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Fyodor nunca había sido una persona violenta, pero el puñetazo en el estómago que sintió al ver a Sigma hablando con Gogol le dieron ganas de devolvérselo, pero en la cara.

Se sentía idiota, enfadado y descompuesto. Por un lado, quería agarrar a Sigma de un brazo y gritarle todos los insultos habidos y por haber en los siete idiomas que se sabía, y por el otro, quería hacerse bolita y llorar porque la vida era injusta.

¿La vida? No, la vida no.

Sigma.

Tendría que darle vergüenza, después de todo lo que habían vivido juntos, después de tantos años siendo amigos. ¿Acaso eso no valía nada para él? ¿Cómo pudo atreverse a quitarle el chico que le gustaba?

Siempre había sentido una atracción especial por las ratas, pero al ver que su amigo se había convertido en una de ellas, la repulsión fue inmediata.

No tuvo el valor de interrumpir su cita, pero al día siguiente lo primero que hizo fue tomar a Sigma del brazo y arrastrarlo lejos, donde nadie pudiera escuchar su conversación. Era algo privado, entre ellos dos.

—¿Pero qué demonios te pasa? —Exclamó Sigma una vez se hubo librado de su agarre.

—¡Eres una rata! —Le recriminó furioso— ¡Eso me pasa!

El de cabello bicolor se quedó estupefacto.

—¿Qué? ¿De qué mierda hablas?

—Te vi. Estabas muy contento ayer en la tarde, comiendo tacos con Nikolai.

Se le subieron los colores a la cara.

—Ah, eso... No es lo que piensas...

—¿Te hace muy feliz apoderarte de mi vida?

—¿Qué? ¡No! Fyodor, escúchame...

—¡No, tú escúchame! —El ruso se acercó peligrosamente a él y le incó un dedo en el pecho— No quise verlo porque creí que no serías capaz. Quise confiar en ti, y en que nuestra amistad valía algo para ti, ¡pero está claro que me equivoqué! 

—¡No sé de lo que estás hablando! —Chilló Sigma, desesperado. Fyodor le dio un empujón.

—¡Te gusta Nikolai! —Espetó, y Sigma palideció— ¡Desde el inicio has estado saboteándome para quedarte tú con él! ¡Nunca quisiste ayudarme!

—N-no, eso no es... Fyodor....

—¡Fyodor nada! ¡Creí que éramos amigos! 

—¡Lo somos!

—¡¿Y por qué le pediste a Shibusawa que me alejara de Nikolai mientras tú tenías una cita con él?!

—¡¿Quién te dijo eso?!

—¡Shibusawa!

Sigma se quedó inmóvil un momento y apretó los puños.

—¿Shibusawa te dijo eso? —Preguntó, con un hilo de voz.

—Sí.

No tuvo tiempo de reaccionar antes de que Sigma se acercara dando zancadas y lo agarrara del cuello de la camisa.

—¡¿Y fuiste tan imbécil como para creerle?! —Gritó, y le dio un empujón que casi lo lanza al suelo— ¡Sí, me gusta el maldito Nikolai! ¡Y me gusta desde mucho tiempo antes de que tú supieras que existía! ¡Pero no sería tan imbécil como para traicionar a mi MEJOR AMIGO por alguien que apenas conocí! ¡Porque prefiero mil veces quedarme sin novio a perderte!

Fyodor balbuceó.

—P-pero, Shibusawa...

—¡¿Shibusawa qué?! ¡Es un idiota de primera, y tú le gustas a ese idiota! ¡Cuando le conté todo, me pidió que le consiguiera una cita contigo para yo poder salir con Nikolai, pero me negué! ¡Es la razón de que estemos peleados!

Pingüinos /Fyogol/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora