06; ABUELA QUERIDA

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ABUELA QUERIDA

El agua estaba fría, pero a Aegon no le importaba, le gustaba sentir como acariciaba sus pies. Tal como su abuela había planeado, su madre y él abandonaron King's Landing e hicieron de Driftmark su hogar los últimos tres días. Aegon estaba más que feliz ante el cambio. Por las mañanas tomaba el desayuno con las tres mujeres más importantes de su vida, acompañaba a su abuela cuando tenía que escuchar las quejas y peticiones del pueblo, iba a volar con su tía, tomaba su siesta y despertaba a la hora de la cena. ¿Quién en su sano juicio se quejaría de tal horario? Exacto, nadie.

El sol estaba brillando sobre la playa con intensidad, razón por la cual tenía un sombrero en la cabeza, pero eso era lo de menos. Lo mejor era que iba de la mano de su abuela, la mujer iba hablando con su madre sobre la cacería que harían por su segundo día de nombre y a él no le interesaba en lo más mínimo. Le importaba más patear la arena bajo sus pies y tocar el agua con sus manos. Bueno, era tiempo de aceptar que ser un bebé le estaba afectando, cada vez caía más y más en sus instintos de bebé. Estaba estirando la mano para tocar el agua otra vez cuando fue levantado de forma abrupta y un grito se le escapó.

—¿Te diviertes, cariño?—Su abuela lo miró con cariño y él casi se pone a llorar.

Ah, cómo odiaba los recuerdos de su vida pasada.

—¡A!—exclamó señalando el agua—¡Abu!

—Es hora de regresar, Egg, tienes que tomar tu siesta—su madre le recordó acomodando el gorro en su cabeza.

Hizo un puchero y se dejó caer en el hombro de su abuela fingiendo molestia. Ambas rieron de su actitud y él no pudo evitar sonreír, como amaba a esas mujeres. Mientras caminaban de regreso a High Tide no pudo evitar pensar en lo que se avecinaba. Helaena nacería después de su segundo día de nombre y su padre regresaría poco después, eso significaba que tenía tiempo para prepararse. Le aterraba pensar en enfrentarse a Daemon y Helaena. De verdad que no podía esperar a que Jacaerys y Lucerys nacieran...

Oh, no había pensado en eso.

¿Cómo había podido evitar pensar en eso? ¿Cómo no pensó en la fiesta que hizo para celebrar la muerte de Lucerys? Su estómago se revolvió y tuvo ganas de vomitar, pero se contuvo, no quería tener que lidiar con los maesters revisándolo para ver qué estaba mal con él. En su vida pasada falló como tío, pero en esta vida se aseguraría de ser el mejor hermano mayor para ellos. Los haría felices. Si, esa sería su misión principal.

A pesar de no haber querido tomar su siesta cayó rendido apenas su cabeza tocó la almohada. Rhaenyra sonrió con cariño al verlo acurrucado con su peluche en la cuna y se quedó a su lado por varios minutos, solo observándolo dormir en paz. La princesa sonrió y limpió la lágrima que se le escapó, cada vez que veía a su niño no podía evitar recordar a su madre y su hermano fallecido. Si tan solo ella hubiera vivido un poco más, quizás ahora su Aegon tendría otra abuela que lo amaría como a nadie más en el mundo. Su niño tenía a tantas personas que lo amaban, pero no era suficiente, nunca sería suficiente cuando la persona más importante para ella no podía amarlo.

Si los dioses no hubieran sido tan crueles.

Aegon abrió los ojos lentamente, confundido al notar la luz rodeándolo, su madre siempre se aseguraba de cerrar las cortinas para que la luz no le molestase. Con algo de dificultad se sentó y entonces se dio cuenta que no estaba dónde debía estar. Estaba en medio de un jardín que se veía sospechosamente como el jardín de la reina. Sus ojos escanearon el lugar mientras se levantaba, sus ojos fueron a sus manos y se dio cuenta de otra cosa, no estaba en su cuerpo de bebé. Una vez de pie se apresuró hacia la fuente más cercana y se asomó en el agua, sus ojos se abrieron de más con sorpresa al notar que si bien estaba en su cuerpo adulto aún mantenía sus rasgos de bebé. El cabello oscuro, al parecer sus mechones blancos habían reducido, los ojos violetas y la piel levemente más oscura.

thicker than water. (house of the dragon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora