Jimin es un atractivo omega que se dedica a complacer a algunos alfas y betas con tal de mantener su costosa vida.
Hasta que Min YoonGi le arruina la vida.
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Min YoonGi mira fijamente a su omega, su corazón latiendo con fuerza por la emoción que siente al tenerlo de nuevo cerca.
Al sentirlo recostado sobre su pecho, le alegraba la vida y su lobo empezaba a sentirse vivo, igual que el de Jimin.
Ambos lobos estaban recobrando la vida al estar junto a su pareja predestinada, después de haber estado alejados por meses.
—¿Sabes cuánto te he extrañado, mi dulce omega?.
Jimin sintió sus mejillas sonrojarse, el escuchar a su alfa expresarse así de el, le hacía saber que no se había equivocado al darle otra oportunidad.
—No sabía que los alfas fueran tan cursis. —Murmuró intentando ocultar su emoción y sonrojó.
—Solo me vuelvo cursi cuando se trata de ti, mi omega. No puedo evitarlo. Por que eres mi debilidad.—Respondio acercándose a acariciar la mejilla de su omega.
—Bueno, creo que no me molesta. —Murmuró riendo tímidamente.
Jimin se deja llevar por el amor que siente por su alfa y la esperanza de que pronto serán una familia feliz, junto a su cachorro.
—Nunca volveré a dejarte ir. —Declaró, observando los ojitos iluminándose de su omega.
—Prométemelo, Min. Prométeme que siempre estarás a mi lado. —Pidió en un intento desesperado donde el miedo a volver a alejarse de su alfa le llena el interior.
—Lo prometo. Te amaré, te protegeré, seré el mejor padre para nuestro cachorro y sobretodo me esforzaré por ser el alfa que mereces. —Aseguró, pues estaba más que seguro que Jimin era su mundo.
Jimin lo escucha en silencio, con sus emociones en conflicto. Por un lado, el aroma de su amado alfa le dice que todo estará bien y cada fibra de su ser desea que todo vuelva a ser como antes.
Pero su lado humano le hace caer en el temor y el miedo a ser herido nuevamente y eso hace doler su corazón.
Sabe que para perdonar lo mejor sería olvidar los errores que cada uno cometió pero no le es facil.
Yoongi dudo del cachorro en su vientre, y Jimin, él lo abandonó.
En ese momento, Jimin se aferra a los brazos de su alfa, quien le regala un abrazo, y las emociones se mezclan: el alivio, el perdón, la tristeza y el anhelo.
YoonGi lo sabe y lamenta profundamente haber dudado de la paternidad de su cachorro y está decidido a demostrar que será el mejor padre posible.
La reconciliación es un proceso lento, pero están dispuestos a trabajar juntos para sanar las heridas del pasado y construir un futuro juntos. Los aromas de fuego y sidra de YoonGi se mezclan con el dulce aroma de bombones y chocolate de Jimin, creando una sinfonía de amor y esperanza mientras se embarcan en esta nueva etapa de sus vidas juntos.
Fortalecidos por el lazo que nunca se rompió del todo.
