No sabía qué diablos hacer. Estaba volviéndome loca, o más de lo que estaba. Bueno, tenía que contestarle aquel mensaje.
luke: hola.
paige: hola, luke.
No bloqueé el celular hasta que Luke me respondiera.
luke: ¿puedo decirte algo a confianza?
¿Por qué me pregunta tal cosa? Supongo que sí, porque no soy una persona chismosa.
paige: claro, no hay problema.
Esperé unos minutos porque Luke duro duró un rato escribiendo. No esperaba a que una persona que casi no conocía se desahogase conmigo. Él no había ganado mi confianza, pero al parecer, él si confía mí y eso es suficiente para darme cuenta de lo tan dulce que es.
luke: he estado deprimido, demasiado. mi mamá está de viaje y mi padre no sé dónde diablos anda. casi pierdo el empleo y tengo muchas ojeras, ayuda.
Al principio me reí un poco por su niñería. Parecía un niño huérfano que necesitaba del cariño de su madre, y eso me hacía seguir pensando que era muy adorable y agradable.
paige: me parece muy tierno que me estés contando esto.
Duró unos cinco minutos en responder y esta vez lo hizo con una nota de voz. Tomo mis audífonos que están sobre la mesa de noche y los conecto de mi celular para oír la nota de voz que había mandando Luke.
"Umh, tengo sueño. Quiero dormir. Oye, ¿Podemos vernos mañana? Me gustaría volver a verte, Paige."
Sonrío por su ternura y le escribo. Mi voz es demasiado horrible cuando hablo por nota de voz, y no creo que Luke quiera apreciar mi torpe voz.
paige: claro, ¿a qué hora y en dónde?
luke: a las tres y media en el centro comercial y después decido a donde irnos. lo sé, soy un idiota.
paige: no lo eres, eres super tierno. allá nos vemos, luke.
Después se termina la conversación en un típico adiós y me acuesto a dormir.
[...]
En la mañana, me levanto con mucha pereza y voy hacia la primera planta para comer algo o prepararme un zumo de naranja, porque no era lo suficientemente buena como para cocinar algo que valiese la pena.
Ya en la cocina, me preparo un café sin azúcar y me dirijo al sofá, donde me siento y enciendo la televisión. Aparece un canal donde están dando las aburridas noticias de siempre. Son tres trasmisiones: mañana, tarde y noche. Ni siquiera mi mamá ve tal cosa, y no porque quiera, si no porque tiene que hacerlo todo en casa.
Conclusión: Nadie ve las noticias en casa de las Whitlock.
Me acuerdo de que tengo una segunda "cita" con el adorable Luke Hemmings. Pero, a penas son las diez de la mañana, así que no hay nada de que preocuparme, por ahora.
Cuando termino de beberme el café, dejo la taza sobre la meseta y subo a mi cuarto para dormir un rato más; no quería ir con sueño a la reunión de amigos que tenía con él.
¿Por qué será que me preocupa tanto mi apariencia cuando voy a verme con Luke? Parezco enamorada, pero obvio, eso no puede suceder.
Subo y me tiro en mi cama. Ni siquiera me tapé con las sabanas, sólo cerré mis ojos y no podía dormir. Me molesto por eso e intento volver a dormir, pero no puedo. Parece que el destino está contra mi ser.
Me siento con las piernas cruzadas sobre la cama y desbloqueo mi celular para entreterme un poco mientras espero que alguien se levante para no sentirme tan sola.
Entro a Whatsapp y me encuentro con un par de mensajes de Luke. Río un poco y los comienzo a leer uno por uno.
luke: paige, buenos días.
luke: oh por dios, hoy tú y yo salimos, se me estaba olvidando.
luke: tengo que arreglarme para ti.
luke: oh dios mío, eso se escuchó tan gay.
luke: lamento si te despierto con todas estas estupideces mías.
luke: que bobo soy.
No pude evitar reír a carcajadas por todos esos mensajes tan fresas que Luke me había enviado hace unos minutos atrás. Podía llegar a ser bastante infantil, pero igualmente me parecía muy dulce.
paige: aw, que lindo eres.
paige: a mi también se me había olvidado, jaja.
luke: ehh, gracias :-)
paige: de nada, lucas. nos vemos en el centro comercial.
luke: ¡mi nombre es luke! >:-(
paige: aw, ¿ves que eres muy tierno y apapachable?
luke: ugh, nop, no soy tierno.
Sonrío y dejo el celular sobre la mesa. Alguien se asoma por la puerta de cuarto y me doy cuenta de que es Molly.
—Buenos días —Me saluda ella con una sonrisa amigable.
—Buenos días —Respondo mientras juego con mis dedos.
—¿Qué te pasa? —Se ríe por mis acciones y me volteo hacia ella.
—Conocí a un chico que se llama Luke y pues, él y yo somos "amigos" por así decirlo. Entonces, hemos estado saliendo a sitios y hablando de nuestra vida y cosas así. Pero, no sé. Me siento extraña —Frunzo el ceño— Ayúdame, experta en todo.
—Te gusta.
