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Por las calles pasaban muchas personas.

Algunos olían bien y otros apestaban a sudor muy fuerte.

Felix se quedó en la esquina de un callejón mientras esperaba a Changbin.

El tonto más enamorado había olvidado darle la memoria USB donde habian datos adicionales para llevar a Jeongin a buen descanso.

Tranquilo Dios, ahí te lo envío. Pensó Felix mirando su reloj.

8:15 pm

B: ¿dónde estas?

Felix: en la parte trasera del restaurante ridículamente caro al que llevaste a esa chica beta.

B:  se supone que es elegante :'(

Felix: y caro.

Changbin apareció trotando con una enorme sonrisa en la cara.

- bueno toma, ya me voy.

Dicho eso Binnie desapareció.

- en serio, que idiota que es. Ni siquiera me saludo.

Felix regreso a su auto que había dejado en un estacionamiento cercano.
Saco su delgada laptop del compartimento oculto e inició sesión.

Todavía no entendí porque seguian usando USBs, claro que sabía que eran más seguros por ser tan primitivos, pero aún así... todo el proceso de desarmarlos y luego tirarlos.

Dentro de la memoria habían muchas fotos. Todas ellas de Jeongin en bata tomando un desayuno muy costoso en hoteles con diferentes alfas.

Algunas eran de Jeongin coqueteando en un bar.

Jackson's Bar

Parece que de ahí recogía a tantos alfas.

Viendo tantos rostros distintos Felix no pudo evitar silvar y apreciar su técnica.

Jeongin era más movido que el río Han en invierno.

-Maldita sea, en donde está? - murmuró felix, molesto consigo mismo por haber salido tan apresurado de casa.

Ahora estaba buscando un estúpido disfraz para entrar al bar y encontrar a Jeongin.

Al final lo encontró justo debajo de su asiento.

Se apresuró a cambiarse de ropa dentro del auto y se coloco el disfraz que había preparado con mucho cuidado.

Era algo que fácilmente llamaría la atención de jeongin, el muy idiota no podría creerlo y al mismo tiempo tal vez no lo reconozca. Después de todo, la vez que se vieron en esa fiesta e intento robar a Binnie, bueno, Felix lucia muy diferente a como normalmente era.

En esa época había teñido su cabello de negro y se puso lentillas verdes. Un cambio del siempre rubio cabello que era su color natural.

Incluso había intentado tapar sus pecas, pero Jeongin como el sucio perro omega que era había notado eso y le había susurrado:

- Te falto un poco de maquillaje para cubrir esas manchas, beta.

Felix se quedó frío frío su ligar ardiendo de odio. No hizo nada porque la fiesta era un lugar donde tenía que permanecer civilizado, si hubieran estado en otro lugar le habría roto la nariz perfecta a Jeongin.

Ahora estaba usando un nuevo disfraz. Uno que nadie podría creer.

Una vez cambiado bajo de su auto y caminó lentamente hasta Jackson's bar.

El bar se encontraba a unas 10 cuadras de su ubicación actual.

Diez malditas cuadras demasiado largas.

Cuando llego tenia miedo de estar sudando como un cerdo, afortunadamente su cuerpo no desprendía ningún olor además del suave perfume que había aplicado.

Por otro lado, nadie podía saber que era un omega, pocas personas sabían de eso. Así que felix se cuidaba mucho de tomar supresores de feromonas.

Antes de entrar tomó dos cápsulas de supresores premium.

Adentro el ambiente era muy decadente y elegante al mismo tiempo.

El tipo de la barra se quedo viendo a Felix con preocupación, mientras servía un trago a otro hombre observo durante mucho rato a Felix.

El sicario sentía la mirada del sujeto en él, estaba esperando a que se acercara pero l3 daría tiempo.

De pronto sintió una cálida y pesada mano en su hombro.

Era el barman.

- ¿estas solo?

Felix negó con la cabeza y lo miro desde abajo haciendo un esfuerzo descomunal por parecer inocente.

Algo que no resultó tan difícil de hacer pues por naturaleza todos creian que Felix era una especie de ángel delicado.

Era como si todos los idiotas hubieran olvidado que Lucifer una vez fue un ángel.

El barman acarició con suavidad su hombro.

-  ¿estas esperando a alguien?

Felix volvió a negar sin pronunciar una sola palabra.

Los ojos del barman brillaron con intensidad como si hubiera encontrado una nueva presa.

- en ese caso, te gustaría esperar hasta que termine mi turno? Hoy salgo temprano.

- De acuerdo - hablo Felix con una voz suave como el terciopelo.

Una voz que acarició los oídos del alfa.

- puedes esperarme sentado en la barra. No tardare mucho.

- ¿Cuál es tu nombre? -preguntó Felix

- soy Minho.

El barman le sonrió con una expresión perfecta.

- yo soy Felix.

No soy tuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora