubran en cualquier instante.

El guapo pelo negro sonrió de lado mientras miraba a Félix, y de repente al pecoso se le ocurrió preguntarle su nombre. Un error del que se arrepentiría luego.

- tu eras...?

- hwang hyunjin.

Hyunjin le guiño un ojo a Félix y este no pudo evitar la risa ante el gesto dramático del chico. 

Sin embargo, primero debía resolver el tema de su trabajo.

Al parecer a última hora a sus padres slash jefes se les habia ocurrido la grandiosa idea de adelantar el asesinato del objetivo de Felix, a Felix le gustaba llamarle a este trabajo "operación novia en apuros", un apodo apropiado segun el debido a las circunstancías y datos que le habían proporcionado sus empleadores de como matar a ese omega.

Pero este era un mal momento, estaba a punto de llevarse a la cama a una nueva conquista, a una muy bonita por cierto y no iba a ser posible si le decían que solo tenia 40 minutos para estar apuntándole a ese tonto omega con una pistola semiautomática. 

- me llamo Lee Felix, para que lo sepas.

- un placer al fin conocer tu nombre, pensaba llamarte pecas un tiempo mas, pero...

- no me digas pecas jamás, entendiste?

Hyunjin levanto las manos en rendición 

- entendido.

Ambos salieron de la habitación y se dirigieron escaleras abajo encontrando en recinto donde el personal de limpieza suele guardar sus materiales de trabajo. 

Felix se acercó suavemente al cuello de hyunjin y beso la manzana de Adán del pelinegro, este lanzo suaves gemidos debido a la habilidad de la lengua de Felix.

- hmmm.... Aaah Felix,  tu

- shhhh, nos van a escuchar hyunjin.

Las manos de hyunjin no se pudieron quedar quietas y pronto empezaron a vagar libremente por las caderas y trasero de Felix quien permitió el toque en medio de la lujuria.

En un momento dado se escucharon fuera algunos pasos y hyunjin tapo los susurros de sus alientos con  un beso que dejo a Felix sonrosado. 

De pronto, Felix sintió la mano de hyunjin en su cabeza revolviendo su cabello como si fuera un cachorro. Se dio cuenta de lo que le pedía hyunjin, Félix no era ingenuo y mucho menos un mojigato asi que se arrodillo frente a hyunjin y le ordeno:

- bájate los pantalones. 

Hyunjin obedeció sintiéndose al borde de la locura. Saco su miembro y disfruto de la vista del rostro pálido y hermoso de Félix junto a la vista de su miembro palpitando y rogando por atención al bello rubio. 

Felix beso centímetro por centímetro de la cabeza del miembro de hyunjin, de vez en cuando chupando la punta como si fuera un dulce.

Las caderas de hyunjin comenzaron a mecerse contra los labios de Félix quien todavía no se había metido el enorme pene en la boca. 

- felix abre esa boca rosada un poco mas y déjame entrar de una vez, me voy a volver loco si sigo asi.

Felix solo se rio suavemente enviando una corriente de aire caliente en su miembro.

Lentamente llevo el pene ya de un color rojo brillante a su boca, lo lamió de arriba a abajo como a un helado, sintiendo la mezcla de olores agradables de las feromonas de hyunjin.

- joderrrr. Tu boca es demasiado buena, siento como si te estuviera follando yo mismo...

- hablas demasiado - replico felix pero su rostro estaba iluminado por la picardía y sus labios hinchados por las suaves embestidas de hyunjin.

Al pelinegro le entraron las incontrolables ganas de besarlo tal como estaba, lo levanto del suelo y lo beso, metiendo su lengua entre los calientes labios del rubio, sintio como este se estremecía entre sus brazos y lo succionaba con su lengua.

Se aferraron el uno al otro, felix perdió la noción del tiempo, daba igual matar a un omega ahora o en un par de minutos mas. No era nada de que preocuparse cuando se la estaba pasando tan bien. Pero entonces el hechizo del beso se rompió cuando sintio a hyunjin intentando tocar su estómago por debajo de su camiseta.

El instinto lo hizo reaccionar mas rápido de lo normal y antes de que ninguno de los dos lo note, felix ya estaba apuntando su arma hacia un hyunjin sonrojado y con los pantalones abajo. 

- que? 

- quien eres?

Ambos hablaron al mismo tiempo.

- Lee Felix, agente especial del grupo D-Day. Quien eres tu?

Hyunjin no entendía la situación pero algo sabia, los agentes del grupo D-Day no eran simples agentes, eran asesinos, unos sicarios. Después de todo no se puede esperar nada menos de la mafia mas grande y poderosa de Seúl.

- soy hwang Hyunjin, nadie especial, sicario. Solo...

- no me llames sicario.

- esta bien, esta bien. Solo deja de sacudir esa arma.

- tu guarda rápido la tuya antes de que la vuelva pedazos. Eso seria una verdadera pena. 

Hyunjin sintió como la sangre abandonaba todo su cuerpo y se concentraba en su miembro todavía erecto, incluso mas que antes.

- no me jodas - susurro Felix.

Ambos estaban en problemas. 

Ambos llegaban tarde a sus citas.

Más importante, ambos estuvieron a punto de montar una escena en el armario de algún pobre conserje. 

No soy tuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora