Algodón de azúcar: MY SOULMATE ❦ Kookmin

27 AÑOS

Las gotas impactaban en cada parte del vehículo en movimiento, constantes e interminables, una tras otra, cubriendo cada superficie a su paso y alimentando los charcos en la carretera; todo relucía por la humedad, en aquella noche iluminada por las farolas eléctricas al lado del camino.

  - Parece que la lluvia está cesando --- comenta Jungkook manteniéndose atento al volante.

  - Tuvimos tan mala suerte, Kookie --- se queja Jimin desde el asiento del copiloto, formando un sutil puchero en sus labios --- mira que cancelarse los vuelos justo hoy que debíamos volver a Seúl.

  - No te preocupes cariño, sí, fue mala suerte, pero creo que fueron unas grandiosas vacaciones con nuestras familias, y por lo menos las carreteras no se bloquearon, llegaremos a tiempo... ¿qué hora es?

  - Casi media noche --- responde luego de dar un vistazo a su reloj de pulsera

  - ¿Ves? Llegaremos poco después de las cinco de la mañana, tendremos tiempo para descansar un momento y luego alistarnos para el trabajo.

  - ¿Por qué dices "alistarnos" si tú tienes el día libre? Seguramente dormirás hasta el mediodía...

  - Eso es un hecho, solo estaba siendo solidario contigo --- responde el pelinegro soltando una risa divertida.

  - Qué considerado --- dice Jimin sarcásticamente.

Jungkook sonríe satisfecho de molestar a su esposo, y luego comienza a admirar el paisaje a través del cristal de su auto, en el cual se agita constante el limpiaparabrisas, despejando su vista de las aún incesantes gotas.

La imagen es oscura, solitaria y limitada, hasta donde puede ver, parecen los únicos seres vivos en aquel camino.

  - Esto parece un escenario de película de Zombies --- habla el pelinegro despreocupadamente.

  - Jungkook, cállate, sabes que me asustan esas cosas.

  - Pero bebé, estás conmigo, incluso vemos esas películas juntos.

  - Sí, pero ahora es media noche y estamos en medio de una carretera desolada.

  - Pues ya tenemos compañía --- menciona Jungkook al notar frente a ellos las luces encendidas de un auto que se acerca por la otra vía.

Pitando y a toda velocidad, un auto que, a pesar de la noche, se puede apreciar su longevidad y mal cuidado, pasa por un lado del vehículo del matrimonio Jeon.

  - PERO QUÉ INCONSCIENTE --- exclama Jimin, girándose luego para ver las luces traseras de aquel auto, las cuales desaparecen prontamente en el horizonte --- puede ser de noche y no haber más vehículos, pero no es razón para exceder los límites de velocidad...

  - Y menos con las pistas mojadas de esta manera --- apoya negando con la cabeza.

  - En fin --- suspira fastidiado y observa de manera casual la pantalla del Gps --- Oh, mira amor, hay un pueblo próximo muy cerca.

  - Eso veo, espero que tengan una gasolinera, porque necesitamos rellenar el tanque.

  - Seguro que sí, cariño.

En pocos minutos, la entrada de un pequeño y desgastado pueblo se deja ver frente a ellos, y en menos tiempo, son recibidos por la iluminación del único lugar que parece activo a esas horas de la noche.

Se detienen en aquella gasolinera y ambos bajan del auto, el parqueadero está vacío y dentro de la tienda pueden divisar a un hombre de edad algo avanzada, quién duerme tras un mostrador.