No debieron hacerlo, nadie se detuvo a pensar en las consecuencias de unir a un ángel rebelde con el mismísimo diablo, él no quería ir al cielo con ella, pero ella anhelaba arder en las llamas del infierno junto a él...
Alfred apretó la mandíbula y negó con la cabeza algo apenado, si no fuese tan leal ya le hubiese decorado la cabeza con una bala.
Ha pasado todo un maldito día y ninguno de mis hombres encontró información sobre ella, todos dicen que no hay socios nuevos, pero este es mi bar y esa fue la primera vez que la vi, y no conozco ninguna familia donde haya una chica de su edad.
Hoy como todas las últimas noches me encuentro en mi bar, está vez con una delgada mujer encima de mi regazo, mi hermano se encuentra en frente mío y algunas otras chicas nos rodean, sostengo el vaso de cristal y observo la bebida, tomo todo de un trago sintiendo mi garganta arder.
Levanto mi mano y le hago una señal a Alfred con mis dedos, asiente con la cabeza y se va, la chica que se encuentra en mi regazo se acerca a mi oreja y dice algunas cosas que me hacen levantar una ceja.
Mi hermano hace un gesto con su cabeza y giró un poco el rostro y ahí está ella, lleva unos shorts que cubren un poco más abajo de sus nalgas, una polera negra algo holgada y unas zapatillas parecidas a las Vans, es ella joder, nadie la encontró, pero aquí está ella casi frente a mi.
Fue como si la llamara con mi mente y giró el rostro hacia mi en el mismo instante en que Jessica empezó a besar mi cuello, coloque mi mano en su culo y le di un apretón, quería ver cómo reaccionaria ella, pero simplemente levantó una ceja y me guiñó un ojo para después dirigirse a la barra donde hay un hombre el cual no dudó en acercarse a ella.
Intento no mirar hacia allá y continuo tomando de mi bebida con más frecuencia que antes, aprieto la mandíbula con fuerza y estrelló el vaso en la mesita, nadie puede ignorarme de esa manera, no después de dormirse cuando estuve apunto de estar dentro de ella, debería estar aquí rogando por una segunda oportunidad.
Me pongo de pie repentinamente haciendo que Jessica caiga al suelo, escucho sus quejas, pero me importa poco y continuo caminando hacia la barra, el hombre a su lado sonríe seductor y la sostiene de la cintura, se acerca a su oreja y le susurra algo a lo que ella simplemente asiente con la cabeza mientras ríe.
—Sal de mi vista antes de que te vuele la puta cabeza—grite. Mi arma descansa en su frente y soy consciente de que no tiene seguro y muero por disparar.
Ella no se inmuta, ni dice nada, él en cambio asiente con la cabeza y se va sin dudarlo, me giro sobre mi eje y le disparó por la espalda haciendo que caiga al suelo sin vida.
Algunas personas ajenas a mi identidad salen huyendo del bar, pero mis hombres hacen su trabajo y calman la situación, la chica frente a mi continua bebiendo su bebida como si nada.
—¿Acaso no me temes?, ¿Tienes idea de quién soy?—
—¿Por qué habría de tenerte miedo?, Edmond Nikolae, no te creas demasiado— siseo.
Asentí con la cabeza y guarde mi arma en su sitio.
—¿Vas a pretender que no recuerdas lo que me hiciste anoche?—
Por un breve momento su mirada se tornó confusa y ella guardo silencio, la sola idea de que ni siquiera lo recuerde me llena de ira.
—No se de qué está hablando, no le hice nada— aseguró.
—Claro, el que te hice todo fui yo, estás aquí para terminarlo, no te hagas del rogar, todas quieren meterse en las sábanas del diablo y nadie nunca me ha dicho que no—
—Yo si, no tengo intenciones de acostarme con alguien con el ego más grande que su pene—
—¿Cuál es tu nombre?—
—Te aseguró que no soy de tu familia, no te preocupes—
Mi paciencia llega a su límite y tomo un trago, nunca nadie se atrevió a faltarme el respeto de esa manera, nunca en mi vida, todos me temen, con solo escuchar mi nombre son capaces de temblar, pero esta mujer parece ser inmune a mi intimidación y eso solo hace que me sienta más fascinado, más interesado en ella.
¿Qué oculta esta mujer?, ¿Quien es y por qué me siento tan interesado en ella?.
Mi vista se detiene en su labio inferior roto, su mejilla está inflamada y roja, mi sangre empieza a hervir y la sostengo del brazo con más fuerza de la que me gustaría.
—¿Quien fue?, Dame un nombre—ordene.
—Olvidalo, mete las narices en tus propios asuntos y mantente al margen de los míos— siseo. Se libero de mi agarre y empezó a alejarse rumbo a la salida.
Deje que se fuera, pero le pedí a uno de mis hombres que fuera tras ella e investigue donde vive y con quién, si alguno de mis enemigos la envío la torturare después de follarmela.
Volví a mi asiento y me crucé de piernas, Jessica se acercó y la ignore observando a mi hermano.
—No sabía que eres tan posesivo hermanito, Nora Hastings, es guapa , ¿He?—
La sangre en mi cuerpo dejo de circular y lo observe con el ceño fruncido.
—¿Nora Hastings?—
—Si, la hija mayor de Cristopher, esa con la que te ibas a casar— siseo.
Sonreí ladino y tome un trago.
—¿Iba?, ¿Quien dice que no lo haré?—
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