Primer Arco: ❝ Bowser, después de capturar a Luigi, idea un extraño y retorcido plan para llegar hasta Mario, ayudándose de la ingenuidad de Luigi para lograrlo, sin embargo, jamás pensó que su búsqueda por destruir al plomero de rojo terminaría en...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
❝ 𝓛𝓾𝓲𝓰𝓲 ❞ 『 💚』 ⇀
00:09 ━━━━⬤─────── 03:40 (⇆ ◁ || ▷ ↺)
No terminaba de entender cómo es que había terminado en esa situación, había abierto una puerta que no debía e interrumpido un asunto que no era de su incumbencia y ahora debía asumir las consecuencias de ello. Ni siquiera sabía por qué había accedido a la petición del monarca, pero el nerviosismo, la faceta vulnerable y sensible que había visto reflejada en él cuando se trataba de la princesa… Sin duda quería conocerlo mejor, además de que se sentía en deuda por el apoyo que le estaba dando al ayudarlo a buscar a Mario.
Suspiró y acomodó sus prendas. Se miró al espejo y repasó las rosadas telas que conformaban el vestido que llevaba puesto. Se dió un poco la vuelta para mirarlo de lado. Era tan pomposo que ni siquiera se veía completo en el espejo. Aunque no era algo que él usaría, debía admitir que era bastante lindo, con algún que otro encaje y detalles en blanco. Se preguntaba si los ojos de la princesa serían del mismo color que la piedra azul a la mitad del pecho. Le parecía muy extraño mirarse a sí mismo de esa manera, usando un gran y elegante vestido que parecía costoso y con una peluca de cabello rubio.
Miró el reloj de la pared, ya tenía que irse. Suspiró y se acomodó los guantes blancos que le llegaban hasta los codos y después se dió la vuelta para dirigirse a la puerta de la habitación. Salió de ella y caminó por el pasillo, escuchando sus pasos resonar en el suelo gracias a los tacones que usaba. Sujetó el vestido un poco para que no se arrastrara tanto en el suelo y agradeció no toparse con nadie en el camino, pues para él era un poco vergonzoso.
Tocó la puerta de la sala del trono y esperó a que lo dejarán pasar. No tardó en escuchar un "¡Adelante!" de la voz del rey. Tomó un poco de aire y abrió la puerta, entrando en la sala y viendo en el fondo al koopa con un traje blanco, con pequeños detalles en morado y plateado que hacían ver muy bien al monarca. El sombrero, que aún no se ponía, tenía el símbolo que ya había visto varias veces en el castillo y que pertenecía a Bowser, que no era nada más y nada menos que la forma del rostro del rey.
Volvió a alzarse el vestido para acercarse un poco a Bowser, con las mejillas un poco sonrojadas por la vergüenza. Le sonrió un poco cuando notó que tenía la mirada del koopa encima.
Bowser miró fijamente al humano por un par de segundos, después negó suavemente con la cabeza y se acercó para extenderle la mano, no quería que se cayera.
—¿Te quedó bien el vestido? Si no es así puedo decirle a Kamek que le haga algunos arreglos para que estés cómodo…
—No, no, así está bien —le respondió el fontanero tomando la mano que el rey le extendió. Fue algo que ambos sintieron, una pequeña corriente eléctrica que los recorrió desde el momento en que sus manos se tocaron, pero que ambos prefirieron ignorar—. Está bastante bien, de hecho.
