twenty one.

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Eran las cinco de la madrugada y no podía dormir. Me sentía incómoda y había estado buscando una posición cómoda que me permitiera dormir de una vez por todas, pero no lo logré. Así que, me quedé despierta el resto de la mañana pensando en las mil un cosas que me han estado ocurriendo en los últimos dos meses, especialmente ahora que Luke y yo habíamos declarado nuestros sentimientos que eran mutuos y eso me alegraba. Por otro lado, aún estaba confundida, porque Luke Hemmings y yo no teníamos ninguna relación marcada y me hacía imaginae cosas que quizás no eran correctas.

Sacudo mi cabeza y pensé: ¿Qué más da? Luke me encantaba. Me encantaban sus labios, su perforación, su cabello, su sonrisa, sus ojos color océano, sus manos. Uh, amaba cada cosa de ese chico. Era perfección en una sola persona y él era lo que estaba buscando y lo que algunas chicas quisieran tener entre sus brazos. Quién lo diría. Luke podía tener a cualquier chica a sus pies, pero me escogió a mí y eso era lo que más me importaba.

Todo iba muy bien. Luke y yo estábamos bien y todo estaba bien en mi familia. Me sentía feliz con mi vida, a pesar de que mi padre se hubiese ido hace muchos años; cosa que no me interesaba mucho, no iba a sufrir por alguien que no le dolió abandonar a su familia y que nunca se preocupó por nosotras. Ahora, Luke podía darme todo el amor que yo necesitaba y eso me hacía sentir especial.

Las horas pasaron más rápido de lo normal y ya eran las siete de la mañana. Mis ojos empezaban a pesar hasta que me quedé completamente dormida. Al fin.

[...]

—Hey, Paige... —Murmura alguien mientras me remueve repetidas veces— Despierta, cariño.

Abro los ojos lentamente, dándome cuenta de que Luke está a mi lado sonriendo ampliamente. Me levanto rápidamente y lo miro a los ojos. Oh por Dios, Luke me había visto dormir y ¡también me ha visto en pijama! Estoy hecha un desastre y él no se ha percatado de ello.

—Luke... —Susurro su nombre— ¿Qué haces aquí?

—Me han dado ganas de verte y no pude resistirme. Por cierto, te ves preciosa mientras duermes —Confiesa sonriendo. Entrecierro los ojos y me paro de la cama para entrar a la ducha. Luke se queda sentado en la cama.

—Voy a ducharme, vengo en unos minutos —Le aviso saliendo de mi habitación con la ropa que escogí, los zapatos y la toalla entre las manos.

Cuando entro al cuarto de baño me deshago de mi pijama y mi ropa interior adentrándome a la bañera después.

No duré demasiado porque no quería hacer esperar a Luke. Así que me cambié lo más rápido posible y salí de ahí encontrándome con él sentando en el borde de la cama.

—Hey —Digo.

—Hey, hermosa como siempre —Dice sonriendo sin mostrar los dientes mientras se acercaba a mí. Me tomó de la cintura como la última vez y rozó sus labios contra los míos.

—L-Luke... —Balbuceo riendo un poco y antes de que diga algo más me besa suavemente.

—Buenos días pequeña —Murmura después de haberse separado de mí— ¿Quieres salir conmigo?

—Uh, sí, claro —Afirmo— ¿A dónde iremos?

—No lo sé, iremos a cualquier sitio.

—Está bien... —Respondo tratando de salir del cuarto, pero me detiene y besa mis labios cortamente.

Salimos de mi habitación y bajamos las escaleras encontrándonos con mi madre y Molly, quiénes estaban hablando muy animadamente. Cuando sintieron nuestra presencia nos observaron con una sonrisa pícara haciendo que yo me sonrojara un poco.

—Eh, voy a salir un rato con Luke —Les aviso y ellas asiente insistentemente con esa sonrisa. Me pongo más nerviosa de lo normal.

Luke se despide de mi hermana y de mi madre y salimos de mi casa. Él estaba callado en todo el camino hacia quién sabe y nos detuvimos al frente de un parque. Luke tomó mi mano apretándola suavemente y sentía como mis mejillas ardían un poco.

—Hey —Susurra con una leve sonrisa sin mostrar sus dientes.

—Hey —Digo imitando su sonrisa. Luke me abraza y acaricia mi cabello con suavidad.

—Te quiero.

Y esas palabras fueron lo único que yo quería escuchar.

furby ✧ lrh.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora