Cuando Beomgyu llegó a la casa de Niki, a pesar de estar totalmente agotado, hizo sus últimos esfuerzos por llevar a Yeonjun hasta la cama, ayudado por el joven alfa. El sudor caía por su frente y sus cabellos blancos se pegaban a su piel. El corazón parecía querer salirse de su pecho producto de la adrenalina, de no saber qué pasaría. Eran momentos cruciales en donde todas las posibilidades habidas y por haber.
En cuanto dejaron a Yeonjun en aquel lugar cómodo, se deshicieron de las prendas sucias y desgarradas, Niki corrió en busca de paños húmedos y lo que sea que necesitaran mientras Beomgyu intentaba detener las hemorragias, pero era imposible, eran heridas realmente graves.
-Resiste, amor -dijo Beomgyu, al ver que a Yeonjun se le dificultaba cada vez más respirar.
-Si no resisto... prométeme que seguirás adelante y que... y que serás feliz, muy feliz con Ryujin y Yujun -logró hablar el azabache, apenas abriendo los ojos para ver al precioso omega que lo había llenado de alegrías y ganas de vivir en aquel año juntos.
-No, Yeonjun, vas a vivir ¿me oyes? -las lágrimas escaparon de sus ojos, resbalando por sus mejillas para finalmente morir en Yeonjun.
Había aguantado las ganas desde que llegó hasta Yeonjun, sin embargo, ya no era capaz. Se estaba rompiendo ahí frente a su amor, aunque no fuera lo que más deseaba. Debía estar fuerte para él, darle ánimos a través del lazo, las energías que le faltaban, mas ya no podía. El dolor de solo pensar en perder al alfa que amaba con locura le quemaba.
Yeonjun negó, cerrando los ojos porque no poseía fuerza alguna ni para hablar, sabiendo que probablemente esas serian sus últimas horas en aquella larga y tormentosa vida que él mismo se había dado, por idiota y desgraciado.
Aunque, si hubiese sabido desde un principio que al final estaría con omega tan hermoso que lo llenara de vida y lo hiciera tan dichoso, con gusto lo volvía a hacer.
Beomgyu acortó la distancia y dejó tiernos besos en su frente. Su alfa necesitaba cariños: -Vas a vivir, ¿me oyes? Haré lo que sea necesario -tembloroso, Yeonjun tomó la mano del peliblanco y la llevó a su boca, depositando allí un beso- Te amo.
-Y-y yo a ti...
La fuerza de Yeonjun se desvanecía más rápido de lo que a Beomgyu le hubiera gustado, su pulso era cada vez más bajo y lo notaba algo desvanecido, casi desmayado, casi muerto.
-Hay que mantenerlo sin que sangre, pero es imposible -dijo Niki, que en silencio se había mantenido a su lado, ayudando en lo que podía.
Beomgyu largó un suspiro pesado, sin saber muy bien qué hacer. Si Yeonjun se iba, ya nada tendría sentido, solo sus pequeños lo mantendrían con vida a pesar de tal dolor.
Tocó la frente de su amado. Estaba hirviendo en fiebre.
-Necesito buscar a Jae, seguro él podrá darnos una mano. Escapó con éxito junto a su cachorro y es la mejor opción que tenemos. Él debe saber qué hacer.
En cuanto llegó, golpeó fuerte y reiteradas veces la puerta de madera, siendo atendido de inmediato ante tanta insistencia. Jae se sorprendió en cuanto vio que se trataba de Beomgyu y supo que no era nada bueno.
-Necesito que me ayudes. Atacaron a Yeonjun entre muchos y está muy mal, tengo miedo de que le pase algo peor -suplicó Beomgyu, casi desesperado mientras tomaba de la camisa al omega para que lo siguiera.
-Si si, claro que iré, pero ya que estas aquí necesitas saber algo respecto a Felix -el gesto de confusión en el rostro de Beomgyu fue grande, pues no tenía idea de lo que había pasado luego de escapar con sus cachorros- Está herido, pero por favor, no te alteres... aun no despierta.
ESTÁS LEYENDO
presa fácil | YeonGyu
Fantasía❝ Escapando de un alfa que pretende marcarlo a la fuerza, Beomgyu, un lobo omega, decide cruzar aquel río que por tantos años se habían encargado de dejarle en claro que NO debía cruzar bajo ninguna circunstancia. De este modo llega a conocer a Yeon...