fifteen.

68 7 0
                                    

Cuando llegó la hora de entrar a mi casa, estaba algo triste por el simple hecho de que haber pasado la mayor parte del tiempo con Luke en el día, la hacía sentir muy bien.

En el momento, ambos estábamos abrazados; él sostenía mi cintura, mientras que yo lo abrazaba fuertemente. Luke daba los mejores abrazos, era tan dulce. ¿Y si realmente me gustaba ese chico?

—Podemos salir mañana, si quieres —Dice él, separándose de mí— Me ha gustado salir contigo.

—Oh, está bien, voy a ver si puedo —Respondo— Adiós, Luke.

Me despido con un beso en su mejilla y me adentro a mi casa. Molly se acerca a mí y me mira con una cara de enojo.

—¿Qué tienes? —Le pregunto con el ceño fruncido. Molly está despeinada y su ropa es todo un desastre.

—Hoy tuve que ayudar a mamá a limpiar la casa y estoy súper enojada contigo porque no estabas aquí para ayudarme —Responde sentándose en el sofá.

—Perdón, tenía una cita —Murmuro bajando la cabeza. Me imagino a Molly limpiando la casa y me da mucha gracia aquello.

—Con el tal Luke ese, ¿Verdad? —Me mira, como si estuviese segura de que estaba en lo cierto; y sí, lo estaba.

—Sí —Afirmo— Estaba con él, ¿Y qué? Prometo que mañana te ayudaré en lo que sea, enserio.

—Está bien, está prometido —Dice levantándose del sofá para irse a su habitación.

Cuando Molly desaparece, subo a mi cuarto y me tranco allí. Odiaba a mi hermana en ocasiones. Realmente, estaba planeando salir con Luke y bang, Molly me daña los planes y para rematarme, no podía romper esa promesa.

Molly nunca olvida nada, y lo digo enserio.

Desbloqueo mi celular y entro a whatsapp para dejarle un mensaje al rubio.

paige: luke, lo siento, no podremos salir mañana.
luke: no te preocupes, yo tampoco puedo. será para otro día, cuídate :-)

Y no volvió a hablarme.

Estaba cansada, no tenía ganas de hacer nada. Sin más, me acomodé en la cama y traté de dormirme, pero no podía porque Luke, aquel chico, estaba en mis pensamientos y no tenían intención de irse. Me frustré. Quería descansar para poder acompañar a Molly a donde ella quiera que fuéramos. Era una promesa, y no iba a estar durmiéndome en todos los sitios a los que vayamos o si no, me mataría.

Al final, no pude dormir ni media hora.

[...]

Maldije por lo bajo por el sueño que tenía. Mis ojeras aumentaron y mis ojos estaban más pequeños de lo que deberían estar. Mis párpados me pesaban y quería dormir eternamente, pero Molly estaba en mi cuarto probándose un nuevo delineador y hablando cosas que no llegaba a entender muy bien.

Recosté mi cabeza en la almohada y cuando estaba a punto de quedarme dormida, mi hermana me despertó.

—¡Molly, quiero dormir! —Exclamo— No dormí nada y parezco zombie.

—Prometiste hacer lo que te pidiera —Dice y yo suspiro.

—Está bien —Susurro y me levanto de la cama.

Agarro una toalla y me dirigo al baño para darme una ducha rápida, esperando a que así, se me fuera el sueño y poder estar con Molly sin estar muriéndome del sueño.

Cuando salgo, Molly ya no está en mi habitación. Me encierro ahí y comienzo a rebuscar entre mi ropa algo bonito para ponerme; encuentro unos pantalones y un t-shirt negro. Tomo mis converse y me visto rápidamente.

Bajo las escaleras y ahí esta mi hernana esperándome.

—¿A dónde vamos? —Le pregunto.

—Ya verás —Contesta jalándome del brazo.

furby ✧ lrh.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora