ten.

82 9 2
                                    

Me quedé estática sin hacer ningún movimiento, ni siquiera estaba pestañando y estaba nerviosa. Parecía un cactus en medio del desierto. Luke estaba viéndome con curiosidad, parecía muerta, parecía ida del mundo.

—Paige... —Susurró mirándome fijamente— ¿Estás ahí?

—Emh, sí, sí —Le digo después de haber salido de mi "trance."

—Oh, okey —Me dice dedicándome una amplia y amistosa sonrisa. Yo también sonreí y seguí mi camino.

No había nada nuevo que no haya comprado antes. Así que, caminé hacia la salida y Luke estaba entretenido con su celular, al parecer estaba jugando algo. Me acerqué para despedirme de él, quien rápidamente bloqueó su teléfono para prestarme atención y me sonrió.

—Adiós —Besé su mejilla y antes de que dijera algo, salí corriendo de la tienda.

Oliver estaba afuera, casi en la entrada y cuando llegué a su espalda, traté de llegar a su cabello y halarlo con fuerza, pero no me funcionó y me conformé con halarlo de su camisa, tal cual como una niña pequeña pidiendo un dulce.

—Sabes qué nunca llegarás a mi altura, pequeña —Me susurra en el oído, tomando mi cintura y cargándome. Hago berrinche.

—Suéltame, parecemos novios —Hago un morro, intentado convencerme de que me bajara para poder caminar. Al fin y al cabo tenía dos pies para caminar y hacer ejercicio u otra cosa.

—Siempre lo hemos parecido, tonta —Me suelta y seguimos caminando hasta llegar a casa.

Cuando abro la puerta encuentro a Molly que está sentada en el sofá tecleando palabras como si se tratase de una emergencia o de no sé. Estaba tan embobada en su teléfono, que ni siquiera se dio cuenta de nuestra presencia. Generalmente, Molly me saludaba con un abrazo, pero ella ya no me hace caso.

Pero ya sé cómo terminará todo ese "amor", y yo estaré ahí, consolándola mientras moja mi suéter de lágrimas, vemos vídeos de gatos y bebemos coca cola hasta quedarnos dormidas.

Subí las escaleras junto a Oliver y me senté en la cama para poder reflexionar sobre las cosas que le estaban y le pasaron a mi hermana. Obviamente, no quería que ella estuviera triste de nuevo, pero todos cometemos errores y ella sí que cometía muchos errores con los chicos.

Oliver se sentó a mi lado y acarició mi cabello. Claramente, estaba dándole mente a cosas que no eran de mi incumbencia. Generalmente, yo nunca opino sobre las cosas de los demás, pero a veces, me desespero y digo todo lo que pienso.

—Oliver, quiero dormir un poco —Le digo bostezando y me recuesto en la cama sin antes quitarle los zapatos.

Ni siquiera quise vestirme con algo un poco más cómodo de lo que llevaba puesto. Encima de todo, solo quería dormir un poco y olvidarme de muchas cosas.

Y así fue, cerré mis ojos y me adentré a un sueño profundo, rezando para que nadie molestara mi tranquilidad.

furby ✧ lrh.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora