08: Vulturi (parte 1)

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[Bella Swan]

La ví fijamente a los ojos observando lo que ocultaba en su interior.

Todo miedo, amor, deseo, sentir, todo lo que era ella en sí. La rubia me inspeccionaba de pies a cabeza tratando de guardar cada detalle de mí, su mirada suavizó haciendo notar la comodidad.

Ella simplemente era especial.

Todo su pasado y pensamiento llegó a mí en un parpadeo. La familiaridad con la que la reconocía provocó que un recuerdo enterrado resurgiera de lo más profundo de mi mente.

☆•Recuerdo•☆

Corría por el bosque a una velocidad sorprendente causando que el viento arrollara mi rostro agresivamente. Mis pies descalzos tocaban la húmeda tierra debajo de mí y las plantas acariciaban mi cuerpo en signo de exposición a ellas.

La luz iluminando el bosque lo hacía ver como un paraíso, y yo lo estaba viviendo en carne propia, la calidez hizo que el fuego de mi interior se volviera cada vez más vivo.

La adrenalina del momento corría dentro de mí, la sonrisa de mi rostro se mantenía intacta por la libertad de deambular en ese lugar que parecía el mismísimo paraíso, tan pacífico como el fondo de un charco de agua.

Escuché unas ramas quebrándose a unos metros de mí, y una ráfaga de viento sentí. Aceleré el paso decidida a perder lo que me seguía.

Mi cuerpo pequeño podía caber por pequeños agujeros que ayudaban a mi escape, me escondía entre los troncos y las hojas tratando de ser lo más discreta posible.

Pero de un momento a otro, lo que me seguía me atrapó.

- ¡Oye!

Grité entre pequeñas carcajadas, una cabellera rubia me cargó entre sus brazos.

- Te encontré pequeña...

La hermosa voz de la chica me daba sentimiento por lo dulce y melódica que era.

- ¡No es justo, hiciste trampa..!

Enrollé mis brazos en señal de que estaba "enojada".

- ¿Trampa yo? ¡No puedo creer que me acuses de algo tan serio como eso...!

Mientras decía eso con una incredulidad bromista, puso su mano derecha en su pecho en dramatización mientras me cargaba con la izquierda.

Olvidé mi falso enojo dando paso a las risas del momento, la chica se acercó a mí dándome un beso en la mejilla.

Después de eso se escuchó una voz masculina que provenía detrás de nosotras.

- Con que divirtiéndose...

La figura de un chico se acercó a las dos, su sonrisa de alegría y ternura pura era el resultado del amor y cariño sincero que sentía.

- ¡Shí, pero ella hizo trampa!

Acusé a la chica provocando risas en los presentes.

Vulturis Ocultos: Odio Y Cupido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora