No te soporto / AU Julián x Enzo.

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Hundió su rostro en su almohada al oír el timbre sonar no quería levantarse.

Se dio la vuelta intentando volver a caer en sueños pero el timbre volvió a sonar, sacándole un suspiro agotado. Tenía que darle la llave que tenía de más a Enzo, por que eso de levantarse a las seis o en este caso a las siete para abrirle no era tan placentero.

Arrastró su cuerpo cansado por toda la cama, dejando escapar un bostezo de su boca. Ni siquiera se tomó la molestia de buscar algo que ponerse en los pies, con sus músculos tensos caminó hasta la puerta de su habitación, apretando los ojos con fuerza al sentir como el calor lo golpeaba, su pieza estaba bastante fresquita gracias al aire acondicionado.

Por lo menos el suelo estaba frío bajo sus pies, pensó Julián.

Había vuelto a las cuatro de la mañana a su departamento de la juntada de sus amigos, la noche pasó más rápido de lo que creyeron entre charlas y charlas. Fue Leandro quien se encargó de dejarlo en la puerta de su edificio, apenas puso un pie en su hogar se puso ordenar un poco por que sabía que Enzo estaría allí unas horas más tarde.

Dobló ropa que tenía limpia y lavó los platos que tenía sucios. Su casa no era un caos ya que ese viernes no estuvo en todo el día, ni había vuelto a la hora del cierre del negocio se la pasó en la casa de sus padres con Isabella viendo películas hasta que la hora de volver a su puesto de trabajo llegó.

Al terminar de limpiar todo, tomó una ducha que duró más de lo planeado quería quedarse bajo la lluvia artificial fría a dormir básicamente, pero lastimosamente tuvo que salir. No encontró una remera suya así que se puso una de Enzo que estaba entre las ropas limpias.

Cuando se acostó con sus sábanas limpias y perfumadas, puso el alarma y ahí notó que ya eran las cinco de la mañana pasadas. Apenas apoyó la cabeza en su almohada se quedó profundamente dormido, estaba demasiado cansado de eso no tenía dudas.

Abrió la puerta encontrándose con Enzo recargado en el marco con el celular en sus manos. Julián soltó el pica porte y se dio la vuelta para dirigirse a su cuarto.

Escuchó que Enzo le decía algo pero no le presto atención. Entró a su habitación siendo recibido por el aire fresco, no lo pensó mucho que se tiró nuevamente a su cama para conciliar el sueño por lo menos hasta que Enzo se acostara a su lado.

Escuchó como el morocho hacía algo de ruido del otro día y Julián estaba seguro que estaba por tomar una ducha antes de acostarse, lo confirmo cuando lo oyó entrar a la habitación tratando de no hacer tanto ruido, buscando la ropa que Julián había puesto a lavar.

"La ropa está en el sillón." Habló entre sueños.

No supo que le respondió el morocho ya que se quedó nuevamente dormido.

Volvió a despertarse Justo cuando Enzo entraba nuevamente a la habitación, solo con su short deportivo puesto. Julián tuvo que fingir que estaba durmiendo para no ser atrapado admirando al chico que tenía enfrente.

Su colchón se hundió a su lado y eso fue suficiente para darse la vuelta, pasó una pierna por encima de Enzo y se recostó en su pecho abrazándolo, suspirando a sentir el olor a jabón en aquella piel bronceada.

"¿Estas despierto?" Enzo susurró. Llevando una de sus manos a la pierna de Julián, comenzó acariciarlo.

"No..." Respondió con sarcasmo.

Enzo no dijo nada en cambio arrastró su mano que se encontraba en su pierna a través del short que había elegido para dormir, que éste sí era suyo no del morocho. Ahogó el jadeo que se quiso escapar de sus labios al sentir las caricias casi en su nalga.