Algodón de azúcar: MY SOULMATE ❦ Kookmin

17 AÑOS🌷

En una tarde de débil lluvia, cuando los habitantes del vecindario, en su mayoría, se encuentran fuera de casa para disfrutar de la feria que acontece en el centro de la pequeña ciudad; Jungkook descansa sentado en la silla de la habitación de Jimin, mientras que este último, de espaldas hacia él, salta acalorado y constante sobre su regazo.

Jimin suelta agudos gemidos que se mezclan con el sonido de la lluvia de allá afuera, mientras se sostiene con las manos del borde de su escritorio, y sus pies, vestidos con suaves medias blancas y estampado de corazones rosas, se empinan sobre el suelo; sus labios se mantienen entreabiertos y su mirada perdida en la pared de su habitación.

Los ojos del pequeño se llenan de lágrimas al sentir una placentera pulsación en su interior, justo donde la punta del miembro de Jungkook golpea cada vez que se deja caer sobre él.

Las manos de Jungkook se arrastran desde sus caderas hasta su cintura, llevando consigo la tela del suéter amplio y rosa que hasta hace un momento cubría escasamente el trasero de Jimin.

  - M-Minnie --- gime Jungkook perdiendo su mirada en las sexys curvas del más pequeño, subiendo aún más el suéter y exponiendo la delgada cintura ajena, la cual se extiende en aquella blanca y tersa piel, que se amplía hacia abajo, creando espacio para sus grandes y firmes nalgas que ahora rebotan deliciosamente sobre él y toman todo su miembro, casi asfixiándolo en un placer que le deja poca razón --- a~ah bebé...

  - K~ookie... no... puedo más --- jadea con sus piernas temblorosas antes de soltar un agudo y potente gemido, sintiendo un fuerte y placentero cosquilleo en su interior y en su miembro, en una inevitable liberación que parece dejarlo sin fuerzas.

Jimin deja caer su espalda sobre el pecho de Jungkook, y este rápidamente lo rodea con sus brazos para posicionar sus manos en su pecho y abdomen, apretándolo contra él mientras levanta sus caderas para hundirse más en su interior, gruñendo suavemente en su cuello.

El pequeño se estremece con la sensación tibia del semen de su novio, liberándose y llenando su interior, y es solo entonces cuando su cuerpo se relaja por completo, dedicándose, al igual que Jungkook, a recuperar el aliento.

  - Ya... no está lloviendo --- murmura Jimin aún agitado.

Jungkook percibe vagamente que el sonido de la lluvia se ha extinguido, porque su total atención se encuentra en el chico sobre él. Observa extasiado la piel ligeramente húmeda por el sudor del más pequeño, sus mejillas rosas y sus largas pestañas, sus cabellos desordenados, y la casi intacta diadema de orejitas gatunas que está cubierta con encaje rosa y que permanece adornando su linda cabecita.

Jungkook nunca creyó poder ver a Jimin más adorable y sexy de lo que ya era, por ello, la imagen que tenía ahora de su novio lo mantenía embelesado.

  - Vamos a la cama --- susurra Jungkook poniéndose de pie sin soltar el cuerpo pequeño y guiándolo hacia la cama.

  - Jungkookie... --- pronuncia de forma cariñosa luego de acostarse sobre su cama, quedando silenciado prontamente por los hambrientos labios del contrario, quien se ha abalanzado sobre su cuerpo.

Jimin jadea indefenso y perdido, atrapado bajo el fuerte cuerpo de Jungkook, quien lo ha acorralado y ha empezado a recorrer su piel con el mismo hambre con el que devoró sus labios.

El cuerpo del pequeño responde obediente al incontenible deseo de Jungkook, moviéndose delicadamente para permitir que su suéter sea levantado y que sus pezones sean chupados; ruborizándose aun más al sentir las manos ajenas manoseando descaradamente su trasero.

El repentino sonido de la puerta principal siendo abierta rompe con el episodio de jadeos, caricias y besos; ambos se miran con los ojos muy abiertos y rápidamente saltan de la cama.