Por la dominación de Hisparia.

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Por la dominación de Hisparia.

Ubicación: Fortaleza en las costas Hisparitas.

Un par de semanas más tarde, los refuerzos y suministros prometidos por el Imperator Felix finalmente llegaron a la Legio Tertius, aunque no sin que antes aquellos valientes soportasen un constante asedio por parte de las fuerzas de caballería ligera hisparitas. Los soldados de la legión fueron hostigados sin piedad día tras día, sus patrullas emboscadas con astucia para minar su moral y agotar sus valiosos recursos.

En medio de esta cruenta lucha, Rhuanna demostró cuan sombría y despiadada podía llegar a ser. Interrogó a los prisioneros sin mostrar amabilidad alguna, por medio del empleó sus habilidades como trovadora para doblegar las voluntades de los veteranos soldados. Si bien su enfoque solía ser más efectivo con hombres, incluso las pocas mujeres en las filas del ejército enemigo no pudieron resistirse a su influencia. Con la información obtenida, Rhuanna ayudó al general a trazar una defensa efectiva y planear un contraataque estratégico.

Desafiando las expectativas, Rhuanna logró persuadir al general para que le permitiera acompañar a las tropas. Aunque Quintus aceptó con reticencia, asignó a una de sus mejores centuriones, Latvinia Septima Vera, como comandante de la misión. Esta veterana guerrera, se vio sorprendida por la presencia de la cronista en su centuria mixta, pero le dejó en claro que marcharían a un ritmo implacable y no esperarían por nadie. Pues debía de golpear el campamento enemigo de manera rápida y contundente. Además, le proporcionó a Rhuanna una gladius, aunque no era que ella careciera de conocimientos en su uso, simplemente no estaba acostumbrada a empuñarla. Durante el camino, Crextux y Naervinia, sus dos leales camaradas y custodios, le mostraron una forma más eficiente de blandir la espada y le juraron protegerla con sus vidas.

La noche se cernía sobre ellos mientras avanzaban por el territorio enemigo. Los susurros de la noche se entrelazaban con el viento cálido del verano, de esta manera se creó una especie de sinfonía macabra que parecía anticipar la violencia que estaba por desencadenarse. Los soldados marchaban con la tensión palpable en cada paso, conscientes de la importancia de la misión que se les había encomendado.

La luna creciente se alzaba en el firmamento, arrojaba una luz tenue sobre el campamento enemigo. Las sombras se extendían como garras retorcidas, ocultando secretos siniestros y amenazas desconocidas. Rhuanna sentía el peso de la responsabilidad en cada fibra de su ser, pero también un impulso indomable que la impulsaba hacia adelante.

La centuria se preparó para el ataque, se movieron en silencio como una máquina de guerra bien preparada. Los ojos de Rhuanna reflejaban una determinación feroz mientras empuñaba la gladius que le habían confiado. Combatió al máximo de sus capacidades, ejecutó cada golpe con gran precisión. Su corazón latía al compás de la batalla, y aunque sentía miedo por ser su primera batalla, .también sabía que sus camaradas dependían de su apoyo, esto le insufló el coraje necesario para mantenerse al lado de Crextux y Naervinia, y así por medió de sus cantos levantó la moral de sus hermanos de armas en aquel combate desesperado.

Rhuanna de TheirinicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora