Miro a Molly disgustada y ella se ríe por mi cara estúpida. No creo que esté enamorada de Luke, a penas lo conozco y pues solo me parece adorable.
—Molly, él no me gusta —Le digo cruzándome de brazos y mirándola esperando alguna respuesta.
—Claro que sí, Paige —Susurra ella imitando mi acción.
—No es cierto, estás mintiendo —Le digo algo incómoda por toda ésta situación.
Molly sonríe y sale de mi cuarto, dejándome sola. Estaba pensativa, era algo que debía pensar, pero no podía decirlo.
Las horas fueron pasando y yo estaba divirtiéndome viendo vídeos de gatos adorables y estupideces que hacían los mismos. Amo a los gatos con mi vida, son muy lindos. Ahora mismo, debía pensar que ponerme y esas cosas, pero no estaba muy preocupada por eso.
Veo la hora y son las dos de la tarde. Tengo que bañarme y alistarme para salir al centro comercial. Me doy una ducha rápida y salgo del cuarto de baño para dirigirme a mi habitación.
Me cambio con un vestido amarrilo. Suponía que para la ocasión estaba bien el vestido y que el día estaba bastante fresco, no hacía ni frío ni mucho menos calor. Me coloco unos zapatistas de flores y me peino. Creo que estoy lista para salir.
Bajo las escaleras y salgo de casa sin despedirme de nadie. Ellas nunca lo hacen y no creo que deba hacerlo tampoco. Camino hasta llegar al centro comercial, me detengo cuando veo a Luke parado en la puerta mientras me busca con la mirada.
Me acerco a él con una resplandeciente sonrisa y el sonríe también. Su sonrisa me conmueve bastante, Luke me abraza por unos segundos y yo me separo de él observándole detenidamente.
—¿A dónde vamos a ir pequeño saltamontes? —Le pregunto riendo y él me toma de la mano comenzando a caminar.
—No lo sé, Paige —Murmura molesto por no tener muchas ideas— Solo caminemos. Creo que lo necesito o lo necesitamos.
Asiento caminando a su lado. Puedo notar su molestia o tristeza, pero era algo negativo. Yo sabía que Luke no era de ponerse mucho así, pero algo le estaba poniendo incómodo.
—Luke, ¿Te sucede algo? —Cuestiono. Luke se para por unos segundos y me mira suspirando.
—No es nada, te lo digo otro día —Me responde y seguimos caminando. No voy a presionarlo para que me diga.
Quedamos en medio de un parque muy bonito. Las flores eran abundantes y los arboles eran altos, dignos de admirar los mismos. Habían bancos por todos lados y mucha gente no habitaban por ese hermoso lugar.
Luke se sentó en el césped bajo la sombra de un árbol, mientras miraba al cielo y mordía su labio una y otra vez. Luke era un angelito muy abrazable.
Me acomodo a su lado y recuesto mi cabeza sobre su hombro. Él todavía está perdido entre sus pensamientos, y al parecer no va a salir de allí por el momento y tampoco no voy a interrumpir.
—Emh, perdón —Ríe suavemente— Me excedí mientras pensaba.
—No te preocupes, eso pasa muchas veces —Digo despreocupada. Luke se queda mirando hacia la nada— ¿Estás seguro de qué no te ocurre nada?
—Lo estoy. No pasa nada —Asegura rascando su nuca, pensando qué decir.
—Me gusta mucho este lugar, es muy bonito y tranquilo —Confieso mirando todo el paisaje al nuestro alrededor.
—A mí también, es mi lugar favorito —Afirma él dedicándome una amplia sonrisa.
—Y creo que será el mío pronto —Susurro en su oído y lo abrazo por los hombros.
Luke se levanta del césped y también yo lo hago y me estrecha entre sus brazos, otorgándome todo su calor.
