12 AÑOS

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  - Jungkookie, déjame ganar --- pide el niño sin quitar su concentración de la pantalla --- JUNGKOOKIIIIE, POR FAVOR --- exclama mientras presiona las teclas de su mando con torpeza y desesperación.

Jungkook suelta una carcajada, divertido e ignorando el pedido de su amigo.

  - Jungkook no seas cruel, yo también quiero ganar --- vuelve a pedir, dando un empujoncito con su hombro al de su amigo.

Ante los oídos sordos de su amigo, y ante el inminente final a su contra, el más pequeño se mueve en el sofá para dejar su cuerpo casi sobre el del contrario, logrando cubrir la visión de su amigo con su cuerpo.

Jungkook ríe y suelta su mando a un lado para dedicarse a observar la pantalla, donde su avatar está siendo atacado hasta morir.

  - Siiiii, GANEEE --- Exclama Jimin dando saltitos y presenciando como su avatar queda solo en la pantalla del televisor, mientras la palabra "WINNER" aparece dentro de una explosión de confeti.

  - ¿Otra partida? --- propone el más alto, y Jimin voltea a verlo con duda.

  - ¿Me dejarás ganar?

  - Mmm... ¿Qué me darás a cambio?

  - Jimin, cariño --- interrumpe la señora Park ingresando a la sala.

  - ¿Si mami? --- responde el pequeño con pasividad.

  - Lleva esta tarta a la casa de los Jung, por favor --- indica entregándole una tarta de fresas de tamaño regular --- Jungkook, también hice una tarta para ti, por supuesto --- dice luego, justo cuando ve al pequeño pelinegro saborearse la tarta en sus pensamientos.

  - Gracias tía, amo las tartas que preparas --- responde el pequeño con una sonrisa.

  - Lo sé cariño --- dice la señora Park antes de retirarse y volver pronto con una tarta más grande que la anterior --- ve llevándola a tu casa también.

Jungkook asiente hacia la amable señora y luego ambos niños salen de casa, juntos van a la casa de Jungkook para dejar el obsequio con la señora Jeon, y luego prosiguen su camino.

Pasean frente a cada casa hasta llegar al final de la calle, donde tan solo cruzan el parque y al hacerlo encuentran la casa de los Jung.

  - Buenas tardes señora Jung, mi mamá le envía esta tarta --- dice el pequeño Jimin a la mujer que le ha atendido en la puerta, mientras le extiende el recipiente con la tarta.

  - Oh, muchas gracias Jimin --- responde la educada anciana --- tu madre es un encanto; sin duda, lo mejor de la temporada de fresas son las tartas que prepara tu mamá, dale las gracias por mí.

  - Sí señora --- asiente el niño con una educada y sutil sonrisa que es respondida de la misma forma.

Cuando la puerta es cerrada, Jimin se gira para volver con su amigo, pero se detiene al verlo a unos metros de él, con su mirada perdida en el interior de una calle estrecha que no es muy transitada por los residentes del vecindario.

  - Jungkookie ¿qué miras? --- interroga el mas pequeño llegando a su lado.

Entonces Jimin puede ver también lo que mantiene entretenido a Jungkook.

Jimin abre su boquita con incómoda sorpresa al ver a una pareja de novios en aquel callejón. Un chico mantiene a una chica entre la pared y él, mientras ambos parecen perdidos en un intenso beso.

  - Wou --- pronuncia Jungkook con gran interés.

  - No mires eso, Jungkook --- reprende, tomándolo de la mano y llevándoselo del lugar.

  - ¿Viste eso? --- cuestiona Jungkook pareciendo emocionado.

  - Sí, y no debimos verlo, es algo privado.

  - Vaya, parecía que realmente lo disfrutaban --- continúa el mas alto, sin prestar atención al mensaje de su amigo.

  - Si...

  - Yo quiero un beso así --- culmina el pequeño con una amplia sonrisa.

Jimin abre sus ojitos con ligera sorpresa, la cual disimula pronto al fingir que no escuchó aquello último.

  - Jimin, ¿tú me darías un beso así?

  - ¡Pero qué dices! --- exclama el mas pequeño con las mejillas levemente sonrojadas.

  - ¿No quieres? --- insiste Jungkook con tono juguetón

  - Jungkook no digas cosas así.

  - ¿Y por qué no? ¿no recuerdas aquella navidad que pasamos juntos?

  - Jungkookie, no hables de eso --- dice Jimin casi en un ruego, ahora con un tono de rojo más profundo en sus mejillas --- solo estábamos jugando.

  - Si tú lo dices, ahora dame un besito como el que pido.

Luego de decir esto último, Jungkook se aproxima rápido y divertido hacia su amigo, logrando chocar sus narices en aquel movimiento.

  - No Jungkook --- niega Jimin, esquivando el beso de su amigo y casi riendo por lo divertido de la acción.

  - Ya sé, si me das ese beso, te dejaré ganar en los videojuegos por un mes.

  - Sabes que no lo haré.

  - Entonces, hagamos algo, si te alcanzo antes de llegar a tu casa, entonces te besaré; pero si puedes escapar de mí, ya no te insistiré con esto.

  - Jungkookie, qué dices --- ríe Jimin con incredulidad.

  - Te daré cinco segundos de ventaja --- indica el más alto con una mirada juguetona, pero con convicción.

  - ¿Jungkook? --- llama el pequeño, apenas comenzando a captar la seriedad en las palabras de su amigo.

  - Uno...

Jimin abre su boquita, temeroso, y luego sale corriendo, alejándose de su amigo; no pasa mucho para que escuche las risas de su amigo detrás de él, causando que el pequeño también comenzara a reír.

A lo largo del vecindario de toda su vida, ambos corren haciendo su mejor esfuerzo, riendo uno detrás del otro y llamándose por su nombre... 






Algodón de azúcar: MY SOULMATE ❦ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora