❝ 𝓣𝓱𝓻𝓸𝓾𝓰𝓱 𝓽𝓱𝓮 𝓛𝓸𝓸𝓴𝓲𝓷𝓰 𝓖𝓵𝓪𝓼𝓼 ❞

Capítulo IV

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❝ 𝓜𝓪𝓻𝓲𝓸  ❞ 
  『♥️』

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El viaje hasta el reino de los Kong había sido largo y pesado; habían tardado una semana y unos cuantos días en llegar. Todo era demasiado diferente al Reino Champiñón, estaba lleno de vegetación y había pistas para autos en todo el reino. A él le parecieron peligrosas la mayoría de pistas, por no decir todas.

Únicamente tenía pensado acompañar a la princesa, él no tenía idea de la política entre los reinos y no quería causar problemas, aunque al final terminó haciéndolo cuando el rey no quiso cederle sus tropas a Peach. Consideraba que ella era la persona más capacitada que había para “comandar el mejor ejército del mundo”. Por eso aceptó el enfrentamiento contra el hijo del rey, demostraría que Peach era digna de dirigir las tropas a la victoria.

Ahora mismo se encontraba en una habitación que los kong le habían dado. Podía fácilmente compararla con una habitación temática de algún hotel. Acogedora, aunque tal vez un poco rústica como imaginaba las del palacio de Peach. La puerta fue tocada y se sobresaltó levemente al estar metido en sus pensamientos. Abrió la puerta.

—Mario —la princesa lo recibió con sus zafiros luciendo preocupados, sus cejas y facciones hacían juego con la emoción—. No tienes que hacer esto, puede ser peligroso para ti. Encontraremos otra manera.

La princesa entró en la habitación cuando el plomero la dejó pasar.

—Pero ésta es la más rápida, ¿no? —Peach asintió—. Entonces no te preocupes princesa, puedes confiar en mí. Me aseguraré de conseguirte las tropas.

—Confío en ti, pero es el hijo del rey y tú… No te ofendas, pero no eres de este mundo, estás en desventaja. Ni siquiera conoces la arena, pueden hacerte daño.

—Estaré bien —El fontanero le sonrió suavemente, aunque también estaba nervioso y temía lo que podía pasar, no se daría por vencido ahora, y no le causaría más preocupaciones a la princesa—. Es la única manera de recuperar a mi hermano y salvar tu reino.

La mirada de Peach cambió a una de ligera sorpresa. Pensaba que Mario sólo estaba ahí por su hermano, ¿en serio le importaba su reino? Una sutil sonrisa se posó en sus labios al igual que sus mejillas se sonrojaron suavemente, se sentó en la orilla de la cama.

—Bueno, si vas a enfrentarte a Donkey Kong necesitas estar preparado, por lo menos conocer la arena. Iré a hablar con el rey para que nos permita que te familiarices con el lugar.

—Princesa, y con las tropas, ¿crees que tendremos oportunidad de derrotar a Bowser?

—Sin duda alguna, no te preocupes por eso —Peach le sonrió y se levantó, arreglando su vestido—. Volveré por ti para ir a la arena, por ahora prepárate.