10: Cuando termina un odio

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[Bella Swan]

— Un momento... ¿entonces eres parte de los Vulturis?

James me cuestionó.

Estábamos en la biblioteca del castillo conversando sobre lo ocurrido, daba las explicaciones que James y Victoria necesitaban escuchar para evitar que mal pensaran la situación.

— Así es James. No les había dicho algo debido a la falta de memoria.

— Aparte de eso... ellos saben de tus poderes.

Sonó más una afirmación que una pregunta, asentí con la cabeza y él suspiró.

Mis compañeros comprendieron y tomaron bien todo el asunto.

Seguimos conversando varias horas, mientras, pasábamos el rato presentándonos bien. También contábamos historias y todo fue tranquilidad.

Ya era de noche y nos dispusimos a salir para ir a nuestras respectivas habitaciones (cortesía de Aro). Agradecía que llevaran nuestras pertenencias al castillo.

Por pequeñas desgracias no nos dieron una habitación para los tres, yo tenía una habitación propia desde antes, así que sabía bien su localización, pero estaba lejos de la de James y Vic.

Había acomodado todas mis cosas en aquel cuarto que me perteneció años largos, lo conocía perfectamente, cada metro, cada centímetro. Era un lugar acogedor que llevaba muchos recuerdos en sus paredes.

Cada pensamiento fue interrumpido por un toque en la puerta, dejé lo que hacía y decidí a contestar.

— Adelante...

Las puestas se abrieron dejando ver a un rubio con una pelirroja, ambos estaban en silencio.

— ¿Qué sucede?

— No nos sucede nada. Solo queremos que nos acompañes a dar un paseo para recorrer el lugar.

Victoria dijo en un tono calmado, acepté la invitación.

— Vale, pero les advierto que no será por mucho rato, estoy cansada y aún no he dormido.

La pareja asintió y los tres salimos, pensé que querían recorrer el castillo pero fue lo contrario, salimos hacia la ciudad.

De un momento a otro James me tomó de imprevisto y me alzó depositándome en su espalda para acto seguido echarse a correr.

— ¡Ey! ¡¿Por qué hiciste eso?!

James sonrío y siguió junto a la pelirroja. Los dos se veían muy felices, así que también decidí ser feliz y disfrutar lo que sea que tenían planeado.

Al cabo de unos minutos llegamos a una playa, la luna iluminaba los senderos con un cielo despejado, una maravillosa vista.

Me bajé de James algo mareada, por suerte Vic me atrapó antes de caer por la sensación. Agradecí por la atrapada y me separé para caminar por la arena.

Iba a quitarme los zapatos pero mi acompañante rubio se me adelantó.

— No tienes que hacer esto James...

— ¿Enserio? Para mí sí es necesario.

Reí bajo por tal atrevimiento.

— Pues creo que tendré que darte una lección por tal osadía.

Los tres soltamos carcajadas no tan ruidosas. Estaba agradecida por este momento tan hermoso que me habían regalado.

— ¿Y usted? ¿No dirá nada?

Vulturis Ocultos: Odio Y Cupido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora