𝑬𝒍𝒐𝒕𝒆 ፧ ࿐ 𝐾𝑡𝐷𝑘

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Quiubole Raza, creo que haré un maratón de episodios hasta que se acabe esta historia, xq no se, ya tengo ganas de acabarla y bueno, ajá xfa dejen su estrellita y comenten, amo leer sus comentarios 😭🫶.

Pov. Izuku

Ya era inicio de semana, desde noviembre le llevo pidiendo a mi jefa que ya nos deje adornar la casa de navidad pero dice que no hasta que estemos a menos de una semana de navidad ¡hora si que casi casi q el mero día de noche buena!

Que perro coraje, pero bueno, no puedo protestar pues es mi jefa, llevamos todos los pinches días yendo a trabajar y ya estamos hasta la madre, ya queremos vacaciones, no se vale.

Pero bueno, como sea, estaba en el bachillerato formado en la cooperativa con mi novio pues me dijo que me iba a invitar unos chicharrones preparados y al chile ¿cómo negarme a eso? Ah y también un ponche.

Amo el puto ponche de la escuela, llevo esperando todo el año para que lo vuelvan a sacar y al fin, ¡AL FIIIN!

—Oe, Baby—. No sé en qué perro momento se le ocurrió decirme por ese apodo, pero no me quejo, mas bien me prende.

—¿Mh?

—¿Aquí no hacen baile de fin de año? Baile de otoño... ¿sabes a lo que me refiero?—. A chin- AHHH YA SE A QUE SE REFIERE.

—¡AHHH YA CAPTE! No, en Mexico no hacemos eso, lo que hacemos es una quermés donde comienzan a vender comida y pues también hay baile—. Le expliqué, tenía claro que las costumbres de USA y México son completamente distintas.

—Ah, entonces no vendré

—Bueno, entonces le dire a el guapo de Poncho que me saque a bailar—. Yo sé cómo retar a mi cuchurrumin.

—Olvídalo, definitivamente voy—. Izuku Midoriya 1, Katsuki Bakugou 0.

Y pues avanzo la fila, esa perra mamada siempre estaba hasta la madre, casi que nos aventábamos todo el recreo para conseguir entrar.

Y cuando al fin pudimos entrar la doña andaba más lenta que tortuga, ¡No tenemos las calmas para estar aquí todo el pinche día! Empecé q mover mi pie por la ansiedad.

Mi hombre noto esto y me abrazo por la cintura para calmarme, ahh... me trae bien enculado ese tipo...

Y bueno, la verdad es que últimamente el ha estado subiendo mi estado de ánimo, yo ya había dejado mi humor, había estado más ¿apagado? Y creo que a Kacchan no le gusto eso.

—¿Que va a llevar?—. ¡HASTA QUE NOS ATIENDE VIEJA GUANGA!

Estaba a punto de soltar otra de mis tarugadas cuando mi novio me volvió a pegar, ya se le había echo costumbre que cuando presiente que voy a decir alguna de mis pendejadqs me da un golpe en la nuca para callarme.

—Deme un ponche y un chic-cha- rron? Preparado—. Nambre, ya ni yo tartamudeo tanto... ah verdad que algunas palabras le cuesta trabajo pronunciarlas, si seré pendejo.

—¿Con que?—. Me miró esperando a que ordenara.

—Ya se la sabe mi doña, Aguacate, Jitomate, quesito, lechuga, crema y cueritos de cerdo—. Ya se me andaba haciendo agua la boca.

—Ah si, denme un momento—. Y se fue- nos dejó ahí como diez minutos y ya creo q no mas faltaba menos de 5 minutos para que se acabara el recreo.

¡APÚRELE VIEJA QUE EN CUANTO DEN EL TOQUE ME VAN A OBLIGAR A TIRAR MI CHICHARRÓN Y MI PONCHEEE!

Hasta que por fin llegó con el ponche y mi chicharrón, señooor~ me has mirado a los ojoooos!-

—Son 60 pesos—. A Cabron el año pasado estaba más barato, estaba el ponche a 20 y el chicharrón a 30, pinché carera.