Capítulo ocho: Musa

1.1K 336 55
                                    

Anoche, tras haber redactado el capítulo 14 de «Déjà Vu», no volví a conciliar el sueño.

Me puse en modo Flint Lockwood y acabé escribiendo 4 capítulo de «Del lienzo al corazón», aunque no he terminado de revisar el cuarto.

Dije que ya no publicaría maratones, porque odio que muchas personas voten en el último capítulo que leyeron como si no hubiesen leído el resto.

(Como favor especial, pido lo siguiente...)

Así que, por favor no hagas que me arrepienta de esta decisión de último momento acerca de dejar tres capítulos seguidos. (Por la noche actualizaré el que todavía necesita retoques).

Ten en cuenta que no te pido que votes. No es obligatorio. No lo hagas sino quieres, pero no votes solamente en el último capítulo que lees dejando el resto con cero votaciones. Se siente feo, y de hecho me parece incluso una falta de respeto y una horrible falta de apreciación y reconocimiento hacia mi persona. 😒

Si has esperado por actualización de esta obra, es porque te gusta; y puedes demostrar apoyo de la manera correcta, o puedes ahorrarte la molestia. Pero si solo vas a dejar un voto por el maratón que ahora ofrezco, solo..., no lo dejes. Quédatelo. 🙂

Pasando de esto, prosigamos. Y que disfrutes la lectura. ❤️

Los ojos marrones de Zoro continuaban fijos en los orbes que, con algo de curiosidad y embeleso, correspondían a los suyos manteniendo la conexión visual

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los ojos marrones de Zoro continuaban fijos en los orbes que, con algo de curiosidad y embeleso, correspondían a los suyos manteniendo la conexión visual.

Desconcertada por lo que acababa de pensar con relación al hombre que aún la tenía apegada a su cuerpo, [Tn] separó los labios esforzándose por contradecir una declaración jamás pronunciada.

Tenía la impresión de que el caso vendría a ser como cuando alguien se paraba sobre el capó de un automóvil para hacer uso de un megáfono. Pero qué tonta ocurrencia. Eso no podía ser. Tan solo estaba malinterpretando la reacción de su cuerpo, y exagerando un poco sus alocados pensamientos, ¿verdad?

No. No podía mentirse. Lo había pensado de maneras poco sanas para su mente y ritmo cardíaco durante todos esos días en los que se increpaba por lo mismo tanto.

Con indecisión, sonrió dando un paso atrás.

Le sorprendió la extraña sensación de haber caído con un poco de retraso, a pesar de que continuaba de pie. Ansiaba retornar a los fuertes brazos que la habían salvado de una segura hundida de nariz entre las blancas piedrecitas, pero ya no era posible.

—¿Qué sucede? —le tentó Zoro, que con una chispa de malicia, la observaba sin perderse de ningún cambio en las gesticulaciones que ella intentaba reprimir.

—Bu-Bueno... Es que he pensado en que... —se detuvo. Muy nerviosa, trató de hilvanar una respuesta inteligente que le cubriera las espaldas. No quería que su prematuro descubrimiento le fuese develado a los  ojos que, parecían penetrarla por completo; como si supieran a ciencia cierta qué era aquello que deseaba mantener en secreto—. Pues... Pensaba en que me has llamado pero, nunca te di mi número de móvil. ¿Cómo lo has conseguido?

DEL LIENZO AL CORAZÓN ━━ [FINALIZADA] 《76》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora