Capítulo 09

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Después de haberlo visto enseñar a sus estudiantes, Gemini estaba aún más impresionado con Fourth de lo que había estado antes.

—Es bueno que no seas un demonio.

—¿Por qué?

Cogió sus portafolios y libros mientras él abandonaba el laboratorio y se los llevó de vuelta a su despacho.

—Con tu conocimiento de la anatomía humana, serías aterrador... y mortal.

Fourth se burló:

—Soy bastante inocuo.

—Si, no cuadra con lo que vi. Me parece recordar que lanzaste a ese Daimon al suelo y le hiciste sentirlo. Por cierto ¿Dónde aprendiste a hacer eso?

—Clases de defensa personal. Tae insistió y estuve de acuerdo. Si vas a hacer mi trabajo, necesitas ser capaz de manejarte alrededor de criaturas dominantes.

Puso los ojos en blanco ante su evidente ataque. Lo extraño era que en realidad no le importaba. Se iba acostumbrando a sus bromas, y de hecho, las disfrutaba.

—Ya sabes... pensándolo bien, hay un par de demonios a los que estaría encantado de ver como les diseccionas.

—Si uno de ellos es tu hermano, estoy de acuerdo. Es un ogro repugnante.

—No tienes ni idea. Sencillamente da gracias por no haberte criado con él alrededor, golpeándote. Bloodletting Mayhem debería haber sido su segundo nombre.

—Vaya, lo siento.

Se encogió de hombros. No había realmente nada que decir. Kaiaphas era un demonio. Causar dolor a aquellos que tenía a su alrededor estaba en su naturaleza.

Abrio el despacho, lo condujo dentro, después cogió los libros de sus manos y los guardó en su sitio.

—Anoche me dijiste que hoy íbamos a convocar a algo malvado. No es que yo quiera precipitar mi fallecimiento o algo así, pero, ¿seguimos contando con ello?

—No.

—¿No? ¿Por qué? ¿Qué ha pasado?

—El gran malvado se mostró anoche en tu casa y lo alimenté con mi sangre.

Le echo una amonestadora mirada.

—Realmente desearía que dejaras de bromear sobre esto antes de que yo no vuelva a dormir de nuevo.

Probablemente él también debería, pero por la razón que fuera no pudo resistirse.

—Bueno, la sangre no era la única cosa que quería. También me pidió que le hiciera un favor.

Una duda espantosa estaba grabada en sus cejas cuando Fourth se giró hacia él.

—¿Pidió?

Cruzó los brazos sobre el pecho.

—¿Y quién es ese personaje que se asemeja al Padrino cuya dudosa petición implica tal carga?

—Es llamado por muchos epitafios. Al-Baraka, el Cambista. Kalotar, el Convocador. Corazón de demonio. Katadykari, el Condenado. Pero, según algunos su verdadero nombre es Nutchapon.

—¿Y Nutchapon es un demonio?

Gemini contestó con una evasiva.

—No es exactamente seguro.

Ladeó la cabeza como si tratara de solucionar un rompecabezas que nunca nadie había solucionado con anterioridad.

—¿Cómo es que no sabes lo que es?

14 GeminiFourthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora