07: En Volterra

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— Hola, mi nombre es Isabella...

— Mucho gusto, soy James...

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[Bella Swan]

Estaba preocupada por dejar Estados Unidos, especialmente a mi padre, ya que él se iba a quedar solo. Aunque mi padre tiene amigos como Billy y Harry, así que no estará descuidado. Por lo que dejé de preocuparme tanto decidiendo volver a mi situación actual.

El martilleo de mi zapato contra la superficie baja delataba lo nerviosa que me encontraba en ese momento, ya estaba abordando el avión, y lo que me tenía así era un pequeño detalle que me sacaba de onda...

¿Cómo carajos terminé en una situación como esta?

Me encontraba en medio de dos vampiros sonrientes que no hacían nada más que mirarse burlonamente y lo peor es que no eran para nada discretos. Creía que esto era un mal juego del destino a mi parecer, o ellos simplemente lo planearon. Y debo admitir que sí les salió bien su jugada.

Los observé seriamente entrecerrando mis ojos a modo de sospecha, queriendo averiguar sus próximos movimientos, lo que ocasionó que rieran aún más.

Me distraje momentáneamente por una azafata que iba caminando hacia la cabina, la observé un momento y algo llegó a mi mente, así me levanté rápido de mi asiento con intención de advertirle.

— Disculpe señorita pero tenga... cuidado...

La azafata estaba en el suelo, se le había enredado el zapato con una cuerda que estaba casualmente tirada. La mujer cayó, así que reaccioné rápido y la ayudé a levantarse ganándome dos gruñidos por el par de vampiros que yacían sentados sin inmutarse a ayudar.

Me aseguré que la chica estuviera bien, ella me agradeció y me volví a sentar observando al par de celosos, sus ojos estaban negros y lo único que hice fue llevar mi vista a otro lado.

El avión había despegado hace ya rato, y yo tenía hambre, así que me dediqué a buscar mi mochila y empecé a comer unas galletas que había traído.

Me fijé que el par que me acompañaba veía a cualquiera que pasara con deseo de hambre, y por supuesto que no había pensado en ello, eso me descolocó a tal punto que mi corazón empezó a latir rápido.

— ¿Qué sucede Bella? ¿Estás bien? ¿Te sientes mal?

La pelirroja se dió cuenta que algo me sucedía cuando empecé a suspirar pesadamente con denotando nervios, como si estuviera al borde de algún tipo de colapso.

— Victoria... ¿ustedes se alimentaron antes de venir?

Ella me miró con alivio, al parecer ella esperaba que le dijera algo peor.

— Sí, lo hicimos, no podíamos venir aquí sin habernos alimentado, se hubiera vuelto una masacre si no lo hacíamos. Aunque veo que James está más que tentado a probar.

Miré a James con expresión asustada, Victoria también lo veía, pero en su expresión denotaba burla.

— ¿Qué? ¿Acaso no puedo deleitarme con sus aromas?

James preguntó incrédulo por la situación, me volví sería dispuesta a no hablarle, no quería admitir que eso me enojó un poco.

— Vamos, sabes que así es la naturaleza de un depredador, dispuesto a disfrutar de su comida...

Y con más razón para que ni siquiera le mirara.

Pero todo eso se fue al carajo a recordar lo sucedido en el baño y la apariencia que adopté, así que con prisa busqué un espejo de mi mochila y me observé. Mi apariencia se volvió normal como aquella vez que desperté la mansión Cullen. Yo en ese momento estaba cambiada pero al rato volví a mi apariencia original.

Vulturis Ocultos: Odio Y Cupido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora